Sobre la ley de hidrocarburos propuesta por el gobierno
Por Laura García Vázquez
A la hora de escribir esta nota todavía no ha sido aprobada, y esperemos que no lo sea el próximo miércoles 29 de octubre, la nueva Ley de Hidrocarburos. En realidad no es una nueva ley sino la modificación de la actual. Mi intención es que lo aquí dicho constituya un aporte para el trabajo que los argentinos tendremos que darnos con el objetivo de recuperar nuestra Soberanía Energética, algo estratégico y fundamental para cualquier país.
Es llamativo el silencio que rodea esta modificación, es injusto y antidemocrático el proceso de decisiones tomadas y es por eso que necesitamos identificar a los diputados responsables de su aprobación en el caso que así sea. También debemos identificar al sistema político que permite estos pasos y que es necesario cambiar hacia el futuro, dadas las malas consecuencias que origina.
Por todo esto, quiero detenerme en algunas características de este paso en el proceso de entrega, dependencia y contaminación que, insisto, debe ser revertido.
Modelo de Desarrollo
El proyecto manifiesta una doble debilidad, la primera ligada a la dependencia neocolonial que toma a Estados Unidos como modelo y ejemplo por haber logrado su autoabastecimiento explotando los “no convencionales” utilizando fracking o fractura hidráulica.
Esta visión hace que se plantee como una “inmejorable oportunidad de desarrollo” una política impuesta desde afuera. Esto anula la posibilidad de podernos plantear una verdadera y democrática discusión sobre qué modelo de desarrollo queremos en el fin de la era de los hidrocarburos, y también, esta forma de accionar consolida aún más una matriz energética regresiva, poco diversificada y poco estratégica, basada casi con exclusividad en los combustibles fósiles con el perjuicio que trae y seguirá trayendo en vistas a garantizarle a la población el derecho a la energía, que es un bien social y un derecho humano.
Vale la pena aclarar que una matriz no puede cambiarse de un momento para otro, por lo tanto en el supuesto caso de que el pueblo logre tener en el futuro un gobierno que sí responda a los intereses nacionales y populares con respecto a la energía éste se vería en serias dificultades por el daño que se ha producido en la materia en nuestro país en los sucesivos gobiernos desde la década de los 90.
Acuerdo antidemocrático
El proyecto de modificación fue concebido en un acuerdo entre las provincias que componen la Organización Federal de estados productores de hidrocarburos, dejando de lado, no solamente las poblaciones sino todo el resto de las provincias que nos veremos involucradas en el futuro cercano por estas decisiones.
Cuanto más privada y más extranjera sea la empresa, más beneficios…
Queremos señalar acá que no estamos hablando de cualquier bien, estamos hablando de un bien estratégico, que por lo tanto debe ser cuidado con responsabilidad para los intereses nacionales y populares, es decir, de todos los argentinos. Bajo esta premisa es totalmente inaceptable e inentendible la falta de defensa de lo público. El primer punto que nos llama la atención es parte de los fundamentos del Acuerdo en el que se basa el proyecto y sostiene promover: “mecanismos promocionales para grandes inversiones de empresas nacionales e internacionales”
El segundo es el propuesto como ARTÍCULO 91 bis: “Las provincias y el Estado Nacional , cada uno con relación a la exploración y explotación de los recursos hidrocarburíferos de su dominio, no establecerán a futuro nuevas áreas reservadas a favor de entidades o empresas públicas o con participación estatal, cualquiera fuera su forma jurídica.”
Para ser totalmente claros, señalamos un ejemplo: Panamerican Energy puede establecer más áreas reservadas, cosa que no puede hacer YPF a pesar de ser una Sociedad Anónima.
Sólo regalías y las más bajas de Latinoamérica
Este proyecto deja muy claro que no puede cobrarse ningún tipo de impuesto ni provincial ni municipal por fuera de las exiguas regalías. Estas regalías que deben pagar las empresas no solamente se establecen en un 12%, menos de la mitad de lo que cobra Colombia, país caracterizado por ser “amigable” con las empresas, sino que en el mismo proyecto sostiene que pueden bajarse al 5%, y ahí no queda la cuestión, sino que vuelve a establecer, siempre en el marco de la ambigüedad general, que pueden reducirse un 50% más, es decir, quedar en el 2,5% para el caso de la explotación off shore.
No es posible entender que haya representantes argentinos que levanten la mano aprobando este proyecto sino es bajo el signo la dependencia.
Propuestas
YPF debe ser 100% nacional, estatal y pública. Entendiendo como público un concepto superador de lo estatal que permita la democratización y el control por parte de todos. Debemos sumar la recuperación del 100% de los hidrocarburos para garantizar el derecho a la energía de TODOS LOS ARGENTINOS. También le decimos NO al FRACKING EN LA ARGENTINA por todos los peligros y problemas que esta técnica implica como está demostrado en el documental de Luis Rojas NI AQUÍ NI ALLÍ NI EN NINGÚN LUGAR. Debemos ir urgentemente hacia una matriz diversificada que incorpore fuertemente las energías limpias y renovables y un uso democrático de las mismas.
Es sumamente necesario realizar una Auditoría de reservas convencionales de hidrocarburos y racionalizar el uso de los mismos así como promover y realizar una fuerte integración energética con América Latina.
Todas estas medidas tan simples y razonables no pueden tomarse debido a que la representatividad política en nuestro país no responde a los intereses del pueblo y del futuro, y he aquí nuestro principal problema. La inmensa mayoría de los representantes del gobierno y la oposición tienen ante la dependencia la inexplicable actitud de resignación o indiferencia en lugar de pelear fuertemente por nuestros bienes comunes invitando a la población a compartir esta lucha.
Nos queda construir una alternativa política enfrentando la cultura de la dominación, no importando cuánto nos llevará esta tarea.