Perspectivas y potencialidad del shale gas en Bolivia

El país debe dar los pasos iniciales para la explotación de gas de esquistos para elevar la producción e incrementar las reservas probadas que actualmente son muy bajas, dice ex directivo de YPFB

Por Marcelo Urquidi Moore*.- Según lo formulado por YPFB Corporación en su Plan de Inversiones 2009-2015, en ese período se perforarían 10 pozos exploratorios situados en diversos campos ya existentes, en los cuáles se realizarían trabajos de profundización con el objetivo de llegar a formaciones con alto contenido de petróleo y gas.
Consideran en dicho plan que en 3 de dichos pozos tendrían éxito y que la inversión total en los 10 pozos sería de 379 millones de dólares, empero sería arriesgado hacer suposiciones sobre los volúmenes a lograrse.
Según un artículo que fueran publicado por el matutino Opinión de Cochabamba el 28 del mes pasado, YPFB Corporación tiene planes de industrialización para el gas natural por un monto de 11.500 millones de dólares, citando en dicho artículo la descripción y el detalle de los montos a utilizarse en cada emprendimiento, quedando pendientes de ejecutar una serie de acciones previas a la ejecución de los grandes proyectos de industrialización del gas natural, de acuerdo con el estudio realizado por Christian Inchauste y divulgado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
Sin embargo, es necesario hacer notar que para la aplicación de los planes de industrialización del gas natural es necesario previamente disponer de mayores volúmenes de gas, pues actualmente la producción es baja y escasamente alcanza a cubrir la demanda, por lo que es muy necesario recurrir a nuevas alternativas de obtención de gas natural.
Una muy buena alternativa estriba en la explotación del gas contenido en esquistos bituminosos. En Bolivia tenemos la formación Los Monos, que se halla extendida en todo el Subandino y en el interandino Sud y Centro, penetrando esta formación incluso a Argentina y Paraguay. La potencia o sea el espesor de esta formación es alta en ciertas áreas y variable en otras. Por ejemplo en el pozo Bulo Bulo X8 perforado en 1995, la formación Los Monos aparece a los 2.360 metros de profundidad y prosigue hasta los 3.978 metros o sea que en ese lugar presenta un espesor de 1.618 metros.
En el pozo Cumandairenda X1 perforado el mismo año se presentó a los 1.945 metros y continuó hasta los 3.204 metros o sea con una potencia de de 1.259 metros y así por el estilo, en el pozo Iñiguazu X4 perforado también en 1995 aparece a los 743 metros y no tengo el dato final, pero sé que proseguía presente a los 1.548 metros. Lamentablemente no tengo datos suficientes como para hacer una buena estimación total del área y del volumen que ocupa esta formación.
En los yacimientos de esquistos bituminosos en explotación en Estados Unidos y en la Argentina han encontrado que el contenido petrolífero promedio en éstos es de 2 millones de barriles de petróleo equivalente por kilómetro cúbico. Número muy significativo, si bien una parte no es recuperable y queda “in situ”. Es decir que tomando en cuenta todas las áreas y espesores donde encontramos esta formación, es muy posible que el número de TCF recuperables, calculado preliminarmente por la DOE (47 TCF), quede chico.
Sin embargo, es necesario hacer notar que los contenidos de hidrocarburos dentro de una formación tan extensa como la de Los Monos varía y que habría que considerar los análisis de las muestras existentes tomadas en diferentes áreas y profundidades, datos que en gran parte están conservados en el Centro de Informaciones Hidrocarburíferas de YPFB.
Como paso previo es muy necesario que alguna empresa seria, de reputación internacional bien cimentada, realice un buen estudio de cuenca, fiable y detallado, para que sobre esa base técnica se pueda interesar también a empresas inversionistas, nacionales o extranjeras, que siguiendo las normas legales actuales de asociación con YPFB Corporación, y contando además con bases jurídicas firmes, acepten invertir en Bolivia.
La explotación de gas de esquisto o “shale gas” requiere efectuar la fractura hidráulica de las formaciones, como expliqué en un artículo anterior (EL DIARIO – 26/07/2011) y es intensiva en mano de obra, además requiere bastante equipo adicional, como ser camiones cisternas, bombas inyectoras de alta presión, aditivos, tanques mezcladores, tanques de recuperación de fluidos, separadores, tubería reforzada, etc., y bastante movimiento de la sarta de perforación, o sea que es más cuantiosa que una convencional, por eso cualquier contrato debe realizarse por un tiempo suficientemente largo como para que el inversionista pueda amortizar la inversión adicional o extra que se requiere cuando se utiliza esta técnica y por lo que se sabe la etapa de producción puede ser prolongada.
Si en Estados Unidos con mano de obra mucho más cara que en Bolivia la explotación de esquistos es un buen negocio, con mayor razón sería un muy buen negocio aplicarla acá. Otro punto a favor estriba en que no hay posibilidad de pozos secos, podrá ser de mayor o menor cuantía el volumen obtenido según la zona, pero siempre será positivo.
También se requiere planchadas más amplias para que puedan colocarse todos los equipos adicionales necesarios, como ser bombas de alta presión y todos los camiones cisterna, así como depósitos, tanques de mezclado, tanques de recuperación de agua, etc. Normalmente desde una sola planchada se perfora varios pozos con ramificaciones en diferentes direcciones. Los pozos paralelos en su tramo vertical permiten la utilización de técnicas complementarias muy interesantes, que conviene incluirlas en un plan de explotación de esquistos que, como se deduce, tiene que ser intensiva.
Algo que favorece en nuestro caso, en que se presentan formaciones de gran espesor, estriba en que pueden efectuarse en un solo pozo operaciones de hidrofracturamiento paralelas a diferentes niveles cada 100 metros de separación, cosa que no es posible en otros países que cuentan con formaciones de solo 80 a 100 metros de espesor.
Lo del Gas de Esquistos no es algo remoto. En la Argentina desde que se inició con el llamado Plan Gas Plus, con precios mejorados hace 32 meses se ha puesto en producción 140 nuevos pozos, siendo la producción actual de gas natural obtenido con esta técnica de 9 millones de metros cúbicos por día y calculan subir esta producción a 14,7 millones de metros cúbicos para junio de 2012. Ellos han aprobado 50 proyectos Gas Plus con una inversión calculada de 4,2 billones de dólares. Alrededor de 1 billón de dólares ya se ha invertido.
En los Estados Unidos hay actualmente tal competencia de empresas implicadas en el “shale gas”, que los precios por unidad de energía extraída o sea millón de BTUs han bajado drásticamente, yo incluso diría que han llegado a un punto de saturación, por lo que es posible que algunas empresas acepten venir a nuestro país siempre y cuando se les ofrezcan condiciones jurídicamente estables y económicamente favorables, puesto que dados los precios obtenidos con los actuales contratos que tenemos firmados con Argentina y Brasil, el margen de utilidad que se podría ofrecer a dichas empresas, siempre y cuando se les ofrezcan condiciones adecuadas, sería superior al que obtienen actualmente en Estados Unidos.
En resumen, es necesario dar los pasos iniciales para la explotación de gas de esquistos a fin de elevar la producción de gas principalmente y poder cumplir con los compromisos y planes existentes, esto puede ser efectuado por capitales bolivianos privados o estatales con tecnología adicional contratada o por empresas extranjeras utilizando capital de riesgo bajo condiciones establecidas con YPFB Corporación. Adicionalmente se incrementaría la cifra de reservas probadas que actualmente son muy bajas.
* Marcelo Urquidi Moore es ingeniero y ex directivo de la petrolera estatal de YPFB.
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