Verónica Pelayes, la auxiliar del Poder Judicial herida durante el intento de desalojo de diciembre de 2012, declaró durante casi 40 minutos, relató los hechos de ese día y acusó a Relmu Ñamku de haber sido quien arrojó la piedra que le provocó las lastimaduras en el rostro. También declaró un empleado de la petrolera que, en contradicción con Pelayes y la Fiscalía, señaló a Mauricio Rain como el autor del piedrazo.
Fue el día más esperado por la parte denunciante. Pelayes recordó los hechos del 28 de diciembre de 2012, reconoció que fue presionada por su superior del Poder Judicial y también por la petrolera para, el último día hábil del año y previo a la feria judicial, llegar hasta la comunidad Winkul Newen. Y señaló que le habían precisado que setrataba de una notificación pero, ya en la comunidad, comprobó que era mucho más que eso, con presencia de camionetas de la empresa y una retroexcavadora.También afirmó que el abogado de la petrolera Apache, Mariano Brillo, presionó durante todo el operativo para que los vehículos de la empresa ingresen al territorio mapuche.
La auxiliar de Justicia le habló directamente aljurado (integrado por doce personas), les contó a ellos las consecuencias en la salud luego de ese día y les dijo que fue Ñamku quien la hirió. Sostuvo que la acusada había dicho “hoy alguien tiene que morir”. Aunque sólo Pelayes escuchó esa amenaza, la fiscal Sandra González Taboada la tomó como un hecho para acusar por “tentativa de homicidio” y solicitar 15 años de cárcel para Ñamku.
Durante todo el proceso judicial la fiscal Taboada y el abogado denunciante, Julián Alvarez, afirmaron en reiteradas oportunidades que la auxiliar del Poder Judicial fue herida por la piedra que rompió el vidrio del vehículo (del lado del conductor). Y siempre apuntaron a Ñamku.
Sin embargo, un testigo solicitado por ellos (el empleado de Apache Miguel Belani) contradijo esa hipótesis. Él estaba a pocos metros de la camioneta de Pelayes, presenció los hechos y afirmó que Mauricio Rain (también acusado en el juicio pero con una carátula menor) fue quien arrojó esa piedra.
La jornada fue corta (sólo durante la mañana) y declaró un segundo empleado de Apache, quién manejaba la retroexcavadora. Afirmó que no vio quién arrojó la piedra a Pelayes, que varios integrantes de la comunidad estaban con piedras y que le rompieron todos los vidrios de la maquinaría pesada que él conducía. Reconoció que durante todo el operativo estuvo con el motor encendido (la comunidad había precisado que la excavadora en todo momento estaba prendida y maniobrando con intenciones de ingresar).
Todos los testigos que declararon hasta elmomento (más de diez) fueron solicitados por la querella. Ninguno (salvo Pelayes) identificó a Ñamku.
Tomado del Diario del Juicio, seguilo en http://amnistia.org.ar/relmu