YPF QUIERE CAMBIOS INMEDIATOS PERO LOS GOBERNADORES JUEGAN CON EL RELOJ Y NO RESIGNAN.
Los gobernadores petroleros que integran la mesa chica de la Ofephi -aquellos cuya producción mueve las agujas del país- prefieren no expresar públicamente su relación con Nación, en el marco de la discusión por la nueva ley de hidrocarburos, en términos de triunfos y derrotas.
Sin embargo, están seguros de dos cuestiones. Por un lado, creen que pudieron desactivar el “borrador de Olivos”. Por el otro, saben que el tiempo les juega a favor, a diferencia de las necesidades de la petrolera nacional dirigida por Miguel Galuccio, que trabaja con urgencias por el arribo de inversiones.
El gobernador Jorge Sapag confirmó que esta semana estaba previsto avanzar “artículo por artículo” en la redacción del nuevo proyecto. Sin embargo el frente abierto por la agenda de los fondos buitre modificó las prioridades del gobierno Nacional.
De todos modos, en la cabeza del neuquino no hay planes para cerrar un texto a las apuradas. Más aún, sus colaboradores directos están seguros que una norma no resolverá sola el problema de la llegada de inversiones.
Por este motivo fue que la Ofephi acercó, como contrapropuesta del borrador de Olivos, una serie de puntos para mejorar la promoción en las inversiones. Creen que efectivamente allí reside el freno a la llegada de inversiones a Vaca Muerta. La frase utilizada por un colaborador fue “no es el carry, GyP, YPF ni Galuccio, son las condiciones”.
En los planes de Sapag -aún cuando acuerda en no aumentar las cargas impostivas- no figura que sean las provincias ni sus empresas públicas quienes lleven el peso. Por eso la visita a la provincia del gerente de Asuntos Institucionales de YPF, Gonzalo López Nardone cayó mal. El ejecutivo criticó el rol de las petroleras provinciales y pidió que la única condición para el ingreso a las áreas sean las inversiones.
“¿Qué les importa lo que hace GyP? ¿Ellos tienen 13 mil kilómetros de Vaca Muerta y quieren más?”, se preguntó un colaborador de Sapag. La idea, viralizada entre los cuadros del gobierno neuquino, es que YPF intenta avanzar sobre las provincias sin respetar sus autonomías y las facultades como dueñas del recurso. Por eso, reiteran, no tienen apuro en avalar un proyecto que cargue con las costas a la provincia.
Sapag confirmó que se firmaron dos MOU (memorándum de entendimiento) con YPF. Uno como autoridad de aplicación y otro como GyP. Los textos aspiran a mantener bajo “absoluta reserva”, las negociaciones por las 23 áreas que comparten. Es el “caso por caso” que propuso el gobernador. “Donde seamos un obstáculo para las inversiones, nos corremos sin problemas y con la correspondiente compensación”, suele repetir Sapag.
Lo que el gobernador propone es que cada uno haga su juego, sin interferencias. Que el propietario de los recursos, la Provincia, no pierda sus derechos de cobrar por la explotación del área ya sea vía canon u otra modalidad, más el “government take” (impuestos, regalías, etc.). Y que el concesionario del área acuerde los negocios que sus socios estén dispuestos a hacer. Algo que en el corto plazo parece bastante difícil de conciliar con la postura de YPF.