Si hay despidos en refinerías, parará la producción. Dijo que YPF está “reventando a las empresas chicas”.
El senador nacional y titular del gremio de petroleros, Guillermo Pereyra, amenazó ayer con lanzar un “paro total” si las pequeñas refinerías de Plaza Huincul comienzan a despedir personal, situación que podría darse en la próximas horas.
El sindicalista disparó además contra el CEO de YPF, Miguel Galuccio, a quien culpó de la situación de las pymes del sector: “está reventando a las empresas chicas porque no quiere competencia”, sostuvo, y dijo que el propio ejecutivo petrolero le reconoció que quiere sacar del juego a estas compañías.
Según Pereyra, por estas horas sería inminente el envío de telegramas de la firma Petrolera Argentina, que busca algún tipo de exención impositiva para paliar una crisis de rentabilidad. “Van a despedir a 280 trabajadores y no lo vamos a permitir”, dijo en diálogo con “Río Negro”. El líder de petroleros aseguró que de llegar un solo aviso van a parar los yacimientos de la Cuenca Neuquina por 24 horas a partir de las 20 de hoy.
Enojado con la falta de respuestas de Nación ante el reclamo de las pymes productoras de combustibles, Pereyra criticó duramente contra el titular de YPF, a quien culpó de la situación.
“Esto es producto de la obra de Galuccio, les puso un cerrojo porque no le interesa que compitan en el mercado con él; por eso las quiere eliminar”, indicó el dirigente.
Dijo que el CEO de la petrolera se lo comentó a él personalmente y agregó en el paquete a las petroleras provinciales: “me dijo que no tendrían que participar del negocio”, sostuvo Pereyra, que de paso criticó duramente el borrador de proyecto de ley que lanzó Nación y que según él recortará poder a las provincias.
“Galuccio quiere manejar la política energética del país”, disparó el sindicalista.
Sobre la situación de Petrolera Argentina, indicó que existe un diálogo entre el Ministerio de Trabajo de la Nación y el empresario Miguel Schvartzbaum.
La viceministra de Trabajo, Noemí Rial, habría pedido cinco días más de tiempo para acercar una propuesta.
Sin embargo, por más que existe una conciliación obligatoria en marcha, no se trata de un conflicto gremial tradicional.
Lo que existe por ahora es un reclamo de la refinería de Plaza Huincul que busca beneficios impositivos. Denuncia que la importación de combustible subsidiado por parte de las grandes refinadoras la deja fuera de juego y complica su rentabilidad porque no puede competir contra sus precios. “A este paso, sólo van a dejar la gente de mantenimiento, porque no van a producir más”, dijo.