La reestatizada YPF –que actúa como intermediaria de la estatal ENARSA– acumuló un nuevo tropiezo en su intento de conseguir las cargas de GNL (gas natural licuado) que estaban pendientes para cubrir las importaciones programadas de 2013.
Tras haber llamado a licitación en medio de la turbulencia cambiaria que llevó la cotización del paralelo a más de $ 8, YPF sólo pudo adjudicar 14 de las 24 cargas que estaban en juego para completar el suministro anual del buque regasificador de Bahía Blanca.
Luego de recibir ofertas de British Petroleum, Shell, Vitol, Excelerate, Petrobras, Morgan Stanley y Gazprom; la petrolera comandada por Miguel Galuccio aceptó 14 cargas a un precio promedio de US$ 17,50 por millón de BTU, un 6% más que lo pagado en los contratos cerrados a fines de 2012.
Un dato que llamó la atención fue la no presentación de los principales proveedores que tienen adjudicadas la mayor parte de las cargas de las dos terminales regasificadoras.
Se trata del grupo italiano ENI y la española Gas Natural Fenosa (GNF) que han sufrido más de la cuenta para poder cobrar las últimas entregas de GNL que enviaron al país.
Para este año, el Gobierno programó una compra récord de 83 barcos de GNL para compensar el déficit de la producción gasífera local. De ese paquete, ahora quedan 10 suministros por cubrir para la terminal bahiense.
Clarin