Vaca Muerta y el fantasma del ajuste

LAS OPERADORAS YA REBAJAN CONTRATOS Y EL GREMIO SE PREPARA PARA UN 2015 MÁS DURO.
YPF busca sostener su caja y bajar aún más los costos para financiar los proyectos que vienen.
Roberto Aguirre.- Un fantasma recorre los yacimientos: el ajuste. Parece una palabra extemporánea en épocas de la bonanza de Vaca Muerta, pero el derrumbe del precio del petróleo a nivel internacional y sus consecuencias a nivel doméstico obligaron a un violento cambio de perspectivas para todos los eslabones del sector.
Y las pymes empezaron a vivirlo en carne propia. Varias compañías locales recibieron llamados de las operadoras, sobre todo de YPF, para informar sobre una rebaja en los contratos, que ahora cotizan bajo el influjo del nuevo “barril criollo” de 77 dólares.
“No es que llaman para renegociar, llaman para avisar que vamos a cobrar menos”, contó un empresario a “Río Negro Energía”. Explicó que no tienen caminos para resistir el ajuste: “O aceptamos, o salimos a denunciar el contrato con todo lo que eso implica”, indicó.
El titular de la cámara Ceipa, Marcelo Volonté, confirmó el cuadro esta semana. Aunque admitió que el sector también deberá ceder una parte, se quejó de que las quitas no fueron consensuadas. Pidió que el Estado evite el ahogo de las pymes con exenciones impositivas.
La mayoría de las empresas pequeñas amplió su capacidad de trabajo para subirse al boom de Vaca Muerta. Y lo hicieron con financiamiento propio. Una rebaja en los contratos las obligará a recalcular sus cuentas. Por lo pronto, aquellos que tenían planes de expandirse este 2015 pusieron el freno de mano.
Esta semana, un informe de Energy Consultants –del especialista Daniel Gerold– puso en palabras lo que muchos empresarios apenas insinúan en el sopor del verano. “La industria de exploración y producción en la Argentina debería afrontar un ajuste fuerte y considerable en un contexto de disponibilidad limitada de capital e incomprensión política y económica. La inflexibilidad gremial plantea un desafío mayúsculo, que requiere la comprensión de la dirigencia del país tanto en posiciones de gobierno como de oposición”.
En otras palabras, si hay ajuste, éste debe alcanzar también al sector del trabajo. El titular de Petroleros, Guillermo Pereyra, ya desplegó su estrategia frente a la batalla que se viene. Según comentó a “Río Negro”, espera que el cimbronazo alcance a su sector. Pero aseguró que prestó su acuerdo al “barril criollo” bajo la promesa de que no habrá despidos ni suspensiones en el sector.
Partidario de la realpolitik, Pereyra buscó llevar tranquilidad al sector admitiendo que se trabajará para mejorar la productividad, por ejemplo, para bajar la alta tasa de ausentismo que, según las empresas, tiene el sector. Incluso vaticinó que éste será un año difícil para encarar la ambiciosa tarea de un nuevo convenio colectivo de trabajo.
Las paritarias de marzo llegarán condicionadas como pocas veces. Máxime, tras haber arrancado luego de largas discusiones un bono en cuotas de 24.000 pesos.
 
EL PLAN DE GALUCCIO
Dos fuentes que participaron de las negociaciones que finalmente fijaron un barril a 77 dólares, contaron que Miguel Galuccio, CEO de YPF, se mostró inflexible: “El que quiera seguir, que haga un esfuerzo”, dicen que expresó, aunque el tono de la frase cambia según quién la relate.
La compañía de bandera ya emprendió un plan para achicar costos. Uno de los caminos fue aplicar rebajas en los contratos. Pero por ahora no se evalúa bajar el ritmo en Loma Campana, su principal proyecto.
En la práctica, la petrolera deberá enfrentar como pocas el ajuste del 5% en los combustibles y del 8% en el valor del crudo Medanito que sale de Vaca Muerta. Es que, complicado el camino del financiamiento externo –a las altas tasas que paga Argentina deberá sumarse ahora el depreciado valor de las petroleras–, no tiene muchas alternativas para hacer caja y poder afrontar así los futuros pilotos que lanzará en Neuquén.
A diferencia de YPF, las petroleras majors poseen alta liquidez. Operan casi como petroleras-bancos. Y no son pocos los que pronostican un proceso de absorción de pequeñas y medianas compañías, en momentos en los que su valor está por el suelo, arrastrado por la caída del crudo.
Los primeros meses del 2015 serán clave para ver cómo evoluciona el mercado local. Y mucho dependerá de qué tan grande sea el gap entre el “barril criollo” y el WTI, que por estos días es casi del 50%.
Río Negro
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El impacto en el cash flow

¿Cuánto cuesta la baja del crudo para las empresas? Sacando la singular situación argentina, algunas cifras internacionales sorprenden. Cada 10 dólares que cae el petróleo, Exxom Mobil, la petrolera más grande del mundo, ve caer sus ingresos anuales en 2.800 millones de dólares, según un estudio de Barclays.

Para Chevron, la principal socia de YPF y más dependiente del crudo que su coterránea, la baja de 10 dólares impacta en 3.850 millones de dólares de su cash flow.

Esta brutal caída en la facturación puede ser asumida si se consideran proyectos a largo plazo. Pero mirando la foto y no la película, recorta la posibilidad de que se encaren nuevos proyectos.

Más allá de su economía, las compañías internacionales también están perdiendo valor de forma marcada arrastradas por el crudo, su principal capital. Sin embargo, en algunos casos, hay analistas que creen que el valor está subestimado y que es un buen momento para comprar acciones.

De los proyectos, los que más sufrirán a nivel internacional serán los no convencionales y el offshore. El problema vendrá, sobre todo, en los que están en marcha: por sus características, no se puede cerrar el grifo para esperar que pase la tormenta y luego abrirlo en épocas de petróleo caro. Abandonar el campo implica prácticamente firmar el acta de defunción de estos desarrollos.

Río Negro