Serie fotográfica sobre los impactos petroleros en el Alto Valle de Río Negro
En la Casona de Humahuaca, Humahuaca 3508 CABA
En febrero el sol pega duro en el pueblo de Añelo a la hora de la siesta. Eso no impide que las camionetas 4×4 y los camiones lo atraviesen a toda velocidad, yendo y viniendo a los pozos de Loma Campana, el corazón de Vaca Muerta. El área es parte del territorio histórico de la comunidad mapuche Campo Maripe, que desde 2013 ha realizado una serie de movilizaciones, tomas de torres y cortes de ruta, demandando sus derechos. “Con ese sistema de fracturación están contaminando las napas freáticas y además no dejan a nuestros animales pastar como antes”, cuenta entre dos tragos de mate el Logko Albino Campo.
Sin embargo la frontera extractiva crece de la mano del fracking no solo en el centro de Vaca Muerta. Cuatro años después de que comenzara a ser utilizada esta técnica, sus impactos son notorios en distintas partes del territorio, ya sea amenazando la producción frutícola del Alto Valle, conviviendo con vecinos, poniendo en riesgo sus fuentes de agua o sitios de alto valor de conservación de la flora y fauna patagónica.
Recorrimos estos territorios desde el cielo y por las rutas, buscando retratar lo que está detrás de los discursos empresariales y las promesas estatales: las cicatrices de la tierra que la industria petrolera está en el norte de la Patagonia.
Fotografías: Martín Barzilai y Alexis Vichich
Producción: Observatorio Petrolero Sur y Subcoop
Con el apoyo de: 350.org