Los hidrocarburos no convencionales pueden revolucionar el mundo. Pueden cambiar la geopolítica mundial al reducir la dependencia de EE UU del crudo de Oriente Medio. También es una técnica la del fracking que viene acompañada de un debate sobre un impacto en el medio ambiente. Y en ese contexto América Latina figura con tres países entre los diez con más recursos petroleros no convencionales (Argentina, México y Venezuela, en ese orden) y con otros tres entre los diez con más de gas no convencional (Argentina, México y Brasil). La pregunta es cómo y cuándo esa riqueza se materializará y qué impacto tendrá su extracción en el agua y los suelos. De estos temas se debatió
este viernes en Buenos Aires en la clausura de una cumbre latinoamericana de gas y petróleo de esquisto.
Un ejecutivo de la empresa francesa de servicios petroleros Schlumberger, George Waters, advirtió que los operadores deberán gastar mucho dinero y “si son exitosos, ese coste inicial se diluirá”.
Les recomendó que tampoco aspirasen a descubrir siempre un Barnett Shale, que es la formación geológica del estado norteamericano de Texas donde se encuentran las mayores reservas económicamente rentables de gas no convencional de EE UU.
Un funcionario de la Secretaría (Ministerio) de Energía de México, Rodrigo Hernández Ordóñez, reconoció que su país avanza en hidrocarburos no convencionales “con baja intensidad” porque aún está “evaluando” los recursos disponibles. “No esperamos que suceda lo mismo que en Texas porque es distinta la legislación. Lo peor que nos puede pasar es que el área gubernamental de desarrollo del recurso y la de medio ambiente tengan una misión diferente, que la de medio ambiente pueda prohibir el uso de algunos químicos”, ejemplificó Hernández Ordóñez.
Un consejero de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), Mario Gabriel Budebo, que un día antes reconoció conservaciones con YPF para invertir en Argentina pero en el largo plazo, afirmó que ambos países se diferencian por su “organización industrial”. En México rige hasta ahora el monopolio estatal y en Argentina las provincias conceden áreas a las petroleras, sean públicas o privadas, y en el caso de Vaca Muerta, el principal yacimiento no convencional de Sudamérica, descubierto por Repsol en 2010, la reestatalizada YPF es la concesionaria de la mayor parte y busca socios que inviertan en ella a cambio de cesiones de porcentajes de determinadas áreas. “En México el primer paso que estamos dando es definir la organización industrial”, se refirió Budebo a la reforma energética para permitir que petroleras privadas accedan a pozos o que se asocien con Pemex.
El consejero opinó que, como es alta la riqueza mexicana en hidrocarburos convencionales, de mayor rentabilidad que los no convencionales, primero se enfocará el Gobierno de Enrique Peña Nieto en la reforma para revertir la caída de producción tradicional. “En cambio, Argentina tiene su riqueza en lo no convencional. Lo que vemos es apertura en distintos países como Colombia, Brasil, Perú, que no son predominantemente ricos en convencional. Argentina ha avanzado significativamente en regulación técnica, ambiental y fiscal del no convencional. En Brasil y Colombia están en marcha para eso. Y en México primero deberemos reorganizar la industria. Aunque somos el cuarto o quinto país en riqueza no convencional, ésta es relativamente menor a la convencional”, explicó Budebo. De todos modos, aclaró que con la reforma energética la explotación de petróleo y gas de esquisto se anticipará y no quedará para dentro de “30 años”, como sucedería, según su opinión, si solo dependiese de la inversión de Pemex.
La exploración de hidrocarburos de esquisto “no es tan riesgosa” como la de aguas profundas, en las que Pemex invierte por ahora solo en su país, a diferencia de proyectos asociativos del mismo tipo en otros rincones del planeta, según Hernández Ordóñez. Pero el no convencional “requiere una inversión sostenida por largos años”, añadió el funcionario antes de referirse al proyecto de reforma energética que tanta oposición ha encontrado en las calles mexicanas. “Que sepan los inversores que pueden desarrollar proyectos en México. Todo el mundo cobra por el desarrollo de inversiones. Nosotros tenemos una posición geográfica que nos impulsa a esto. Tenemos que ofrecer algo atractivo para que vengan las empresas que están operando en EE UU”, alentó Hernández Ordóñez.
Matías di Benedetto, gerente de exploración no convencional de YPF, contó el trabajo de desarrollo de Vaca Muerta en el último año, en solitario, antes del reciente acuerdo con la norteamericana Chevron, y destacó que “ya está demostrándose” que los recursos existentes son económicamente
explotables. También mencionó que en otras regiones de Argentina también YPF está buscando petróleo y gas de esquisto.
Benedetto admitió que la petrolera argentina ahora calcula que los recursos de gas no convencional (los segundos del mundo, tras China) son inferiores a los 802 billones de pies cúbicos que informó este año el Departamento (Ministerio) de Energía de EE UU. Y también considera que los recursos de petróleo de esquisto (los cuartos del mundo, detrás de Rusia, EE UU y China) son mayores a los 27.000 millones de barriles que calculó el Gobierno norteamericano. En Vaca Muerta, YPF buscó gas y se encontró con la sorpresa de que había más petróleo, que es más rentable, y por eso ahora está apostando más a esta explotación. Como un dato de interés, el periódico The Wall Street Journal publicó esta semana que China estaba encontrando dificultades técnicas para explotar sus hidrocarburos de esquisto. Es decir, no en todos los sitios puede repertirse la experiencia de EE UU, donde el fracking realmente haya supuesto una revolución económica.
Antes de esta discusión sobre cómo convertir en realidad la riqueza potencial del fracking en Latinoamérica, el penúltimo panel planteó la pregunta de “cuáles son las mejores estrategias para mitigar el impacto ambiental y ganar el apoyo de la comunidad”. Pero los disertantes se enfocaron en esto último, es decir, en la política de comunicación, antes que en una discusión de si nuevas tecnologías podían reducir la contaminación. El único expositor de las ONG ecologistas fue el director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos y Medio Ambiente, Jorge Taillant, esposo de una exsecretaria de Medio Ambiente argentina durante la etapa kirchnerista, Romina Picolotti, que esta semana fue citada a declaración indagatoria por una juez por presunto manejo irregular de fondos públicos.