Tras el polémico acuerdo entre YPF y la petrolera estadounidense Chevrón, enREDando buscó la mirada y el análisis del especialista en energía, docente de la UTN e integrante de Taller Ecologista Rosario, Pablo Bertinat. ¿Qué significa hablar de la energía como un derecho? ¿Energía para qué y para quienes? ¿Por qué es necesario cuestionar el modelo de desarrollo si queremos desarrollar energías limpias y sustentables? ¿Cuáles son las preguntas que ni el oficialismo ni la oposición se hacen sobre el acuerdo que avanza en la exploración de hidrocarburos no convencional en Argentina?. La complejización de un análisis que intenta profundizar en un concepto clave: qué significa la soberanía energética.
El 16 de julio de este año, el gobierno nacional concretó la firma de un acuerdo que genera dudas, interrogantes y fundamentalmente, numerosas voces de repudio. El convenio entre YPF con la petrolera Chevrón para explotar yacimientos de petróleo no convencional en Vaca Muerta, provincia de Neuquén, es presentado oficialmente como un gran avance en función de lograr el tan ansiado abastecimiento energético en el país. Ahora bien, para los movimientos sociales, ambientalistas y comunidades mapuches que habitan el territorio, constituye un acuerdo que avanza, por un lado, en la profundización del modelo extractivista; por el otro, en la priorización de un modelo de desarrollo que atenta contra la naturaleza y el medio ambiente, fundamentalmente por el impacto ambiental que conlleva el “fracking” y que ya tiene antecedentes nefastos en nuestra región.
Con la intención de buscar voces que profundicen en una mirada de fondo acerca del tema, enREDando dialogó con Pablo Bertinat, integrante de Taller Ecologista de Rosario y especialista en Energía. De la entrevista surgen numerosos interrogantes que avanzan en la necesidad de profundizar en políticas de Estado que conlleven a otro tipo de tecnologías (renovables) en materia energética, así como también, la necesidad de pensar la energía no como una mercancía sujeta a la lógica del mercado, sino como un derecho inalienable de los pueblos. De esta manera, lo que subyace como cuestión de fondo es un profundo cuestionamiento al modelo de desarrollo actual que conlleva implícita una pregunta necesaria: ¿Energía para qué y para quienes?.
En este sentido, Pablo Bertinat sostiene que “el futuro energético, como desafío global de alcance local, debe considerar el derecho de las personas, comunidades y naciones de acceder a fuentes energéticas limpias y seguras, y debe asegurar la sustentabilidad ambiental de los recursos naturales, los ecosistemas y territorios.” El especialista también sostiene que “la reestatización del sector parece ser una condición necesaria pero no suficiente. Es necesario desarticular la lógica mercantil y construir una lógica de derechos, de cobertura de necesidades humanas y de suficiencia. Se vuelve cada vez más potente la sensación de que más mercado no es una solución para el problema energético ni climático.”(Artículo publicado en la Revista Energía y Equidad, N° 1)
¿Energía para qué y para quienes?
“Pensar en el acceso y la equidad distributiva de los recursos energéticos presupone no sólo repartirlos mejor, sino construir las condiciones para el uso y acceso digno y adecuado de los mismos. Esto obliga, en primer lugar, a rechazar la idea de energía como mercancía, para construir en la práctica el concepto de energía como derecho humano inalienable para garantizar condiciones de vida digna para los pueblos. Y la batalla por incluir el derecho a la energía entre los derechos humanos ampliados, postula un primer paso fundamental: la recuperación soberana de los bienes energéticos (…) Debatir acerca de las políticas energéticas es debatir sobre políticas de desarrollo. La visión unilateral que focaliza sólo en el problema de la generación atenta contra la construcción de políticas energéticas sustentables. Pensar en utilizar nuestros recursos energéticos subsidiados para sostener un modelo extractivista exportador, significa subsidiarles a otros sectores del planeta los costos energéticos de extraer estos recursos. Es indispensable pensar las políticas energéticas desde el lado de la generación, sus alternativas, mecanismos e impactos, pero es esencial analizarlo partiendo de un debate sobre el uso y el consumo energético, para equilibrar los términos entre los que ganan y los que pierden con el actual esquema energético.” (Documento: Un modelo energético en apuros, Pablo Berinat / Juan Salerno).
enREDando: ¿Qué mirada tienen acerca del acuerdo que realizó YPF con Chevron?
Bertinat: Chevron es una empresa que causó infinidad de daños. Perdió un juicio por 19 mil millones de dólares, pero ese juicio era por 8500 millones de dólares. La sentencia decía que tenía que pagar 8500 millones de dólares y pedir perdón a las comunidades. Si no lo hacía, la deuda se iba al doble, pero Chevrón ni siquiera se dignó a pedir perdón, porque sabía que huía y que esa deuda no la iba a pagar nunca. Y nosotros sentimos mucho que la Corte Suprema Argentina haya perdonado el embargo que pesaba sobre Chevron en Argentina, porque el gobierno ecuatoriano salió a perseguir a Chevron en todo el mundo para tratar de cobrar esa deuda, por lo menos para que ese dinero fuese a las comunidades afectadas. Con lo cual, yo creo que merece un capítulo aparte el tema de Chevrón, no es cualquier empresa, y en un contexto de solidaridad latinoamericana debiera haberse tratado de otra manera este acuerdo, pero creo que primó el perfil puramente empresarial que se pretende para YPF. (Ver notas relacionadas sobre la contaminación ambiental en Ecuador)
enREDando: ¿Qué análisis es posible hacer con respecto a las implicancias de este acuerdo?
Bertinat: Creo que la cuestión de fondo es pensar qué nos imaginamos sobre el futuro energético deseable para el país. A nivel mundial, el mundo depende de un 80 % de combustible fósiles, en el caso argentino es del 90%, de petróleo y gas. Esto implica que dependemos de dos energéticos que son conflictivos, que han traído impactos muy grandes, como conflictos en los territorios y desplazamiento de comunidades, conflictos de impacto en la cadena industrial de los hidrocarburos pero, además, lo que implica la utilización de combustibles fósiles a nivel mundial con la emisión de gases de efecto invernadero, calentamiento global, etc, como principal problema socioambiental a nivel global. Todas las organizaciones internacionales, desde las Naciones Unidas en adelante, plantean la peligrosidad en la que estamos sobre la posibilidad de entrar en un proceso de calentamiento global sin retorno. Y todos alertan o plantean la necesidad de reducir la utilización de combustibles fósiles para limitar el sobrecalentamiento planetario y esto implica pensar en escenarios futuros en el cual el consumo de los combustibles fósiles sea menor. Es decir, hay un discurso de los organismos en este sentido. Sin embargo hay una imposibilidad por estos mismos organismos de pensar o diseñar escenarios futuros distintos a los convencionales. Y si nosotros dejásemos el escenario tendencial convencional, evidentemente va a seguir aumentando el consumo de combustibles fósiles y va a seguir empeorando el calentamiento global, además del agravamiento de los conflictos que genera la industria fósil. En ese marco es necesario pensar este acuerdo, y hay muy pocos escenarios alternativos, y los escenarios convencionales son los que auguran más utilización del petróleo.
enREDando: ¿Hay interés por parte de los Estado en avanzar en escenarios alternativos?
Bertinat: Hay un discurso bastante esquizofrénico. Cuando uno lee el informe de desarrollo humano del PNUD del 2011, claramente se plantea que el estilo de desarrollo hoy en la utilización de combustible puede alterar el curso de desarrollo tal cual lo conocemos. Sin embargo cuando se visualiza el futuro, se visualiza de la misma manera, con la dependencia de fósiles. Hay algo de esquizofrenia en este sentido. No se visualiza una posibilidad concreta de introducir un cambio en la matriz energética.
enREDando: ¿y es posible dicho cambio?
Bertinat: Nosotros creemos que sí, que requiere de un proceso de transición, muy lento y muy trabajoso pero no necesariamente más caro. Un proceso que aborda todas las aristas de la sociedad. Debemos pensar qué energía utilizamos y para qué la utilizamos. Y cómo deberíamos utilizar esas energías. Hoy, el grueso del control energético esta puesto en el sector transporte y en el sector de industria. Entonces, debiéramos pensar cómo suplantar el nivel de energía en esos sectores, y cómo modificar algunos sistemas. En nuestro país es impensable que el sistema de transporte siga siendo el mismo. No podemos transportar el 75 % la carga por camiones, deberíamos recuperar ferrocarriles, etc, recuperar industrias locales para que las cosas circulen menos. Deberíamos pensar sector por sector cómo hacer para poder modificar una matriz. Ya existe a nivel mundial algunas instituciones que están pensando cómo diseñar escenarios alternativos. Ya se ha trabajado, por ejemplo, a nivel mundial 2050 con el 100% de energía renovable, que muy probablemente sea más barato, pero que necesita abordar tres cuestiones centrales: la eficiencia energética, la energía renovable y el uso menor de combustibles fósiles.
enREDando: ¿Qué significa la eficiencia energética?
Bertinat: Es abordar la eficiencia de recursos. Es clave. En nuestro país, podríamos ahorrar aproximadamente el 30% de energía que se consume, solo con eficiencia. Eficiencia energética significa un mejor uso de la energía con menos cantidad. Pero esto implica cambios en la descentralización productiva, industrial, que impliquen cambios modales. El primer núcleo es pensar en esto y es muy difícil poder hacerlo en un sistema tan mercantilizado. Porque estamos planteando no vender energía. Si uno piensa desde el punto de vista del Estado, es algo sumamente rentable, pero la eficiencia energética no se piensa como una fuente, es decir, en vez de hacer agujeros para buscar petróleo se debe pensar dónde hay eficiencia, una forma de ahorrar energía, porque la rentabilidad de la plata que se pone en eficiencia es mucho más alta que la que se utiliza en la búsqueda de otros combustibles. Un ejemplo puntual: en el sector residencial teniendo mejor aislación en los edificios, mejores diseños para circulación de aire, para refrigeración, para luz natural, eso es claramente eficiencia. La rentabilidad de la inversión que puede hacer el Estado tiene una tasa de retorno muy superior a la búsqueda de combustibles fósiles, sin embargo no hay una predisposición por parte de los Estados en buscar la eficiencia, y en gran parte porque gana la lógica mercantil de la energía y eso cuesta romperlo. Es mucho lo que podemos obtener con pocos recursos.
El segundo aspecto es todo lo que podríamos hacer en energía renovable. Cómo hacemos para, por ejemplo, en el sector eléctrico depender menos de los combustibles fósiles y depender más de fuentes renovables: eólica, solar, biomasa, geotermia. Este sería el segundo núcleo grande: cómo reemplazar fuentes fósiles por fuentes renovables. Y el tercer punto, es utilizar un poco de combustibles fósiles pero reduciéndolo en un proceso de transición. Pero esto no lo va a resolver el mercado. Hacen falta políticas públicas en ese sentido.
enREDando: ¿Hay políticas o iniciativas del Estado que avancen en este sentido? ¿Otros países están implementando este tipo de tecnologías renovables?
Bertinat: En Argentina, en las primeras décadas del siglo XX se creó YPF, fue una gran apuesta del Estado Nacional, una respuesta como Estado al problema energético. Se formaron recursos y se destinó muchísimo dinero del estado, porque en ese momento el petróleo era la energía del futuro. Hoy, nosotros consideramos que ya no es más, y que la energía del futuro debería pasar por las renovables, y debería haber una actitud proactiva del Estado, en el mismo sentido en que fue pensado YPF, poniendo a disposición del desarrollo energético todo el poder del Estado para desarrollar un sector que es necesario estratégicamente a nivel país. Hay países que están avanzando en este sentido, con muchas contradicciones pero avanzan, y en el caso de América Latina, Uruguay tiene una perspectiva muy interesante, ellos no tienen petróleo, entonces tienen una política muy agresiva de sustitución de petróleo con energías renovables y muy probablemente en muy poco tiempo, sea el país que, en el caso de energía eléctrica, tenga más energía renovable dentro de la matriz eléctrica, pero hay una fuerte intervención del Estado direccionada en ese sentido. En Argentina, creemos que es una decisión desacertada impulsar lo no convencional y no hay un estudio que realmente contemple la rentabilidad para el Estado de las inversiones que se piensan hacer. En ningún momento nadie pensó: si vamos a invertir 16 mil millones de dólares en los próximos 10 años en no convencional, qué pasaría si se invirtiera en otra cosa, cuál sería el impacto, la inversión, el retorno para el Estado mismo. Y no hay estudios sobre eso.
enREDando: una de los principales argumentos de quienes defienden este acuerdo con Chevrón es la necesidad del autoabastecimiento energético…
Bertinat: Se está planteando en realidad el autoabastecimiento petrolero y eso nos parece bien pero lo que estamos diciendo es que no necesitamos tanto petróleo como creemos que necesitamos. Cuando el gobierno decide -y ninguna fuerza política hubiese hecho otra cosa- invertir en no convencional, no hay una pregunta sobre qué pasaría si se invirtiera en otra cosa. Y creemos que debiera haberse pensado más fuertemente. El problema es qué se necesita energía, y posiblemente se pueda establecer un sistema de desarrollo energético que abastezca esa energía de otra manera. Sabemos que esto no es fácil, por ejemplo, el sector transporte utiliza líquidos que son derivados de petróleo y gas, entonces hay que pensar en cómo mover un sistema de transporte eficiente, etc. etc. Es una transición compleja y nos dá la impresión que lo que se está haciendo es la solución “más fácil” pero mucho más cara. Y lo que hacemos es demorar la transición. ¿Qué puede ocurrir con el no convencional? Que en vez de tener reservas por 10 años, tengamos por 20. ¿Y después?
enREDando: además del impacto ambiental que conlleva…
Bertinat: Desde ya. Nosotros estamos seguros que el impacto ambiental va a ser mucho mayor que el impacto del petróleo convencional, porque eso ya se está viendo en todo el mundo.
enREDando: Observan si hay dentro del gobierno alguna intención de trabajar sobre energías renovables?
Bertinat: hubo un indicio dentro del sector eléctrico con algunas licitaciones en energía renovable pero que aun sigue siendo muy marginal. La visión predominante es que hay energía de primera y energía de segunda en los decisores de política, y que las renovables son de segunda categoría y no pueden competir con las otras. Es una visión que predomina en Argentina, y gran parte del trabajo que hacemos las organizaciones y universidades es tratar de ubicar el lugar que puede tener la eficiencia y la fuente renovable de energía en un rol de cambio de matriz energética. El tema de la eficiencia requiere repensar si realmente necesitamos tanta energía, si podemos utilizar menos, la entendemos como un medio para mejorar la calidad de vida de la gente, no como un fin en sí mismo. Lo que pasa es que para la industria es un negocio vender energía. Y nosotros lo vemos como un medio que nos puede permitir mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Las políticas energéticas son políticas sectoriales de políticas de desarrollo y es muy difícil discutir políticas energéticas sin discutir el modelo de desarrollo. Ahora, eso sería pensar intrínsicamente en otra matriz energética y en qué modelo de desarrollo queremos. Pero aún, con este modelo de desarrollo que tenemos, podríamos tener mucha más energía renovable de la que tenemos y mucho menos combustible fósiles, , porque tenemos mucho para hacer en Argentina.
enREDando: ¿Qué significa hablar de la energía como un derecho y del concepto del Buen Vivir?
Bertinat: El concepto del buen vivir apunta a repensar el tema de las necesidades humanas, el tiempo, el trabajo y la manera en cómo se puede alcanzar la felicidad con una relación mucho más saludable con la naturaleza. Apunta a un cambio cultural de largo plazo que garantice otro tipo de relacionamiento con las cosas, con el modelo de consumo. Es necesario construir una lógica de derecho con respecto a la energía, porque creemos que la energía puede ser una herramienta de la distribución de la riqueza también, podríamos a través de la mejora del abastecimiento energético de determinados sectores, operar sobre la distribución de la riqueza.
enREDando: ¿Cómo visualizan el futuro a partir de este acuerdo con Chevrón?
Bertinat: Este acuerdo va a generar mayores conflictos en regiones donde hay intentos de fracking. Esto lo va agudizar y será una lucha cuerpo a cuerpo de las poblaciones contra las empresas y lamentablemente va a haber un incremento de la conflictividad. No aparece por ahora miradas alternativas de los decisores de políticas, vemos que hay una decisión muy grande, al menos en el sector energético, del gobierno con el tema del fracking, y la energía nuclear que también nos preocupa mucho y no se están pensando otras alternativas.
El caso del tema nuclear en Argentina siempre generó un halo de poder por parte de quien tenga esta tecnología, y en el caso del fracking aparece la idea de posicionar a la Argentina como un líder en este aspecto. Y eso es lo peligroso, porque aparece esta idea de posicionarse con tecnologías que realmente no debieran desarrollarse. Vemos una situación complicada, porque no hay ninguna fuerza política que plantee seriamente esto. No se plantea la necesidad de no seguir utilizando cada vez más petróleo. Y esto es lo que hay que pensar: para qué y para quienes se usa la energía. Y esto es lo que está de fondo.
enREDando: Por último, ¿qué significa hablar de soberanía energética?
Bertinat: Algunos entienden la soberanía como la propiedad del Estado sobre los recursos, yo creo que hay que extender el concepto y entender a la soberanía también sobre los territorios por parte de las poblaciones que están afectadas y el poder de decisión de estas poblaciones. ¿Qué soberanía tienen los mapuches de poder decidir sobre sus territorios?. Hay que hacer una visión más amplia de la temática de la soberanía en ese contexto, y también poder pensar a la soberanía como una condición necesaria pero no suficiente tal cual como está entendida actualmente, hay que discutir también el modelo de desarrollo, en un marco de la naturaleza como sujeto de derecho.
Para ampliar las miradas sobre el tema, recomendamos:
“YPF ha escogido al socio más sucio”, por Darío Aranda en Comunicación Ambiental
Por qué no es conveniente ni imprescindible el contrato YPF – Chevron, por Enrique Martinez
Acuerdo YPF – Chevrón, por Julio Gambina
El pueblo mapuche vs. Chevron/YPF., por Darío Aranda en Revista MU
Revista Energía y Equidad, N° 1
Un modelo energético en Apuros, en Taller Ecologista
Comunicado Confederación Mapuche de Neuquén
¿Qué es el fracking?, en Observatorio Petrolero Sur
Fracking Vs Energía Eólica, por Ing. Eduardo D’ Elía
Programa radial DECI MU: Chevron, don’t frack me
Reportaje a Enrique Martinez en El Ruido de las Nueces