A medida que se van conociendo mejor y el público se interesa más en la fractura hidráulica como método para extraer petróleo y gas natural, las protestas aumentan en Inglaterra y los EE.UU., donde los daños ambientales causados por la técnica son notorios.
Fracking: riqueza para pocos, pobreza para muchísimos | Reuters
El “fracking” tiene el beneplácito de petroleras y políticos de ambos países, que no obstante buscan derivar la explotación hacia el Tercer Mundo, típíca “zona de sacrificio” donde las protestas se pueden apalear mejor las necesidades de la población la inducen a aceptar cualquier cosa y también, último pero no menos importante, los gobernantes son más accesibles al deeso de las multinacionales.
El ‘fracking’ consiste en la inyección en el subsuelo de grandes volúmenes de agua a profundidades superiores a los tres kilómetros para poder liberar el gas subterráneo. Los expertos prevén que en 2040 la cantidad de gas obtenido por este método superará a los volúmenes extraídos mediante el resto de técnicas existentes. Es por ello que tanto empresas como políticos de todo el mundo se han mostrado decididos a apoyar esta forma de extracción.
La técnica por sí mismo podría sextuplicar las reservas mundiales de crudo, hasta alcanzar los 10,2 miles de millonesde barriless en un futuro próximo, pero los “efectos secundarios” no deseado pero conocidos porque no fue posible ocultarlos más, ha provocado airadas reacciones de miles de ciudadanos en países como Reino Unido y EE.UU y, por s upuesto, también en la Argentina, donde la noverdad llegó de la mano de Chevron.
Unos 200 manifestantes anti-’fracking’ fueron arrestados esta semana por la Policía en las inmediaciones de una exploración petrolera en el pueblo de Balcombe, en el sur de Inglaterra.
Los motivos de las protestas son las consecuencias que está teniendo para el medio ambiente la extracción de recursos mediante el sistema de fractura hidráulica, según denuncian habitantes de la localidad, que nombran la contaminación de los ríos y un incremento de la actividad sísmica como algunos de los daños ambientales de los que están siendo testigos.
Los terremotos empezaron 13 días después de iniciarse el bombeo y cesaron al poco de cerrar el pozo “Hay muchas pruebas que confirman que [el ‘fracking’] perjudica el medio ambiente, pues la actividad sísmica se ha disparado y el agua está contaminada; y el origen de todo ello es esta industria”, dijo uno de los asistentes a la protesta. “Es una locura que se permita seguir adelante con esto, en vez de invertir en tecnologías renovables seguras”, concluyó.
Las compañías petroleras que utilizan este método de extracción sostienen que las consecuencias ambientales no están demostradas, pero ante la presunta duda no se abstienen, investigadores de la Universidad de Columbia, en EE.UU., analizaron recientemente el caso de la ciudad de Youngstown, en Ohio, donde, después de realizarse actividades de inyección de fluidos de desecho en un pozo durante un año, se registraron 109 terremotos.
Según el científico, “los terremotos empezaron 13 días después de iniciarse el bombeo y cesaron al poco de cerrar el pozo”.
Y es precisamente en EE.UU. donde la intranquilidad por esta práctica está generando mayores reacciones en la sociedad civil, alarmada ante desastres como el de Bayou Corne, Luisiana, donde un gigantesco sumidero “provocado por la extracción de gas”, según denuncian los afectados, engulle lentamente este pueblo.
Hechos como este han llevado tanto a organizaciones medioambientales como sociales del país a lanzar una campaña contra este método, en el marco de la cual harán llegar al presidente Barack Obama una carta exigiendo que se prohíba el ‘fracking’ como técnica para la obtención de gas y petróleo.
De la Redacción de AIM, sobre la base de una nota de Justin Tallis para France Presse