Un acuerdo a medida y poco transparente

POR SEBASTIÁN SCHEIMBERG.-

A casi 2 meses de la sanción del Decreto 929 que dio por tierra con el espíritu de la Ley de Soberanía Energética, y permitió la firma de un Acuerdo-a-Medida entre YPF y Chevron, los accionistas minoritarios, o sea las provincias petroleras, siguen sin acceder a la letra de un contrato que se ha empezado a transformar en un “Secreto de Estado”. Cuando en lugar de contratos públicos y transparentes, existen acuerdos secretos, se instala la idea de un sistema corrupto. Esto es lo que la sociedadya no está dispuesta a tolerar.

Siempre sostuvimos la necesidad de recrear las condiciones para la inversión privada, y cuestionamos la confiscación de activos, sin su debido proceso de valuación. De hecho, la expropiación de acciones de YPF sigue pendiente, y el no cerrar esta grieta contractual puede llegar a tener efectos similares a los que estamos experimentando con los tenedores de bonos que no entraron en el canje: una hipoteca con la generación futura.

Hecho el daño, y ante un cambio de escenario político en el que las distintas fuerzas deberán encontrar mayores puntos de consenso, nuestra propuesta busca revertir la declinación de la actividad petrolera y la crisis energética que desangra la economía nacional, tanto por la pérdida de divisas para importación como por el financiamiento inflacionario de la masa de subsidios generalizados. Para ello convocamos a un debate parlamentario amplio y profundo.

También habrá que discutir el impacto ambiental de la actividad petrolera en general y del fracking en particular. Será importante monitorear la actividad de las empresas que ya están obteniendo petróleo “no convencional”, para lo que insistimos en la necesidad de crear un cuerpo especializado en el área petrolera, en el marco de la discusión de una ley que reemplace la vigente Ley Petrolera de Onganía.

Muchas de las críticas que hoy recibe la explotación del shale oil y el aún ausente shale gas tienen que ver con el uso del agua. Según estudios técnicos de Neuquén el caudal de ríos que descargan sus aguas en el océano no se verá afectado por su uso en la fractura de pozos. De hecho, el caudal a utilizar es menor al que se emplea en la “recuperación asistida”, que es la técnica dominante en la cuenca Neuquina. El uso de fuentes renovables y medidas de eficiencia energética es preferible a la explotación de hidrocarburos. Sin embargo, es muy poco lo que ha hecho este gobierno y sigue siendo mayúscula la dependencia de fuentes no renovables. De allí la apuesta de la sociedad en incorporar recursos disponibles, generando el menor impacto ambiental. No es cierto que necesitemos cientos de acuerdos como el de Chevrón, como dijo el presidente de YPF; lo que necesitamos es una única Ley, pareja para todos.

Clarín