El presidente francés Francois Hollande , que lidia con bajos índices de aprobación y disensos en su propio partido y hasta en su gabinete, aprovechó la ocasión de una entrevista televisiva el miércoles para poner coto a una creciente disputa sobre el shale gas en Francia. “Mientras yo sea presidente, no habrá exploración de shale gas en Francia”, declaró, poniendo punto final a las versiones de que el país podría levantar su veda a la controvertida técnica de perforación.
Desde que Hollande desplazó este mes a su ministra de Ambiente Delphine Batho, que había cuestionado recortes de gastos, el presidente ha estado bajo presión para que pruebe que es serio en la cuestión de la ecología y que no se deja doblegar por el lobby petrolífero y gasífero. Batho dijo que su oposición al shale gas le había costado el puesto, y que los intereses del shale y de la energía nuclear la querían fuera del cargo.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica menciona a Francia como un país europeo con algunas de las mayores reservas subterráneas de shale gas. Sin embargo, Francia es uno de los pocos países que prohíben la fractura. La veda, que fue votada cuando gobernaba Nicolas Sarkozy,continúa bajo el socialista Hollande, que tiene dos ministros verdes en su gabinete.
Pero una firma estadounidense interesada en explorar la campiña del sur de Francia interpuso un planteo legal sobra la veda. Y últimamente el debate se caldeó más cuando el locuaz ministro de Industria Arnaud Montebourg sugirió la creación de una empresa solventada por el Estado para examinar las técnicas de exploración