Esa es la pregunta que perturba al intendente del Parque Nacional Calilegua, Néstor Sucunza. La respuesta debería estar en el Plan de Desarrollo del Yacimiento Caimancito, que el organismo conservacionista le exige a la empresa china JPH International Petroleum Engineering, operadora del área desde 2011. Esa ‘gran pregunta’ contiene otra, no menos importante, ¿por qué hasta el momento no se estableció un diálogo con la provincia de Jujuy, que tiene el dominio del recurso, para definir el futuro de la explotación petrolera en el área protegida?
Por OPSur.- Néstor Sucunza se hizo cargo de la gestión del Parque Nacional Calilegua a principios de año y, si bien aún no resolvió la posición institucional sobre el Yacimiento Caimancito, entiende que hay dos posibilidades para gestionar este contradictorio caso. Por un lado, plantea que se podría obtener un “área de compensación”, la otra alternativa es que, a diferencia de lo acontecido hasta ahora, se maneje el bloque de la mejor manera posible, que sea un “yacimiento modelo” hasta su cierre definitivo. “Tiene que haber una política institucional para que cuando este yacimiento se extinga, irremediablemente no quede como un pasivo ambiental residual del que nos tengamos que hacer cargo”, advierte. “El yacimiento tiene que terminar como un Parque Nacional, lo que no tengo en claro es quién paga la fiesta”, subraya. Si bien aún no tiene una posición firme sobre el tema, en la entrevista con OPSur delineó en qué términos se está discutiendo el futuro de la explotación.
– ¿En qué situación está la relación del Parque con el Yacimiento?
– El punto culminante de este yacimiento es la resolución 240/10, que obliga a la empresa a presentar un plan de explotación hasta el 2017, que es cuando finaliza el convenio. El tema es complicado porque la tercera pata es la Provincia, que tiene derechos sobre el yacimiento. En mi opinión la alta política pública –no estoy hablando de política partidaria–, donde confluyen niveles decisores políticos, es necesaria para hacer las cosas bien. Ahora, hacer las cosas bien en un yacimiento de petróleo que hace 50 años que viene largando hidrocarburos… En principio son como dos niveles, una cosa es lo diario: tenés una cañería que exuda, la determinamos, se resuelve a nivel técnico; y otra es a nivel de la escala política: ¿cómo sigue el yacimiento hasta su extinción?
Ante un área natural protegida, de una categoría tan especial como es un Parque Nacional, el tema es muy delicado, y esto no es una excusa. El tema del yacimiento Caimancito, esto es una posición personal, es una situación heredada. A diferencia de otros como Laguna de Llancanello, donde está la reserva, está la explotación, y se frenó el avance sobre la laguna. A nosotros esto fue con beneficio de inventario: “Te hacés cargos de los bienes, pero también de las deudas del difunto”. Y el difunto era bastante desprolijo, en el caso de YPF, que hoy es residual. Y ese sector de YPF residual se tiene que hacer cargo. Pero eso es parte de la política institucional.
En realidad es un sector del Parque Nacional, son un poquito más de 4 mil hectáreas de un parque de 76 mil, que, si bien no tienen áreas impactadas tan directamente como el yacimiento, tiene otros problemas. La opinión en general es que esas 4 mil hectáreas es una de las áreas más diversas de Parque, yo tengo algunas dudas, no porque no sea diversa, pero me cuesta creer que no haya otras áreas iguales, incluso fuera del Parque, sobre todo en la zona norte hay una serie de fincas no tan grandes, hay una de una superficie idéntica al yacimiento, que es la finca Pantanoso, a la que el dueño la tiene sin explotar, ni siquiera ganadera. Es impresionante. Es diversa. Esa es una posición. La otra es conducir el proceso de un yacimiento en un Parque Nacional de la mejor manera posible, y la única receta es hacer las cosas bien en todo sentido. Por ejemplo, a la empresa se le está exigiendo que demuestre qué va a hacer, cómo sigue el yacimiento. Me lo tenés que decir, para saber qué vamos a hacer y, por otro lado, tenés el componente -que hace 30 años no existía- de que es el Estado provincial el que tiene injerencia en esa explotación. Y tiene tanta injerencia que hasta puede prorrogarle el contrato y establecer las pautas de ese contrato. Eso es lo que por ahí complica la situación. Igual lo complicado también es interesante, sino sería todo muy aburrido, y en eso estamos.
La Provincia, en ese triángulo, tiene que definir cómo sigue el yacimiento. En definitiva no es la empresa la que toma esas decisiones.
-¿Se han reunido con Provincia por el tema?
-No, no. Eso falta. En eso estamos. Es algo que estoy recomendando y es algo que me reconocen como una falencia. Es que las relaciones son: Parques Nacionales y la empresa, la empresa y la Provincial, y hay que cerrar el triángulo. Que Parques y la Provincia no se junten es una falencia. Esa unidireccionalidad de Parques hacia la empresa es un error, por el contrario debe haber afinidad, de hecho hay afinidad política, entre la estructura del poder político nacional y el gobierno provincial. Y con ese acuerdo de alta política pública es como se debe, en mi opinión, sentar a la empresa. Parques es un organismo que maneja más territorio que la provincia de Tucumán, casi igual que la provincia de Misiones. Anexando un parque más del tamaño de Nahuel Huapi, Parques manejaría un territorio igual que el de la provincia de Neuquén.
Más allá de que sea 2017 ó 2027 el cierre de la explotación, lo que es irreversible es que esto se extingue. El tema es cuando eso se extinga quién hereda el gran pasivo ambiental. ¿La provincia? ¿El Parque?
-¿Y eso se está conversando?
-Esos son los verdaderos términos de diálogo a los que yo quisiera llevar la situación. Esa conversación está en una resolución que intima a la empresa a presentar un Plan de Explotación para ver cómo sigue. Mientras tanto, está como está, en el sentido de que no puede ni aumentar la producción ni realizar mejoras, más allá de poner la ‘poxilina petrolera’, pintar y adecuar la casilla del motor eléctrico, las normas de seguridad, incluso ambientales. El tema es ¿qué hacemos con los pasivos? No son residuos, son instalaciones, que en algún momento van a ser residuales, van a dejar generar petróleo y van a estar.
Una de las cosas que también entendí es que hay una forma de sellar los pozos. Si bien nada es seguro, el sellado de los pozos inactivos nos daría una garantía de seguridad en el correr de los años de que la situación termine ahí. Con los pasivos actuales hay que actuar ejecutivamente. Por ese lado, es la instancia de entendimiento que estoy tratando de promover con la Provincia, sobre todo en términos técnicos. Ahora tiene que haber una política institucional para cuando este yacimiento se extinga, que eso no quede como un pasivo ambiental residual y nos tengamos que hacer cargo. A parte sería vergonzoso de cara a la sociedad.
-¿Qué voluntad hay? Porque hay dos abordajes diferentes de una misma área: el Parque que tiene como fin la conservación y la Provincia que tiene como finalidad obtener renta de un recurso natural no renovable.
Para pagar sueldos a los estatales, por ejemplo.
– Sí, no es el principal yacimiento del país, representa un porcentaje ínfimo de lo que se extrae. Pero para la provincia, le representa un ingreso.
– Eso es lo que hay que ver y esa es una de las cosas que he yo escrito de alguna manera. ‘¿Realmente para la provincia representa un ingreso destacado?’ Igual hoy se agarra cualquier cosa, porque realmente la necesidad es mucha, sobre todo ante la adversidad económica; pero esto fue una constante en los últimos 200 años, con esa excusa…
Toda relación exige acuerdo, en este caso un acuerdo de alta política pública. ¿Cómo sigue eso? Es un acuerdo. Pero además, llegado el caso de decir “realmente no es importante la renta de ese yacimiento”, eso no cambia, en mi opinión, el fondo de la cuestión que es quién se hace cargo de los pasivos ambientales. No de los que generó esta empresa o la anterior, sino desde que YPF llegó al lugar. ¿Quién se hace cargo? ¿La provincia con partes de la regalías? ¿YPF residual? Porque está el pasivo ambiental, es evidente. Yo estoy proponiendo fijar una posición institucional univoca. Univoca no en el sentido de que nos pongamos todos de acuerdo sino de que la autoridad política de la institución [Administración Nacional de Parques] tome una posición, nos guste o no a los que estamos en otro lugar de la estructura de la administración. En esto para mi es clave, y es lo que me estoy haciendo entender en el nivel central y regional de Parques, que la Provincia tiene que estar sentada en la mesa también. Reconozco el error institucional de dirigirse casi unidireccionalmente a la empresa. En los archivos casi no hay ninguna intervención del Estado provincial y es importante porque es quien posee el dominio del subsuelo. Yo creo que la situación se retrotrae a un par de años atrás, cuando se le exige a la empresa que presente un plan de explotación. Ahora es importante triangular esa exigencia con la Provincia. Hay que decirle a la Provincia que también es la responsable de que eso termine saneado o que la empresa se encauce de alguna manera para hacer las cosas bien. Ahora la discusión… alguien tiene que pagar el pasivo ambiental.
Uno quisiera que no produzcan más los pozos dentro del Parque. Si hoy la explotación se termina, la empresa levanta y se va a otro lado. El tema es que nos deja ese enchastre y nos tenemos que hacer cargo, y esta vez sin ningún operador en el terreno, salvo nosotros. Yo no tengo una brigada de sellado de pozos, no tengo la capacidad operativa de hacerme cargo. Entonces hay que conducir esa situación. Bien podría un juez establecer que no puede haber explotación petrolera en un Parque. Perfecto. Igual yo me voy a tener que seguir haciendo cargo del yacimiento, en términos residuales. Porque son bombas de tiempo: hay cañerías, hay pozos inactivos que perfectamente pueden empezar a perder. El pozo inactivo está latente.
– Más allá de que hace cinco meses se hizo cargo del Parque y de que en esta mesa falta una pata. Indagando en los diálogos anteriores, ¿se ve que la Provincia contempla que el yacimiento está ubicado en un Parque Nacional?
– A mí no me consta en la documentación administrativa, y por el poco tiempo que estoy no tengo aún relacionamiento con el personal de la Provincia. Yo veo que la Provincia, como toda provincia petrolera, aborda la situación desde el punto de vista de las regalías, que es un instrumento importante para la distribución de la riqueza. El tema es el ambiente: ¿A costa de qué?
– ¿JHP ya presentó el Plan de trabajo?
– No consta en esta intendencia, entiendo que aún no. Tuve conversaciones ayer con el nivel central y se les va a recordar la vigencia de una resolución firmada por el directorio donde deben presentar el plan de explotación hasta la finalización de la concesión, más allá de que la Provincia sea la que está facultada para concederles 10 años o 40 años más. No Parques.
– ¿Parques tienen algún poder de veto sobre esa concesión?
– No está especificado.
– ¿No está especificado cuando se hace la transferencia del dominio?
– Por eso es importante, una de las cosas que acordamos es pedirle a la empresa, además del plan de explotación, que presente los derechos por los cuales está explotando el yacimiento, cuáles son los términos del contrato. De qué se tienen que hacer cargo y qué no. Y esa es la discusión que hay que dar con la Provincia, en mi opinión, no con la empresa, que puede cambiar a fin de mes.
En mi opinión se puede, con no poco esfuerzo, conducir un proceso que vaya remediando este enchastre, y la otra posibilidad es, siendo algo tan singular de un yacimiento de 4 mil hectáreas de las 3.800.000 tuteladas por Parques, esto no es por minimizarlo, hay otras áreas que bien pueden de alguna manera constituir un compensatorio, no estoy fijando una posición institucional, y abordar la situación como cualquier otro yacimiento del país. Porque si bien es un yacimiento en un Parque Nacional, en realidad todo el país debería funcionar no como un Parque Nacional, pero en todo el país deberían funcionar las cosas como corresponde.
– El compensatorio es un arma de doble filo. Porque da derecho a destruir un…
– No, no, no. No estoy definiendo nada. Estoy diciendo que o abordamos las situaciones para llegar a un final feliz, o decimos el objetivo de Parque es la conservación de la biodiversidad y se tiene que definir si un yacimiento es viable o no es viable.
– Sí, ese es el punto base.
– No hay que ser hipócrita. Y la pregunta es: ¿Acá hay 4 mil hectáreas, cuántas zonas de sacrificio hay en el país?. Las cosas hay que hacerlas bien en todos lados, no solamente en un Parque Nacional.
– Sí, seguro.
– Hablo como ciudadano. A mí me importa todo el enchastre de todo el país y las mineras y todo lo demás… Pero vamos a este yacimiento, cuya mayor parte está dentro de Parque Nacional, esto tiene que ser un ejemplo. Tiene que ser un modelo para replicarlo fuera del Parque, en cualquier lugar. Ayer en la conversación telefónica que tuve con una autoridad política de Parques, coincidimos en que es una oportunidad para mostrar: “Esto es lo mejor de lo mejor en cuanto a explotación petrolera”. Igual, indudablemente, es una explotación petrolera, es un yacimiento, hay cosas que no se pueden ocultar. Este debería ser como un metro patrón para asimilarlo fuera del Parque, pero es complejo, supone compromiso, supone dedicación. Las autoridades de Parques, que tienen dos meses en la gestión, tienen la convicción de que esto tiene que llegar a ser una ejemplo de explotación. Sin dejar de tener en cuenta que esto en algún momento se termina, este yacimiento, de alguna manera, se tiene que agotar.
– Más allá de esta nueva gestión nacional, a nivel institucional ¿cómo se viene visibilizando el tema? Una cuestión es tratar de conseguir una explotación modelo…
– No lo es. Dista mucho. Debe ser igual que el resto, ni más ni menos.
– Otro camino diferente es que se vaya hacia un cierre paulatino de la explotación.
– No, no. Modelo no quiere decir modelo de producción. Me refería modelo… Yo aclaré al comienzo que necesariamente esto se agota. El modelo de cierre paulatino es impensable en el corto plazo. Eso desde ya, porque esto es una maquinaria infernal. Pero sin duda el objetivo es que el último apague la luz, pero no para ocultar los pasivos que se van a quedar. Tienen que quedar a la luz del día esos. La decisión tiene que ser que esto no puede aumentar. La vocación de Parques es que eso sea un Parque Nacional y hay que ver cómo llegamos a eso. Se podría dictar una medida cautelar y suspender la explotación del yacimiento. La empresa levanta las cosas y se va a otro lado. ¡Qué problema! Para mi sigue vigente. Al contrario, de última las regalías actuales sigue siendo materias de negociación en cuanto a la remediación de pasivos ambientales, porque en definitiva es una ecuación económica. ¿Quién se hace cargo? Estamos hablando de millones de pesos. De eso soy consciente pero no sé de dónde van a salir esos presupuestos. El Estado tiene esas herramientas financieras. Hay que lograr que la provincia y la empresa se encuentren para que esto tenga un final feliz y el final feliz es que esto sea un Parque Nacional y que esto sean fotos de época, color sepia. Ese es el objetivo institucional. El objetivo no es hacer un yacimiento modelo. El yacimiento modelo que lo hagan en Neuquén, donde quieran… Además, juguemos con que realmente el yacimiento va en extinción, yo no creo que vuelva a haber más nada acá.
– La política que se está siguiendo a nivel hidrocarburífero es de ‘poner en valor lo que quedó pegado en el fondo de la olla’ para mantener los niveles de producción de hidrocarburos. Es por lo que de alguna manera Caimancito podría tener algún interés porque tal vez con otras tecnologías se podría rescatar un poco de lo que ha quedado ahí.
– Igual la posición de Parques debería ser hay que evaluar el grado en que esas tecnologías profundizan el enchastre ambiental del yacimiento. “Está bien hasta ahí, pero a partir de ahí esas tecnologías…”, que puedan responder a un interés genuino, porque de alguna manera la renta es importante para mantener hospitales, pagar sueldos. Pero, en mi opinión, Parques debe hacer prevalecer su opinión y decir: “Está bien, pero esa tecnología es inaplicable en el yacimiento”. Y después hay situaciones de compensación con la empresa de exploración en otros lados. Todo es materia de acuerdo, lo que no se negocia es cómo sigue y cómo termina el yacimiento. El yacimiento tiene que terminar como un Parque Nacional. Lo que no tengo en claro, y es muy difícil realmente, por lo menos estimarlo, y tampoco quiero de alguna manera anticiparme porque me puedo desubicar, es quién paga la fiesta.
– ¿Y con YPF residual…?
– Hubo conversaciones, según información de funcionarios de Parques. Pero hay que insistir.
– Es un cuarto actor en la mesa…
– Exactamente. YPF residual va a estar a cargo de un gerente de división. Tiene que haber un inicio de gestión que se tiene que dar en un nivel de alta política pública institucional de Parques, el gobierno de la Provincia, la Presidencia de la Nación, para después reencauzar una nueva etapa del yacimiento para que en tiempos, no humanos, ni de gestiones, ni de planes quinquenales, esto termine como un Parque Nacional. El tema es que pasa el tiempo, los pasivos recrudecen, y se va extinguiendo, junto con el yacimiento, la remediación de eso. Cuando le importe poco a los muchos intereses que hoy están ahí confluyendo, después se queda Parques.
– Sin dudas debe ser complejo el presente de Parques. Su creación con el fin conservacionista en áreas que estaban muy lejos de las presiones que se sienten ahora con el avance de la frontera agroindustrial, de la minería, de la explotación petrolera…
– Exige. Por eso el perfil de intendente no es el mismo que hace 30 años, tenía otras exigencias. A veces uno se siente un poquito que no alcanza a atender todo el arco de situaciones que el Parque Nacional exige. Hay que actuar fuera del Parque Nacional para asegurar la viabilidad del Parque Nacional. Como unidad de paisaje está bien, pero nos interesa su continuidad, no en términos de tiempo humanos. Los supera. Son generaciones las que tendrán que ir apreciando esto.
Más información:
Libro Zonas de Sacrificio desde página 133
Parque Nacional Calilegua: entre los impactos del pasado y el avance de Pluspetrol (26/08/2009)