Los riesgos de la fractura hidráulica

Tras participar en un seminario en torno a idear un modelo de desarrollo para Magallanes, los expertos Hernán Scandizzo y Roberto Ochandio recalcaron que se deben potenciar otras alternativas como la energía solar y eólica.

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Llegaron a Punta Arenas para contribuir con su experiencia al debate regional en el marco del seminario taller “Pensando juntos un modelo de desarrollo para Magallanes”, actividad organizada por la Fundación Heinrich Böll Cono Sur, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Magallanes y la oficina parlamentaria del diputado, Gabriel Boric, desarrollada en el auditorio Ernesto Livacic de dicha casa de estudios superiores.

Se trata de los investigadores argentinos, Hernán Scandizzo (perteneciente al Observatorio Petrolero Sur) y Roberto Ochandio (licenciado en Geografía de la Universidad de North Texas e ingeniero de Campo de Hughes Services Company), quienes conversaron respecto de sus principales preocupaciones en torno al uso de fracking (fracturación hidráulica) como método no convencional al que algunas empresas de hidrocarburos han debido recurrir para la explotación de petróleo y gas, dada la creciente escasez de éstos a nivel mundial.

En específico, el ‘fracking’ consiste en la perforación de un pozo vertical al cual se le inyecta una solución de agua, arena y otras sustancias químicas a alta presión, de manera de abrir las fracturas existentes en el subsuelo, las que poseen gas o petróleo, para favorecer su migración hacia la superficie. Estas formaciones de hidrocarburos presentes en ciertos tipos de rocas sedimentarias se denominan gas de esquisto.

Riesgo social

Para los expertos, dicho procedimiento no sólo podría derivar en contaminación de las aguas a causa del vertimiento de aditivos de diversa índole, sino por las afecciones que pueden enfrentar las comunidades en que se levantan estos proyectos.

En algunas áreas del nodo norte de la Patagonia Argentina, por ejemplo, la transformación de los territorios y cambio de vocación productiva, constituyen un factor que inquieta. “Cuando se promovió el desarrollo de no convencionales, como el fracking, se dijo que sería en el desierto. En cambio, lo que estamos teniendo es un proceso de avance sobre tierras de familias campesinas que viven en predios fiscales. Son pequeños crianceros que no tienen potencial económico como para pasar de un sistema extensivo a uno intensivo, por lo que como su permanencia en el territorio es acotada, se prevé un desplazamiento hacia las ciudades”, consignó Scandizzo.

Daño inherente

En este contexto y durante el desarrollo del seminario señalado, los expertos intercambiaron puntos de vista con Enap, la cual sostiene que sus procedimientos de fracking en Magallanes, cuentan con los controles adecuados. Pero Ochandio no comparte tal certeza. “El problema es que la contaminación y los daños que produce el fracking son inherentes al método en sí. No tiene nada que ver con los controles, porque esos se hacen después de que el daño está hecho. Con el tiempo, todos los pozos desarrollan pérdidas de gases o petróleo, líquidos contaminados que vienen del fondo del pozo a la superficie y en el camino, pueden contaminar los acuíferos o perderse en la atmósfera”.

Al respecto, Hernán Scandizzo agregó que lamentablemente aún no han podido convencer a las empresas de hidrocarburos, de lo negativo que es avanzar sobre yacimientos no convencionales.

Por lo anterior, los trasandinos aseguran que el modelo de desarrollo con el cual hemos vivido, ya no da más, añadiendo que la energía solar y la eólica están al alcance de la mano y deben aprovecharse ahora, que es cuando están todos los elementos a disposición y considerando que los molinos de viento y paneles solares requieren gas o petróleo, tanto para su construcción como para su transporte.

Enap: hay seguimiento ambiental

Por su parte, Enap señaló que la fractura hidráulica, -iniciada en Estados Unidos en la década del ’40-, es hoy una de las tecnologías primordiales para la extracción de tight gas en Magallanes. “Esta región posee un importante potencial de gas no convencional, recientemente confirmado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), estimando un promedio de 8,3 TCF de recursos técnicamente recuperables. La extracción de estos recursos asegura el abastecimiento de gas para la región, y una gestión eficiente que permita construir un futuro aprovechando este potencial”, plantea la estatal.

Asimismo, la petrolera consignó, que la aplicación de esta técnica en Magallanes, fue desarrollada por profesionales de la zona, considerando las características geográficas y ambientales de la región.

“En este contexto, se cuenta con aprobación ambiental de todo el proceso que conlleva la actividad de desarrollo de yacimientos no convencionales y que incluye perforación; fracturación; puesta en producción y conexión a las redes de distribución. Además, a cada uno de estos proyectos se les realiza un seguimiento ambiental, para asegurar la buena gestión técnica, operativa y ambiental del proceso”.

Actualmente, la empresa estatal se encuentra trabajando en coordinación con las autoridades, en una normativa para mejorar el marco regulatorio de esta técnica, teniendo como base la norma que actualmente se aplica en Canadá.

La Prensa Austral