No convencionales: Una gran oportunidad que no se puede desaprovechar

En nuestro país, con más de 100 años de experiencia y más de 66 mil pozos perforados, nuestra industria se ha convertido en una de las más seguras y limpias.

Ernesto López Anadón*.- En nuestro país, la exploración y desarrollo de hidrocarburos no convencionales, en especial los llamados gas y petróleo de esquistos o shale gas y shale oil , como los de la formación Vaca Muerta, ha provocado grandes expectativas, pero también cierta desconfianza y algunos cuestionamientos que, sumados al escaso rigor con que se suelen difundir estos temas en los medios y en la Web, han generado temor en algunas comunidades poco informadas al respecto.

Dentro de 20 años, el gas y el petróleo representarán algo más del 50 por ciento de la matriz energética mundial, según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía, organismo independiente que promueve la eficiencia energética, y la reducción de las emisiones de gases de invernadero. Y eso, más allá del auspicioso avance de otras formas de energía, como las renovables, que van ganando terreno lentamente.

Sin embargo, dentro de 20 años, millones de nuevos habitantes se sumarán a los actuales siete mil millones. 
A esta demanda habrá que responder con sistemas energéticos sustentables, basados en abundancia, costo y eficiencia, que permitan proveer de energía a esos nuevos habitantes, pero también a los más de mil millones que en la actualidad no poseen acceso a la electricidad. Los hidrocarburos, entonces, tendrán un papel fundamental (Infografía).

Nuestro país no escapa a este fenómeno. Nuestra matriz energética está compuesta por hidrocarburos en un 86 por ciento. Esto quiere decir que la absoluta mayoría de la energía que mueve el transporte, que alimenta la industria y que genera la electricidad tiene su origen en el gas y el petróleo.

Estamos hablando de un país, el nuestro, que lidera el consumo de energía por habitante en América latina –sólo después de Venezuela– e inclusive supera al de China. Y posee uno de los mayores índices de vehículos por habitante.

Eliminar el gas y el petróleo de nuestra matriz en un futuro cercano implicaría cambios muy profundos y dramáticos en los hábitos de vida de la sociedad, información que suele ser omitida en los discursos que se oponen al uso de los hidrocarburos.

Desde hace unos años a esta parte, sin embargo, la producción de hidrocarburos ha comenzado a declinar.

Se trata de un fenómeno que ocurre en todo el mundo por al agotamiento de los pozos. Por eso, el hecho de que la Argentina posea importantes recursos de gas y petróleo no convencionales representa una enorme oportunidad.

Una larga historia. Estos recursos tienen ya una larga y exitosa historia de producción en los Estados Unidos, con cientos de miles de pozos perforados y estimulados hidráulicamente, lo cual demuestra que esta explotación puede realizarse de manera eficiente, segura y con el máximo cuidado del medio ambiente.

Basta estudiar el caso norteamericano para entender que no es cierto que la explotación de no convencionales provoque terremotos y contaminación de acuíferos (información sobre estos mitos puede ser consultada aquí: http://www.iapg.org.ar/web En nuestro país, con más de 100 años de experiencia y más de 66 mil pozos perforados, nuestra industria se ha convertido en una de las más seguras y limpias.

Con regulaciones más estrictas que cualquier otra actividad, con un permanente desarrollo de nuevas tecnologías que impulsan más eficiencia y seguridad en las operaciones, y la consecuente disminución del impacto en el medio ambiente, podemos augurar otros cien años de explotación de estos recursos de manera 
exitosa y en beneficio de todo el país.

*Ingeniero, Presidente del instituto Argentino del Petróleo y el Gas (Iapg)

La Voz