La empresa petrolera reconoce que 2013 será más difícil que 2012; especialistas coinciden en que hay muchos retos por resolver.
Las altas expectativas que se habían generado alrededor de la brasileña Petrobras parecen venirse abajo.
A principios de este mes, la residenta de la compañía, María das Graças Foster, admitió que la empresa, la mayor de Brasil, tendría en 2013 un año muy difícil debido a que persistirían los problemas que derribaron su utilidad neta en 2012 al nivel más bajo en ocho años.
“El 2013 será un año muy difícil, más difícil que 2012, porque tendremos que paralizar la producción en varias plataformas para mantenimiento y, al mismo tiempo, conseguir recursos para aumentar la inversión”, afirmó Foster.
Según Inter American Dialogue, Jeremy M. Martin, director del programa de Energía en el Instituto de las Américas, señaló que Petrobras era el modelo de empresa que siempre “estaba arriba”, pero que los actuales reportes mostraban un panorama distinto.
“Ya había advertencias importantes mucho antes de la situación actual. La pregunta era cómo Brasil podría continuar compitiendo sin resolver sus problemas de fondo”, aseveró.
Para Gianna Bern, presidenta de Brookshire Advisory and Research Inc. los problemas internos que vive el país, están afectando el desarrollo de la compañía.
“En este momento, a pesar de que Petrobras tiene buenos planes tecnológicos y de ingeniería para perforar en aguas profundas, la política nacional está afectando sus habilidades para su desarrollo”, comentó.
Kirk Sherr, presidente del grupo Clearview dijo que la empresa brasileña se enfrenta a la dura realidad respecto a la adquisición de equipo para realizar su trabajo.
“Las primeras proyecciones de Petrobras sobre su desarrollo en los yacimientos conocidos como presal y la rentabilidad se enfrentan a las realidades de la compleja adquisición de equipamiento y de las políticas del gobierno brasileño”, puntualizó.
Isabella Alcañiz, profesora asistente del Departamento de Gobierno y Políticas en la Universidad de Maryland, EU, dijo que la petrolera necesita aumentar el precio del combustible, pero que el gobierno no lo permitirá.
“Petrobras está intentando soportar el año lo mejor que puede, pero dado el clima político, el gigante petrolero tiene las manos atadas”.
Excelsior