La Corte de Justicia de Canadá negó la posibilidad a las comunidades ecuatorianas afectadas por Chevron-Texaco que buscaban continuar con el proceso judicial en el país. Con esta decisión la poderosa multinacional petrolera norteamericana extiende su impunidad, mientras que la contaminación y las afectaciones de la amazonía ecuatoriana se agravan con el tiempo.
Por OPSur-
La Corte Suprema de Justicia de Canadá se negó a tramitar la apelación presentada por los afectados ecuatorianos en contra del fallo de la Corte de Apelación de Ontario del 23 de mayo de 2018. Este último rechazó el proceso de homologación de la sentencia ecuatoriana en contra de los activos de Chevron en Canadá bajo el argumento de que los activos de Chevron Canada no pertenecían a Chevron. La situación tiene similitudes con lo ocurrido en Argentina en 2012, cuando la Corte Suprema argumentó que Chevron Argentina no era Chevron Corporation. Las y los afectados están reclamando en todo el mundo la posibilidad de ejecutar la sentencia que lograron en Ecuador de donde la petrolera retiró sus activos por lo que no puede hacerse efectivo el cobro de la condena. De esta manera Chevron se convirtió en una prófuga de la justicia ecuatoriana.
La Campaña Global es una red global de más de 200 organizaciones, movimientos, sindicatos y comunidades afectadas a nivel mundial por las empresas transnacionales, ellas lamentaron la decisión, en su comunicado destacan: “En 2015, los siete jueces de la Corte Suprema de Canadá decidieron aceptar la jurisdicción para llevar el “proceso de ejecución” en Canadá, acatando la legitimidad de la decisión de la Corte Suprema del Ecuador sobre Chevron. Esta decisión representó una gran esperanza para las comunidades indígenas de la Unión de Afectado/as por Chevron – Texaco en Ecuador (UDAPT) de que la justicia podría ser alcanzada. Sin embargo, el 23 de mayo de 2018, la Corte de Apelación de Ontario rechazó la demanda de los/as afectados/as, bajo el argumento amparada en que Chevron de Canadá era una empresa autónoma e independiente de Chevron matriz y que, por lo tanto, no tenía ninguna obligación con la justicia ecuatoriana, rechazó la demanda de los/as afectados/as. Esto representó un golpe más al pueblo indígena ecuatoriano, el cual presentó la apelación que ha sido rechazada el día de hoy”.
Las operaciones de Chevron en la Amazonía afectaron profunda y negativamente la vida de los pueblos indígenas, el ecosistema, el agua y los bienes comunes. Entre 1964 y 1992, la empresa desechó cerca de 650.000 barriles de petróleo crudo y más de 60.500 mil millones de litros de aguas residuales en los ríos y suelos de la selva, afectando la salud y formas de vida de más de 30.000 indígenas y campesinos de diferentes comunidades El nefasto saldo de sus actividades en Ecuador llevó a que el caso sea conocido como el “Chernóbil en Amazonía”.
Willian Lucitante, Coordinador de la Unión de Afectados por Texaco (UDAPT), consideró “lamentable que el tecnicismo jurídico y la falta de dinero sea un obstáculo para el acceso a la justicia de los pueblos en Canadá. Es deplorable que se nieguen sus derechos a las víctimas de crímenes corporativos”. Su organización busca lograr la ejecución de la sentencia ecuatoriana en otros países, con el objetivo de que sean reparados los daños ambientales, sociales y culturales causados por la petrolera. La sentencia de la justicia ecuatoriana es irrevocable, por lo que lo/as afectado/as persistirán en su lucha por el acceso a la justicia en otras jurisdicciones extranjeras hasta que se reparen los daños.
Pablo Fajardo, es el abogado de los indígenas y campesinos afectados por Chevron, en diálogo con el Observatorio Petrolero Sur asegura que “la justicia no existe cuando el criminal que causa la muerte, viola los derechos humanos y rompe todas leyes es una empresa o una transnacional, y más cuando las víctimas son pueblos indígenas, ancianos, mujeres y la naturaleza, en esos casos la justicia no existe sencillamente”. Fajardo es parte de las comunidades, el timbre de voz transmite fortaleza a pesar del duro momento que les toca vivir, la resiliencia es el antídoto que se construye ante un régimen de impunidad globalizado. “Las transnacionales han creado una estructura política, económica, académica en el mundo que controlan prácticamente todo, el comercio, la economía mundial, los medios de comunicación, la academia, la investigación y ahora también controlan la justicia nacional e internacional. La trasnacionales han ido ganando terreno en este contexto global”.
Fajardo remarca que “desde la UDAPT hemos demostrado el crimen de Chevron, se ha demostrado todo el daño que hizo de forma intencional en la Amazonía Ecuatoriana, hay sentencias condenatorias firmes en Ecuador en contra de la empresa. La Corte de Canadá y antes la Corte de Brasil y Argentina, no se atreven a reconocer la sentencia ecuatoriana porque es contra Chevron, la empresa que lleva el símbolo de la impunidad corporativa global, entonces obviamente que tuvieron miedo de meterse con las grandes empresas y eso es un problema. Toda la estructura de los paraísos fiscales, las subsidiarias, el sistema de defensas, es increible como han creado un escudo de protección para trasnacionales y pueden cometer crímenes con los que hasta ahora son impunes. Obviamente sabemos que esto no va a hacer así eternamente, que vamos a romper ese esquema y como UDAPT no vamos a claudicar, vamos a seguir litigando y peleando hasta donde sea posible, para que Chevron pague lo que debe y podamos reparar nuestra Amazonía, no queremos más muertes por contaminación”.
La mayor preocupación es el transcurrir del tiempo con esa contaminación afectando a las comunidades y el ambiente. “La consecuencia principal es la vida humana, cada año tenemos unos doscientos nuevos casos de cáncer, hay un exceso que son atribuibles a la contaminación dejada por Chevron. Mientras ese daño no se repare, seguiremos sumando víctimas, teniendo niños que no pueden jugar en los ríos, campesinos que no pueden cultivar la tierra, pueblos indígenas que le han arrebatado su cultura, sus tradiciones, sus formas de vida” remarcó Fajardo.
Por herramientas supranacionales para conseguir justicia y reparación
La Campaña Global en su comunicado recalcó la necesidad de tener acceso a la justicia en los ámbitos supranacionales, “La decisión de la Corte Suprema de Canadá demuestra una vez más la arquitectura que ampara la impunidad de las empresas transnacionales. El caso Chevron no es único. Ante la gran cantidad y el carácter sistemático de los conflictos sociales y ambientales generados por las empresas transnacionales en todo el planeta, la exhorta a los Estados a avanzar consistentemente en la negociación de un Tratado Internacional vinculante sobre empresas transnacionales y derechos humanos y llama a la solidaridad internacional con las comunidades amazónicas afectadas por Chevron”.