Fuerte expectativa por la reunión de Cristina y Rousseff

Será una reunión con “agenda abierta”. Esto significa que hablarán de todos los temas de la relación bilateral y buscarán limar las asperezas que protagonizaron Brasil y la Argentina en los últimos tiempos. En este contexto, las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Kirchner se reunirán hoy en la Casa Rosada rodeadas de los gabinetes de ambos gobiernos.

La presidenta de Brasil ya adelantó el clima que habrá en el encuentro: “Tenemos una agenda bastante amplia con la Argentina. Siempre discutimos todas las relaciones, las comerciales, las inversiones. Iremos a discutir todos los asuntos”, dijo.
Cristina Kirchner, en tanto, sólo dijo ayer que con Rousseff analizará “cómo logramos seguir consolidando y desarrollando el sector autopartista” entre ambos países. No dio mayores detalles.
No obstante, se supo que en la “agenda abierta” habrá temas ríspidos de la relación bilateral, como la decisión de la minera brasileña Vale de suspender una millonaria inversión en Mendoza, las polémicas trabas al comercio que impone Guillermo Moreno, la salida de Petrobras y la necesidad de la Argentina de contar con financiamiento del país vecino para realizar obra pública.
Fuentes diplomáticas de Itamaraty confiaron ayer a LA NACION que Rousseff llegará a Buenos Aires con “buena predisposición, pero también con muchos reclamos en la mano” para la Argentina.
La presidenta de Brasil arribará este mediodía a la Casa Rosada y mantendrá un encuentro con Cristina Kirchner hasta las 17, en el que irán pasando al despacho presidencial los ministros de cada área para tratar temas en particular. Este mecanismo de intercambio de opiniones con ministros se usó en la última reunión que ambas mandatarias mantuvieron en diciembre pasado en Brasilia. Luego quedaron en reunirse en El Calafate el 8 de marzo, pero ese encuentro debió posponerse por el fallecimiento del ex presidente venezolano Hugo Chávez.
La reunión bilateral no se agotará por la tarde. A las 21, las dos presidentas compartirán en el Museo del Bicentenario una cena de gala y sólo allí hablarán en público. La jefa del Estado de Brasil se quedará a pasar la noche en Buenos Aires. Para pasado mañana Dilma Rousseff no tiene aún una agenda concreta, pero se sabe que se irá al mediodía y que podría reunirse con empresarios.
Quizás el tema de la salida de Vale del país sea el más complejo de abordar por Cristina Kirchner y Dilma Rousseff. Es que hasta ahora no hay una solución a la vista para esta minera que tiene participación del Estado brasileño y que decidió suspender en marzo una inversión de 6000 millones de dólares para extraer potasio en Río Colorado, Mendoza. Esto derivó en anuncios de despidos que afectarían a por lo menos 3000 trabajadores. La Argentina se quejó por esta decisión unilateral de Vale y Brasil aún no dio respuestas.
Por otra parte, en el temario de la cumbre presidencial también está la decisión de Petrobras de desprenderse de estaciones de servicio en el país, lo que se sumaría a su menor presencia en áreas de energía y refino de combustibles. Se mencionó una pelea de las brasileñas Oderbrecht y Andrade Gutiérrez contra el oscuro empresario kirchnerista Lázaro Báez para comprar Petrobras. Hasta ahora nadie terció en esa puja.
El eterno conflicto de las trabas comerciales que impone Moreno también estará en la mesa. Dilma Rousseff ya dio señales de su malestar y el de los industriales de San Pablo por esa política proteccionista. Después de muchos años de tener una balanza comercial con superávit, Brasil cerró 2012 con US$ 80 millones de déficit en el intercambio comercial con la Argentina y en Itamaraty atribuyen esto al grifo de Moreno.
Como contrapartida de este escenario, Rousseff tiene un as en la manga: ante la falta de acceso al crédito internacional que padece la Argentina, Brasil, por medio del Banco de Desarrollo de Brasil, se convirtió en el principal financista de la infraestructura argentina. Así, Cristina Kirchner buscará cerrar acuerdos para aumentar esta línea de créditos con vistas al año electoral que enfrenta.
Por último, se pasará revista a la situación del Mercosur, ya que tras los comicios de Paraguay este país busca regresar al bloque, pero su Parlamento debe aprobar antes el ingreso de Venezuela.
La Nacion
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Cumbre de presidentas

Cristina Kirchner anticipó ayer que en el encuentro hablarán del sector autopartista. Por la noche habrá una cena de honor.

Las presidentas de Argentina y de Brasil concretarán hoy y mañana en Buenos Aires un encuentro bilateral dos veces postergado, con la economía como eje central de una agenda abierta. “Hablaremos de cómo logramos entre argentinos y brasileños desarrollar el sector autopartista, que genera tanto valor agregado y trabajo”, anticipó Cristina Fernández de Kirchner horas antes de recibir en la Casa Rosada a Dilma Rousseff. Otros temas que se pondrán sobre la mesa tienen que ver con el intercambio comercial, la relación con la minera de capitales brasileros Vale, luego de que decidiera retirar una inversión de 6000 millones de dólares en la provincia de Mendoza; el futuro de Petrobras en la Argentina, los próximos pasos del Mercosur tras la muerte del venezolano Hugo Chávez y la normalización de la situación de Paraguay, anticiparon fuentes de Cancillería y del gobierno argentino.
“Parte de la charla que vamos a tener cuando nos visite nuestra querida amiga y colega y compañera Dilma Rousseff va a ser precisamente eso, cómo logramos entre Argentina y Brasil seguir consolidando y desarrollando el sector autopartista”, expresó ayer CFK en un acto en la localidad bonaerense de Tortuguitas, en el que destacó “cómo ha crecido y cómo se está ahora produciendo y relocalizando el tema de las autopartes, que es central” en la estructura industrial de la región. “Por eso es tan importante esta asociación estratégica con Brasil para desarrollar el sector autopartista porque agrega mucho valor.”
Según estaba previsto, a mediados de este año debía firmarse un Pacto Automotor Común destinado a reducir el desequilibrio entre las industrias de esa rama de ambos países, que el año pasado beneficiaron a Brasil en más de 8000 millones de dólares. Aunque las reuniones a nivel ministerial por este asunto vienen llevándose a cabo desde febrero, el retraso de este encuentro entre ambas pone en duda que vaya a llegar a cumplirse el cronograma.
La situación de la minera Vale, que tenía planeado invertir 6000 millones en una mina de potasio en la provincia de Mendoza, y ahora anunció su retiro luego de que el gobierno argentino no aceptara rever las condiciones de la concesión, será, se presume, el tema más caliente a tratar en las reuniones que tendrán Fernández de Kirchner con Rousseff.
Aunque CFK intentará una mediación de su par con los directivos de la empresa, el gobierno brasileño ya tomó distancia del asunto. Su ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, opinó al respecto que “la suspensión de actividades de Vale fue decidida por la junta directiva de la compañía” y que “hay situaciones en las que se toman las decisiones por parte de actores privados.”
De todas formas, el temario no se agota allí: “Tenemos una agenda bastante amplia con Argentina. Siempre discutimos todas las relaciones, las comerciales, las inversiones. Iremos a discutir todos los asuntos”, adelantó Roussef el martes pasado. La situación de las inversiones de Petrobras en la Argentina, que la petrolera brasilera planea reducir y las condiciones que pone la Secretaría de Comercio local al comercio bilateral seguramente tendrán su momento .
Según pudo averiguar Página/12, además de la agenda económica habrá otra relacionada con la política regional y los nuevos desafíos para el Mercosur y la Unasur tras la muerte del ex presidente de Venezuela Hugo Chávez. Además, se discutirá el reingreso de Paraguay al Mercosur, que había sido suspendido del organismo tras el golpe de Estado institucional al ex mandatario Fernando Lugo y ahora normalizó su situación, aunque los comicios del fin de semana pasado dejaron en el poder a un candidato que no es proclive a la integración en el bloque.
La reunión que se llevará a cabo hoy y mañana había sido acordada en diciembre, en Brasilia, luego de un largo encuentro que mantuvieron las presidentes con sus ministros en el Palacio de la Alvorada. Tan bien salió el encuentro que quedaron en repetirlo en enero en El Calafate, pero algunas demoras en las negociaciones de los acuerdos obligaron a reagendarlo para la primera semana de marzo. Esa semana murió Chávez y provocó una nueva postergación. En el interín, Cristina Kirchner y Rousseff coincidieron en Roma durante la primera misa del papa Francisco y allí mantuvieron un breve encuentro.
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