Mientras proliferan versiones de todo tipo en torno a la reestructuración del gabinete económico una vez que la presidenta Cristina Kirchner restablezca plenamente sus funciones a cargo del Ejecutivo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el funcionario de peor imagen pública y el que más encono despierta entre sus competidores en el área económica, sigue adelante con su proyecto de flexibilización las condiciones de suscripción del Bono Argentina de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade), a fin de reactivar el ingreso de divisas al mercado local.
Nicolás Gandini.- Moreno desplegó, en esa dirección, una jugada agresiva. Recibió, los primeros días de la semana pasada, en las oficinas de Diagonal Sur a Carlos Bulgheroni, dueño de Bridas y el empresario nacido más rico en estas tierras. En la mañana del lunes 4, el menor de los Bulgheroni, cerebro de Bridas, el holding petrolero que controla Pan American Energy (PAE) y cuya propiedad comparte también la china Cnooc, arribó a Comercio Interior con un objetivo específico: interiorizarse de primera mano de la posibilidades reales de que el Gobierno modifique el régimen del Baade.
El 1° de octubre, Bridas informó su intención de ingresar US$ 500 millones al país bajo el paraguas del bono, lanzado en mayo en el marco de la Ley de Exteriorización de Capitales (blanqueo) para financiar obras en de infraestructura hidrocarburífera. Sin embargo, 40 días después del anuncio, la suscripción aún no se ha concretado. Alejandro Bulgheroni, hermano mayor de Carlos, dijo en la última Argentina Oil & Gas (AOG), realizada en La Rural, que la petrolera irá ingresando los fondos a medida que precise apalancar sus proyectos de inversión, que superan los US$ 2000 millones si se contemplan en conjunto iniciativas en los yacimientos y en el sector de refinación.
Al igual que mineras, cerealeras y automotrices, Bridas está a la espera de la flexiblización de las condiciones de los títulos. Moreno, alineado con el viceministro de Economía, Axel Kicillof, quiere habilitar la creación de un mercado secundario en pesos para el bono, con un valor intermedio entre el tipo de cambio oficial y el dólar blue. Aspira a convertirlo en una herramienta para vigorizar la entrada de divisas a fin de detener la sangría cada vez más acentuada de las reservas del BCRA. Pero el secretario de Comercio Interior no las tiene todas con sigo. La titular del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, apuntalada por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, alfil de Amado Boudou, bloqueó sus últimos movimientos y demoró la prometida modificación regulatoria del esquema del bono.
Allegados a Bridas confían en que, más temprano que tarde, el Gobierno avanzará en ese sentido. “Si no es el Baade será algún instrumento similar. La Argentina precisa de manera urgente reactivar el ingreso de dólares a la economía, por lo que alguna decisión habrá que tomar”, precisaron.