Gas y petróleo, bajo estricta lupa ambiental

La explotación de yacimientos de hidrocarburos en rocas llamadas “esquistos” se realiza con métodos que generan controversias en todo el mundo por su impacto sobre el medio ambiente. Los hallazgos de YPF en Vaca Muerta pertenecen a esa categoría y merecen un prudente cuidado.

Por Raúl Estrada Oyuela*

La explotación de yacimientos no convencionales de petróleo y gas en rocas llamadas “esquistos”( shale en inglés y schiste en francés) requiere precauciones no convencionales.
Esta explotación se realiza con métodos que generan controversias en todo el mundo por la gran cantidad de agua que demandan, la disposición final de las aguas que vuelven contaminadas a la boca del pozo, la permanencia de químicos en las rocas y su posible filtración a los acuíferos, la contaminación del aire y las manifestaciones de sismicidad que se han advertido cuando se realizan estas operaciones.
Los hallazgos de YPF en Vaca Muerta pertenecen a esa categoría y merecen atención y prudente cuidado.
Estados Unidos tiene grandes reservas no convencionales. Esto le ha creado una expectativa de autoabastecimiento y exportación de gas que tendría obvias consecuencias geopolíticas. El negocio parecer ser promisorio; sin embargo, según informa el diario francés Le Figaro del 10 de enero último, TOTAL ha dejado de participar en esa actividad porque la rentabilidad es insuficiente.
El impacto en el medio está siendo nuevamente estudiado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los EE. UU. que produciría un informe el año próximo. Los pobladores y las organizaciones civiles han enfrentado a la industria en numerosos conflictos. Hay abundante literatura en el debate. “Gasland” es un documental crítico que fue respondido con otro llamado “Truthland”. Para este mes se anuncia la película “La tierra prometida” dirigida por Gus Van Sant que, según The Guardian, la industria responderá.
En nuestro país, en diciembre de 2010, Repsol-YPF anunció el hallazgo de gas y petróleo no convencionales en Vaca Muerta. Posteriormente YPF hizo una estimación de las reservas y lanzó una activa campaña internacional en busca de socios. En diciembre último Chevron acordó a asociarse con un aporte de mil millones de dólares, aunque el mes anterior un juez argentino la había embargado sus bienes por 19.000 millones de dólares en la ejecución de una sentencia por contaminación dictada en Ecuador.
Los esquistos son rocas de estructura laminada, como la pizarra, y el procedimiento para extraer gas y petróleo es la fracturación hidráulica (hydraulic frackturing o simplemente fracking) que consiste en inyectar agua a presión para separar las láminas de la roca y facilitar la salida de los hidrocarburos. Para mantener separadas las láminas, con el agua se inyectan arenas y químicos de diversa toxicidad.
A la perforación vertical del pozo, se agrega la “perforación horizontal” de la separación de láminas que puede extenderse, inclusive por debajo de áreas pobladas, ampliando la extracción.
La utilización de químicos, que provoca perjuicios en la gran minería, no es sencilla en la fracturación. En 2011 Francia y el Reino Unido decretaron una moratoria en los trabajos de exploración de esos yacimientos.
En Francia, la cuestión se ha remitido a la Comisión Nacional de Debate sobre la Energía con amplia y discutida participación pública y privada. En la reciente Cumbre Mundial sobre las Energías del Futuro, a la que también asistió la Presidente Fernández de Kirchner, François Hollande hizo un llamado a estar preparados para “después del petróleo”, lo que no sugiere apoyo a la explotación no convencional de hidrocarburos.
En diciembre último, Edward Davey, Secretario de Estado del Reino Unido para la Energía y el Cambio Climático, puso condiciones para continuar las tareas de exploración suspendidas por los temblores atribuidos a las operaciones de fracturación en Preese Hall, en las proximidades de Blackpool. Esas condiciones deben satisfacer requerimientos anteriores de la Agencia Ambiental y del Servicio de Salud y Seguridad, a los que se agregan los elaborados por la Secretaría Energía en consulta con la comunidad científica.
En nuestro país ni el Ministerio de Salud, ni la Secretaría de Energía ni la modesta Secretaría de Ambiente, han dado indicaciones de interés sobre estos problemas. Como ha ocurrido con otras cuestiones ambientales que no fueron oportunamente atendidas ni correctamente reguladas por la autoridad, la iniciativa de YPF en Vaca Muerta puede confrontar seria y fundada oposición de la sociedad civil.
El 20 de diciembre último, en Río Negro, el Concejo Deliberante de Cinco Saltos, para proteger las condiciones de su producción frutícola, por unanimidad prohibió la exploración y la explotación no convencional de gas y petróleo. Algo así como un preestreno de “La tierra prometida”.
*EMBAJADOR MIEMBRO DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS DEL AMBIENTE
Clarin