Por Gerardo Burton / El Extremo Sur.
La discusión por los recursos de Vaca Muerta se colocó en el centro de la campaña electoral neuquina. Sin embargo, no surgen propuestas concreta, más allá del reparto de la riqueza generada por la explotación hidrocarburífera. En el medio, persiste un principio de conflicto con las principales empresas.
La formación Vaca Muerta, que está a un promedio de más de tres mil metros de profundidad en la provincia del Neuquén, y cuya potencialidad llena de optimismo y verborragia a funcionarios nacionales y neuquinos, se colocó en el centro de la disputa electoral.
Cierto: de aquí al 10 de marzo, desde la derecha hasta la izquierda, todos los candidatos tienen algo que decir sobre la explotación de esos recursos fabulosos, pero sin proponerse algo más que la pelea por la renta petrolera. Nadie habla sobre soberanía energética o políticas de Estado: el mercado reina en estas tierras donde el subsuelo siempre esconde algún salvavidas estratégico. Nada de cambiar la matriz productiva ni de crear fondos anticíclicos: lo importante, parece, son las estadísticas de producción, venta, transporte, exportación y recaudación.
Este miércoles 13 el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, recibirá a los principales actores de la industria petrolera en Neuquén: el petrosenador Guillermo Pereyra (Movimiento Popular Neuquino); autoridades de la provincia; los dirigentes gremiales y los directivos de las compañías que operan en la cuenca. Sica, el secretario de Energía y los gremios petroleros.
Lopetegui encabezará así la primera reunión de la Mesa de Vaca Muerta desde que el Gobierno decidió cambiar la interpretación de la resolución 46, que establece el mecanismo para el pago de subsidios a la producción de gas no convencional.
Pereyra invitó también al gobernador en uso de licencia por campaña electoral, Omar Gutiérrez, quien se propuso monitorear la reunión y marcarle el territorio al díscolo vicegobernador Rolando Figueroa, aunque no se sabe si formalmente está habilitado para concurrir.
1700 empleos menos
La semana pasada, en Añelo y ante una asamblea multitudinaria, Pereyra alertó sobre las consecuencias del anuncio de Techint e YPF de recortar sus inversiones ante la resolución 46 de Energía, que decidió la reestructuración de los subsidios al gas según las recomendaciones de los técnicos del Fondo Monetario Internacional al gobierno de Mauricio Macri.
La asamblea, que convocó a veinte mil trabajadores según fuentes sindicales, fue “informativa” pero a la vez una verdadera demostración de fuerza. Pereyra aseguró que “no le va a temblar el pulso si hay que romper todos los acuerdos que se hicieron en Vaca Muerta”, en relación con la flexibilización de los convenios laborales -la “addenda”- y el blindaje contra los piquetes firmados hace un año para garantizar la rentabilidad empresaria.
Lo cierto es que los dos sindicatos del sector -Petroleros Privados y Jerárquicos- calculan que se cayeron 1.700 puestos de trabajo.
La movida sindical fue la parte más visible de un conflicto larvado que atraviesa transversalmente la vida política y social de la provincia. A tal punto que todos los candidatos reflotaron en sus declaraciones públicas el manejo del recurso.
El gobernador Gutiérrez recuperó las viejas banderas del federalismo del MPN y criticó las medidas impuestas por Macri y Lopetegui. Sin embargo, tanto los reclamos de Pereyra como las expresiones de disgusto de Gutiérrez rozan muy de cerca las que plantean las compañías petroleras, que presionan sin exposición mediática aunque sí desde los estrados judiciales -es el caso de Paolo Rocca y Tecpetrol-.
Banderas en manos peronistas
Las banderas federales del MPN fueron también rescatadas por el principal contrincante del actual gobernador, el cutralquense Ramón Rioseco, que reivindicó la posición original del partido provincial cuando era conducido por Felipe Sapag. De ese espacio, la intendenta de Zapala y candidata a diputada provincial, Soledad Martínez, explicó que “el impacto producido por la resolución 46 y la baja de los subsidios a la producción de gas no se corregirá de inmediato, es complejo para la realidad del presupuesto y de los recursos de la provincia”. Por lo tanto, denunció “la complicidad del gobernador que ahora se muestra molesto, sorprendido y muy tibiamente amenaza con poner en marcha algunas medidas que defiendan los intereses de los neuquinos, cuando debió haberlo hecho en otro momento”.
En el otro extremo, el intendente Horacio Quiroga criticó el manejo de los recursos petroleros -dijo que en Neuquén no hubo “ningún derrame” de Vaca Muerta- y apuntó a garantizar la seguridad jurídica de la explotación hidrocarburífera.
También con críticas a la falta de “derrame” de riquezas en la sociedad neuquina se expresaron, desde la izquierda el ceramista Raúl Godoy, que va de candidato a gobernador por el FIT.
El ex mandatario Jorge Sobisch, que reapareció con un discurso antisindical y de mano dura contra piquetes, protestas sociales y medidas de fuerza, también se centró en la supuesta claudicación de las autoridades provinciales y de su partido de origen -el MPN- ante las políticas energéticas de los sucesivos gobiernos federales.