Galuccio en medio de su propia encrucijada.
“Enormes volúmenes de agua, cócteles químicos, denuncias de contaminación y explotación de recursos naturales son características de una actividad extractiva. Podría ser la megaminería, pero se trata de la novedosa extracción de gas y petróleo “no convencional” mediante un método conocido como “fractura hidráulica” (llamada “fracking”). Acaba de tener su primer traspié en Argentina, en la localidad rionegrina de Cinco Saltos, donde –con empuje de organizaciones sociales– el Concejo Deliberante prohibió por unanimidad la exploración y extracción de hidrocarburos no convencionales. “Demostramos que la comunidad puede decidir qué futuro quiere y cómo desea vivir, y no dejar esas decisiones en manos de gobiernos ni de empresas”, explicó Pablo Domínguez, de la Asamblea Permanente del Comahue por el Agua (APCA).
El gas y el petróleo de yacimientos no convencionales se encuentran depositados en una “roca madre”. Para extraerlo es necesaria la “fractura hidráulica” (“fracking”), con grandes volúmenes de agua y químicos a presión, que rompen la roca y mediante bombeo extraen el hidrocarburo.
La noticia aparece sólo en Página 12, lejos de la tapa, firmada por Darío Aranda, y es una mala noticia para el CEO de YPF, Miguel Galuccio.
Cinco Saltos está ubicada en el departamento de General Roca, en Río Negro, frente a la capital neuquina. Al inicio de 2012 se conformó la Asamblea del Comahue por el Agua (APCA), con una veintena de organizaciones de Neuquén y Río Negro. A mediados de 2012 se conoció que la petrolera estadounidense Apache operaba en chacras de la vecina localidad de Allen, donde frutales de exportación comenzaron una extraña convivencia con torres de perforación, lo que generó polémica por la posible contaminación de las frutas.
Entre los fundamentos del proyecto aprobado ayer por unanimdad –Frente para la Victoria incluido- se hace hincapié en las consecuencias ambientales y sanitarias: “La explotación de yacimientos no convencionales provoca grandes riesgos en aguas de superficie y subterráneas. La extracción genera cantidades de residuos líquidos que contienen químicos disueltos. No hay garantía de que estos líquidos permanezcan confinados y no se comuniquen con el agua de consumo (lo que ha pasado en Estados Unidos, donde se contaminaron las napas)”.
La técnica para explotar yacimientos no convencionales se desarrolló en Estados Unidos y China, donde se ubican las mayores reservas. A fines de 2010, Repsol-YPF anunció el descubrimiento del yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén, publicitado por la empresa y el Gobierno como la mayor reserva de Latinoamérica. La consultora Advanced Resources International (contratada por el Departamento de Energía de Estados Unidos) señaló a la Argentina como la tercera reserva mundial de gas no convencional. El “plan de gestión 2013-2017” de YPF, presentado en agosto pasado, confirma que “Argentina tiene un enorme potencial de no convencional” y, en la página 51, detalla siete cuencas (la más novedosa, la Chaco-Paraná,incluye a ocho provincias del NEA).
El concejal José Chandía, autor del proyecto, destacó que Cinco Saltos “es la primera localidad de Latinoamérica en prohibir el fracking”, denunció que “las multinacionales extractivas quieren pasar a la comunidad por arriba” e interpretó que la ordenanza “es contra la decisión política del gobierno nacional de avanzar con el fracking”.
Cinco Saltos es una pequeña localidad que hoy dice poco al resto de la Argentina. Pero también Esquel –con apenas 13 mil habitantes más- lo era en 2003, cuando el 81 por ciento de la población se manifestó en un plebiscito histórico contra de la instalación de una mina a cielo abierto de la canadiense Meridian Gold. Esquel fue una bisagra porque involucró a toda la población del lugar. Diez años después, los manifestantes antiminería se nuclean en la Unión de Asambleas Ciudadanas, generan dolores de cabeza a más de un gobernador y son la pesadilla de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) que hoy preside Martín Dedeu. Basta escuchar sus publicidades en los programas de radio y televisión de mayor audiencia de Buenos Aires para advertir que pretenden revertir su imagen con auspicios.
Lo previó tempranamente Carlos Pagni en un artículo de mayo de 2012 en La Nación. “El otro desafío consiste en producir esta nueva riqueza con el menor costo ambiental posible. La fractura de la roca madre demanda grandísimas cantidades de agua que se contamina con lubricantes. La explotación de los nuevos hidrocarburos desatará un debate sobre el equilibrio ecológico más intenso que el que hoy rodea a la minería.
Según el Observatorio Petrolero Sur, la alianza de Galuccio con Chevron no alienta los mejores presagios para explorar y explotar 290 kilómetros cuadrados de la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén.
El objetivo de Chevron e YPF es la extracción de hidrocarburos de formaciones shale o esquisto -yacimientos no convencionales. Estas formaciones, al tener muy baja o nula permeabilidad, deben ser intervenidas -generarle grietas- para extraer los fósiles, esto se realiza mediante la inyección de millones de litros de agua a alta presión, mezclados con arena y químicos (en gran medida tóxicos); técnica conocida como fractura hidráulica o fracking. Inmensos esfuerzos para profundizar el proceso de calentamiento global.
La acumulación de daños ambientales y sanitarios (tanto en animales como humanos) registrados en EE.UU., derivados de la aplicación de esta técnica, ha generado movimientos de resistencia a nivel global. En EE.UU. se registran numerosos casos de contaminación de aguas subterráneas, aumento de la actividad sísmica, impactos sobre la producción agropecuaria e incremento de afecciones respiratorias, epidérmicas, psíquicas y otras más graves aún, ocasionadas por la ingesta de metales pesados. La agencia norteamericana de Protección Ambiental (EPA) ha confirmado la contaminación de acuíferos debido al fracking e incluso en declaraciones públicas funcionarios afirman que queda mucho por hacer para que esta técnica sea inocua. En definitiva, es un procedimiento experimental sin garantías ni certezas.
Estas situaciones han llevado a las autoridades del Estado de Vermont a prohibir el empleo de esta técnica, mientras que los Estados de Nueva Jersey y Nueva York declararon moratorias suspendiéndola. También en Europa el fracking es fuertemente cuestionado, en Francia y Bulgaria dictaron la prohibición, mientras que se dictaron moratorias en Inglaterra y otros países.
Por otra parte, la socia elegida por YPF no cuenta con las mejores cartas de presentación. Texaco (compañía contralada por Chevron) afrontó un proceso judicial en Ecuador por el cual se determinó su responsabilidad en daños socio-ambientales, registrados en la región Amazónica, y se la condenó al pago de US$ 9.500 millones en concepto de reparación y mitigación de impactos. En noviembre, la Justicia argentina hizo lugar a un embargo sobre los activos de Chevron en el país a fin de dar cumplimiento a esa sentencia que la empresa norteamericana se niega a acatar.
Asimismo, el pretendido proyecto piloto a realizarse por YPF y Chevron en Neuquén se asentará sobre territorio mapuche, el cual ya sufre la contaminación de más de tres décadas de extracción. En los años ’90, a través de diferentes estudios, se confirmaron los graves impactos en aire, agua y tierra; además de documentarse casos de cáncer, malformaciones y abortos espontáneos, entre otras patologías; y la flagrante violación de derechos colectivos de este Pueblo.
El debate recién comienza. Galuccio es un experto del sector privado y su prioridad es sellar acuerdo de inversiones para conseguir los 37 mil millones de dólares que demanda la explotación de Vaca Muerta. Sin embargo, para el ex directivo de Schlumberger cumplir semejante desafío no allanará por completo el camino.
Mientras firma compromisos con Chevron y Bulgheroni, deberá comenzar a prestarle atención a este tipo de manifestaciones. El ejemplo del sector minero, que subestimó el impacto de los asambleístas hasta que la pantalla de TN los convirtió en noticia nacional, puede servirle de espejo.
El gas y el petróleo de yacimientos no convencionales se encuentran depositados en una “roca madre”. Para extraerlo es necesaria la “fractura hidráulica” (“fracking”), con grandes volúmenes de agua y químicos a presión, que rompen la roca y mediante bombeo extraen el hidrocarburo.
La noticia aparece sólo en Página 12, lejos de la tapa, firmada por Darío Aranda, y es una mala noticia para el CEO de YPF, Miguel Galuccio.
Cinco Saltos está ubicada en el departamento de General Roca, en Río Negro, frente a la capital neuquina. Al inicio de 2012 se conformó la Asamblea del Comahue por el Agua (APCA), con una veintena de organizaciones de Neuquén y Río Negro. A mediados de 2012 se conoció que la petrolera estadounidense Apache operaba en chacras de la vecina localidad de Allen, donde frutales de exportación comenzaron una extraña convivencia con torres de perforación, lo que generó polémica por la posible contaminación de las frutas.
Entre los fundamentos del proyecto aprobado ayer por unanimdad –Frente para la Victoria incluido- se hace hincapié en las consecuencias ambientales y sanitarias: “La explotación de yacimientos no convencionales provoca grandes riesgos en aguas de superficie y subterráneas. La extracción genera cantidades de residuos líquidos que contienen químicos disueltos. No hay garantía de que estos líquidos permanezcan confinados y no se comuniquen con el agua de consumo (lo que ha pasado en Estados Unidos, donde se contaminaron las napas)”.
La técnica para explotar yacimientos no convencionales se desarrolló en Estados Unidos y China, donde se ubican las mayores reservas. A fines de 2010, Repsol-YPF anunció el descubrimiento del yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén, publicitado por la empresa y el Gobierno como la mayor reserva de Latinoamérica. La consultora Advanced Resources International (contratada por el Departamento de Energía de Estados Unidos) señaló a la Argentina como la tercera reserva mundial de gas no convencional. El “plan de gestión 2013-2017” de YPF, presentado en agosto pasado, confirma que “Argentina tiene un enorme potencial de no convencional” y, en la página 51, detalla siete cuencas (la más novedosa, la Chaco-Paraná,incluye a ocho provincias del NEA).
El concejal José Chandía, autor del proyecto, destacó que Cinco Saltos “es la primera localidad de Latinoamérica en prohibir el fracking”, denunció que “las multinacionales extractivas quieren pasar a la comunidad por arriba” e interpretó que la ordenanza “es contra la decisión política del gobierno nacional de avanzar con el fracking”.
Cinco Saltos es una pequeña localidad que hoy dice poco al resto de la Argentina. Pero también Esquel –con apenas 13 mil habitantes más- lo era en 2003, cuando el 81 por ciento de la población se manifestó en un plebiscito histórico contra de la instalación de una mina a cielo abierto de la canadiense Meridian Gold. Esquel fue una bisagra porque involucró a toda la población del lugar. Diez años después, los manifestantes antiminería se nuclean en la Unión de Asambleas Ciudadanas, generan dolores de cabeza a más de un gobernador y son la pesadilla de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) que hoy preside Martín Dedeu. Basta escuchar sus publicidades en los programas de radio y televisión de mayor audiencia de Buenos Aires para advertir que pretenden revertir su imagen con auspicios.
Lo previó tempranamente Carlos Pagni en un artículo de mayo de 2012 en La Nación. “El otro desafío consiste en producir esta nueva riqueza con el menor costo ambiental posible. La fractura de la roca madre demanda grandísimas cantidades de agua que se contamina con lubricantes. La explotación de los nuevos hidrocarburos desatará un debate sobre el equilibrio ecológico más intenso que el que hoy rodea a la minería.
Según el Observatorio Petrolero Sur, la alianza de Galuccio con Chevron no alienta los mejores presagios para explorar y explotar 290 kilómetros cuadrados de la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén.
El objetivo de Chevron e YPF es la extracción de hidrocarburos de formaciones shale o esquisto -yacimientos no convencionales. Estas formaciones, al tener muy baja o nula permeabilidad, deben ser intervenidas -generarle grietas- para extraer los fósiles, esto se realiza mediante la inyección de millones de litros de agua a alta presión, mezclados con arena y químicos (en gran medida tóxicos); técnica conocida como fractura hidráulica o fracking. Inmensos esfuerzos para profundizar el proceso de calentamiento global.
La acumulación de daños ambientales y sanitarios (tanto en animales como humanos) registrados en EE.UU., derivados de la aplicación de esta técnica, ha generado movimientos de resistencia a nivel global. En EE.UU. se registran numerosos casos de contaminación de aguas subterráneas, aumento de la actividad sísmica, impactos sobre la producción agropecuaria e incremento de afecciones respiratorias, epidérmicas, psíquicas y otras más graves aún, ocasionadas por la ingesta de metales pesados. La agencia norteamericana de Protección Ambiental (EPA) ha confirmado la contaminación de acuíferos debido al fracking e incluso en declaraciones públicas funcionarios afirman que queda mucho por hacer para que esta técnica sea inocua. En definitiva, es un procedimiento experimental sin garantías ni certezas.
Estas situaciones han llevado a las autoridades del Estado de Vermont a prohibir el empleo de esta técnica, mientras que los Estados de Nueva Jersey y Nueva York declararon moratorias suspendiéndola. También en Europa el fracking es fuertemente cuestionado, en Francia y Bulgaria dictaron la prohibición, mientras que se dictaron moratorias en Inglaterra y otros países.
Por otra parte, la socia elegida por YPF no cuenta con las mejores cartas de presentación. Texaco (compañía contralada por Chevron) afrontó un proceso judicial en Ecuador por el cual se determinó su responsabilidad en daños socio-ambientales, registrados en la región Amazónica, y se la condenó al pago de US$ 9.500 millones en concepto de reparación y mitigación de impactos. En noviembre, la Justicia argentina hizo lugar a un embargo sobre los activos de Chevron en el país a fin de dar cumplimiento a esa sentencia que la empresa norteamericana se niega a acatar.
Asimismo, el pretendido proyecto piloto a realizarse por YPF y Chevron en Neuquén se asentará sobre territorio mapuche, el cual ya sufre la contaminación de más de tres décadas de extracción. En los años ’90, a través de diferentes estudios, se confirmaron los graves impactos en aire, agua y tierra; además de documentarse casos de cáncer, malformaciones y abortos espontáneos, entre otras patologías; y la flagrante violación de derechos colectivos de este Pueblo.
El debate recién comienza. Galuccio es un experto del sector privado y su prioridad es sellar acuerdo de inversiones para conseguir los 37 mil millones de dólares que demanda la explotación de Vaca Muerta. Sin embargo, para el ex directivo de Schlumberger cumplir semejante desafío no allanará por completo el camino.
Mientras firma compromisos con Chevron y Bulgheroni, deberá comenzar a prestarle atención a este tipo de manifestaciones. El ejemplo del sector minero, que subestimó el impacto de los asambleístas hasta que la pantalla de TN los convirtió en noticia nacional, puede servirle de espejo.