El Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno vasco entiende que la nueva normativa estatal sobre el la polémica técnica de extracción de gas del subsuelo ‘fracking’ -aprobada por la puerta de atrás en las Cortes Generales el pasado mes de octubre- es satisfactoria porque aporta más «garantías» de protección a la naturaleza y considera que retrasará «notablemente» las perforaciones previstas en el País Vasco, especialmente en Álava. La nueva regulación, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 30 de octubre, exige que todas las exploraciones del subsuelo cuenten con una evaluación de impacto ambiental que sea sometida a información pública, es decir, los afectados podrán presentar alegaciones.
Las medidas sobre la fractura hidráulica vienen recogidas de tapadillo en la ley para la garantía del suministro eléctrico de las islas y otros territorios extrapeninsulares. Pese al objeto de la ley, la regulación se aplicará en toda España. Según la consejera vasca de Medio Ambiente, Ana Oregi, la normativa «afecta» al «desarrollo» del ‘fracking’ porque «hasta la aprobación de esta nueva ley, los sondeos de exploración de hidrocarburos […] estaban sometidos a evaluación de impacto ambiental pero no se requería trámite de información pública». Ahora sí y, por lo tanto, «los plazos […] se van a dilatar notablemente en el tiempo, retardando la ejecución de los sondeos proyectados».
Hay 17 permisos de ‘fracking’ en el País Vasco, la mayoría de ellos en Álava
La lectura que hicieron los partidos que se opusieron en las Cortes Generales a estas limitaciones al ‘fracking’ es que son eso, limitaciones, y no una prohibición de una técnica que consideran peligrosa y agresiva. En este sentido, la regulación estatal essimilar a la que aprobó el Parlamento Vasco unos días antes, el 10 de octubre. Se acordó restringir el ‘fracking’ en espacios naturales, pero no vetarlo. La filosofía recogida en esa Ley de Conservación de la Naturaleza es la siguiente: «[Se persigue] Establecer cautelas para que [el ‘fracking’] no pongan en riesgo los valores a proteger, pero nunca de cerrar el paso de una manera radical a potenciales desarrollos económicos».
Según informó el Gobierno vasco en mayo, las compañías han solicitado 17 permisos para explorar posibles pozos de gas, de los cuales 10 se concentrarían en Álava. Medio Ambiente ha reservado una partida para realizar estudios sobre ‘fracking’ en 2014, pero no para perforaciones, según los datos facilitados al Parlamento a instancias de Natalia Rojo (PSE-EE).