Afirman que deberían subsidiarse sólo si permiten reducir la emisión de gases invernadero y no son producidos con cultivos usados para alimentos y forraje
La Unión Europea impondrá un límite sobre el uso de biocombustibles elaborados en base a cultivos por temores a que sean menos amigables con el medio ambiente de lo que se pensó inicialmente y que compitan con la producción de alimentos, mostró un proyecto legislativo al que Reuters tuvo acceso.
Los planes, que necesitarán la aprobación de los Gobiernos y del Parlamento de la UE, también incluyen la promesa de remover todos los subsidios públicos para los biocombustibles producidos en base a cultivos como la colza, el trigo, y el azúcar, tras el vencimiento de la legislación actual de la UE en el 2020.
“La Comisión (Europea) opina que en el período que sigue al 2020, los biocombustibles sólo deberían ser subsidiados si llevan a un ahorro sustancial en la emisión de gases invernadero (…) y no son producidos con cultivos usados para alimentos y forraje”, dice el proyecto.
La iniciativa presenta un gran cambio en las muy criticadas políticas de biocombustibles de Europa y un reconocimiento tácito por parte de los legisladores de que el objetivo de biocombustibles de la UE para 2020 presentaba fallas desde un principio.
El abrupto cambio en la política se produce después de que estudios científicos de la UE plantearon dudas sobre un ahorro de emisión por parte de combustibles elaborados a partir de cultivos, y después de una pobre cosecha en las regiones claves de producción de granos que incrementó los precios y reavivó los temores de una escasez de alimentos, informó la agencia de noticias.
Bajo la propuesta, la utilización de biocombustibles producidos en base a cultivos como la colza y el trigo se limitarían a un 5 por ciento del total del consumo total de energía en el sector de transporte en el 2020.
Tal límite pondría en duda el objetivo vinculante de la Unión Europea de proporcionar el 10 por ciento del combustible para el transporte por carretera de fuentes renovables para fines de la década, la mayor parte de la cual se estima provendrá de biocombustibles elaborados a partir de cultivos.
En un intento para compensar el déficit, la Comisión Europea quiere incrementar la participación del uso de biocombustibles no terrestres elaborados de deshechos del hogar y algas.
Las propuestas están contenidas en los muy esperados planes de la UE para abordar el impacto indirecto del cambio del uso de las tierras (ILUC) para combustibles, un tema que divide a los funcionarios, productores de biocombustibles y científicos, informó Reuters.
iProfesional.com