Un iceberg llamado Vaca Muerta

Se suele usar Vaca Muerta como sinónimo de Añelo, pero los límites van mucho más allá de la localidad neuquina que se ha transformado en la capital de los hidrocarburos no convencionales. Se suele pensar en fracking cuando se menciona Vaca Muerta, pero es mucho más que eso. Allí radica su carácter extremo.

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Foto: Alexis Vichich

Por Hernán Scandizzo / OPSur

Vaca Muerta es el único proyecto de explotación masiva de gas y petróleo de lutitas que ha alcanzado un desarrollo comercial por fuera de Estados Unidos y Canadá. Enclavado en el norte de la Patagonia argentina, su puesta en marcha despertó la movilización en contra de la fracturación hidráulica, dados los impactos ambientales asociados a esta técnica. Sin embargo, los procesos de transformación del territorio que desencadenan en una vasta región, exceden las problemáticas ligadas a la contaminación del aire, agua y suelo -y sus dimensiones sociales, culturales, sanitarias y económicas. Esto hace necesario extender la mirada para poder mensurar la intensidad del boom del fracking.

La explotación masiva de yacimientos no convencionales irrumpió en Argentina a principios de esta década1 en un escenario dominado por la caída en la extracción de gas y petróleo y de creciente importación de combustibles.2 El gobierno nacional, entonces encabezado por Cristina Fernández, y la compañía YPF, todavía controlada por la española Repsol3, los presentaron como única alternativa para el país ante la crisis energética. Desde entonces la formación de lutitas4 Vaca Muerta ocupa un lugar central en los relatos de la saga Argentina potencia, desplazando al monocultivo de soja transgénica.

“Según las estimaciones realizadas, las reservas comprobadas en el yacimiento de Vaca Muerta, sumadas a las correspondientes a las cuencas de San Jorge y Austral Magallanes, son del orden de 27.000 millones de barriles de petróleo y 802 TCF (trillón5 de pies cúbicos) de gas, correspondiéndole más del 80% a Vaca Muerta”6, destaca el tercer avance de los Estudios Estratégicos para el Desarrollo Territorial de la Región Vaca Muerta, elaborado por el gobierno nacional y equipos técnicos de las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza, en el marco del Programa de Fortalecimiento Institucional de la Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública.7 Esto equivaldría a “más de 6 veces las reservas de petróleo explotable en forma convencional y, en el caso del shale gas, más de 27 veces las reservas de gas explotables en forma convencional”, subraya. “De darse las condiciones necesarias y cumplirse las hipótesis indicadas, esta cuantía implicaría no solo alcanzar el autoabastecimiento, sino que la Argentina se convierta en un país exportador y formador de precios”, concluye el documento publicado en febrero de 2016.

En pocas líneas Estudios Estratégicos pasa de las certeras reservas comprobadas a las hipótesis indicadas, sin embargo mantiene un tono propio de cartilla de promoción. “El boom agrícola y ganadero que comenzó a fines del siglo XIX ocupó geográficamente un área mucho más extensa y duró muchos años, pero no tuvo la magnitud que el fenómeno del shale podría presentar. A su vez, el proceso de industrialización de mediados de siglo XX tampoco es comparable, ni por concentración geográfica ni por explosividad inicial [de Vaca Muerta]”.8 Este breve pasaje expresa claramente el lugar que desde el Estado se le adjudica al desarrollo masivo de no convencionales.

A un lustro de los primeros anuncios, tanto desde la Casa Rosada, que ahora aloja al empresario Mauricio Macri, como desde los gobiernos provinciales, se mantiene la apuesta,9 más allá de que la caída global del precio del crudo en 2014 haya puesto paños fríos a la fiebre inicial. En los últimos cinco años Vaca Muerta dejó de ser una formación de lutitas de 30.000 km2 y se transformó en una Región que abarca porciones disímiles de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza, y también genera condiciones para la explotación de gas y crudo de arenas compactas. Una relevancia que excede el plano energético y que se construye sobre la base de desestimar no sólo las críticas socioambientales10 sino también las advertencias respecto al corto horizonte productivo de estos yacimientos -dada la fuerte caída que sufren los pozos a poco de entrar en producción– y sus costos de extracción.11

Foto: Alexis Vichich
Foto: Alexis Vichich

Enroque geológico

Con Vaca Muerta el subsuelo emergió desde las entrañas de la Tierra, desplazó lo existente -pueblos, culturas, economías, vidas-, se convirtió en la nueva superficie y el paisaje se valora en barriles equivalentes de petróleo. Lo anterior es prehistoria. En el caso de Neuquén fueron condenados al silencio los informes oficiales que documentaban los avanzados procesos de degradación de suelos y aguas derivados de casi un siglo de extracción de hidrocarburos.12 Uno de aquellos estudios, realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en 2010, alertaba que esa situación podía condicionar seriamente el desarrollo agroindustrial,13 que desde mediados de la década de 1990 es presentado como el eje de diferentes planes provinciales de diversificación de la matriz productiva.

En este contexto de enroque geológico los pequeños productores y las economías campesinas e indígenas se debaten entre la resistencia, para conservar la tenencia de la tierra/territorio y formas de vida y producción, y la negociación con la esperanza de participar de la abundancia propagandizada o por lo menos recibir algún tipo de rédito ante un avance que parece ineluctable.14 Lo mismo ocurre con las expectativas laborales, los altos sueldos que se pagan en el petróleo relegan el interés de los trabajadores por las actividades agropecuarias. Sin embargo, tanto las autoridades de Neuquén como de Río Negro15 sostienen que es posible la convivencia entre la actividad productiva y la extractiva, a pesar, también, de los incendios de pozos, derrames y otros episodios registrados en zonas de chacras.16

Diego Rodil, técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), sostuvo que “la incompatibilidad de actividades se visualiza en la pérdida creciente de suelo productivo y el incremento de montes abandonados, riesgos sanitarios en la fruta por contaminación lumínica, fragmentación del espacio productivo que dificultan los controles sanitarios en bloque (…) y complejiza el mantenimiento del sistema de riego (…); además de riesgos elevados de contaminación de napas y aguas superficiales”. También advirtió que “los estándares de exportación pueden cambiar y ser rechazada la fruta en un futuro17”. “Desde la lógica capitalista de libre mercado, la renta de la tierra para la extracción de hidrocarburos es muy superior al valor para la práctica agropecuaria. En esta ecuación no se tiene en cuenta el costo que representa la pérdida de suelo productivo sistematizado y dotado de infraestructura, la pérdida de capital social que también llevó años construir, y los puestos de trabajos que se pierden”, subrayó. Tales afirmaciones las hizo en el artículo Avance de la frontera hidrocarburífera sobre suelo productivo. Estación Fernández Oro, Alto Valle del Río Negro, que pretendía presentar en las VII Jornadas de Economía Ecológica de la Asociación Argentino Uruguaya de Economía Ecológica, realizadas en Neuquén en noviembre de 2015. Sin embargo, a pesar de que su trabajo había sido aceptado por el comité organizador, el INTA no autorizó su intervención.

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La creciente demanda de suelo urbano, por el proceso de metropolización que vive el Alto Valle del río Negro y Neuquén, también genera un fuerte avance en zonas de chacras, donde florecen loteos y los montes frutales son reemplazados por metros cuadrados de cemento. Si bien esta tendencia es anterior al boom de los no convencionales, la construcción de Vaca Muerta como tierra de la abundancia aceleró el proceso. Según el informe Estudios Estratégicos, entre 2009 y 2013 se perdieron alrededor de 2.300 hectáreas en el Alto Valle del río Negro y Confluencia. “Sin contar las que se puedan haber perdido entre 2013 y 2015, se estima que se perderán otras 2.440 hectáreas productivas aproximadamente solo para urbanizaciones requeridas por el crecimiento poblacional”. Si el sector hidrocarburífero recuperara el nivel de actividad previo a la caída del precio del barril de crudo, en un período no menor a cinco años, se incrementaría la población de la Región Metropolitana del Valle y la Confluencia en 200 mil habitantes, ascendiendo a un millón de habitantes, según estimaciones oficiales. Por ejemplo Añelo, ciudad que hace las veces de plataforma de operaciones de Vaca Muerta, pasó de tener 2500 habitantes en 2010 a 6 mil en 2014, tras el boom, y de haber un nuevo despegue, ascendería a 41 mil en poco más de un lustro, de acuerdo a las estadísticas publicadas en Estudios Estratégicos.

En este punto cabe destacar que si bien la planificación oficial problematiza la pérdida de suelo productivo como consecuencia de la extensión de las urbanizaciones, no hace lo mismo con la apertura de locaciones -que reemplaza la capa fértil con una compactación calcárea de 40 a 50 cm- y las infraestructuras requeridas por proyectos petroleros y gasíferos.

Sinergias extractivistas

red-ferroviaria-vmLa explotación masiva de formaciones de lutitas y arenas compactas lleva implícita la ampliación de las fronteras geográfica y tecnológica, pero también, como consecuencia del despliegue de infraestructura y logística que demanda, genera las condiciones para la puesta en marcha de otros emprendimientos. Al respecto, desde el gobierno nacional y las agencias provinciales que participan en la planificación estratégica de la Región Vaca Muerta se especula con que por sinergia se reactive el proyecto de extracción de potasio en el sur de Mendoza, que en 2013 suspendió la minera brasilera Vale18, y se ponga en marcha la construcción del complejo hidroeléctrico Chihuidos, que significaría no sólo generar electricidad sino también tener control sobre las aguas del río -sea para habilitar nuevas zonas bajo riego, evitar crecidas o garantizar el suministro al sector hidrocarburífero.19

En tanto desde el sector empresario, Dow Chemical señaló que un incremento en la oferta de gas, a partir del desarrollo masivo de los yacimientos de la cuenca Neuquina, generaría las condiciones para ampliar sus instalaciones en el Polo Petroquímico de Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires.20 Cabe destacar que la compañía norteamericana se asoció con YPF en 2013 para desarrollar de manera conjunta el área El Orejano, en Neuquén, y asegurarse la provisión de gas para su planta de PBB Polisur21. A fines de la década de 1990 ambas firmas, junto a Petrobras, pusieron en marcha la compañía Mega SA, para abastecer con gas del yacimiento Loma La Lata sus plantas del sur bonaerense.

La onda expansiva de Vaca Muerta es mucho mayor, si se toma en cuenta, por ejemplo, la extracción de arenas silíceas en Dolavon (Chubut), y Aldea Brasilera y Gualeguay (Entre Ríos). Estas arenas son inyectadas durante el proceso de fracturación hidráulica y funcionan como sostén, es decir, mantienen abiertas las grietas producidas en las rocas para permitir el flujo de gas y petróleo. Según estudios realizados por el National Institute for Occupational Safety and Health de EE.UU., quienes están expuestos al polvo de sílice, como los trabajadores de las locaciones petroleras, corren el riesgo de desarrollar silicosis, una enfermedad pulmonar incurable.22 A pesar de ello, 20 camiones diarios salen de Dolavon con su carga que tiene como destino final Añelo.23 En tanto en Entre Ríos, donde existen más de 40 municipios declarados libres de fracking, asambleas socioambientales cuestionaron en octubre que las autoridades impulsen la extracción en canteras de Gualeguay. Hacia mediados de 2015 desde esa provincia se cubría la mitad de la demanda de arena de YPF.24

Si bien hasta el momento las obras ejecutadas en la Región Vaca Muerta se relacionan con la mejora y ampliación rutas y la simplificación de los procesos de importación y exportación de insumos y bienes de capital, está en carpeta la recuperación y extensión de tendidos ferroviarios, construcción de acueductos y redes de suministro de gas y electricidad. “Entre los proyectos que comienzan a estar en gestión figura la prolongación del ramal desde Barda del Medio hasta Añelo, en donde se instalaría una planta de clasificación y despacho de arenas provenientes de Dolavon, en Chubut. Se encuentran en suspenso la construcción de un nuevo ramal desde Chichinales hasta Rincón de los Sauces, como parte del proyecto minero del potasio, y el histórico proyecto de prolongar la línea desde Zapala hasta Pino Hachado y articularla con los ferrocarriles chilenos para dar acceso ferroviario a los puertos del Pacífico”, enumera el informe publicado por el gobierno nacional.25

mapa-nqn-vmJustamente una de las claves para “sinergizar las infraestructuras, empresas instaladas y dotación que quede en la RVM [Región Vaca Muerta] para direccionar servicios al golfo de San Jorge”, como plantea la Subsecretaría de Planificación Territorial, son los corredores ferroviarios. No solo se proyecta un tendido que agilice el transporte de arenas entre Dolavon y Añelo26, sino ir más allá y comunicar ambas cuencas, lo que “vertebraría una integración operativo/productiva”27. Por otra parte, Vaca Muerta reactualiza el interés de las autoridades por los corredores bioceánicos impulsados en el marco de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA)28 y el Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento. Esto no sólo se manifiesta en la mejora de pasos fronterizos en la Patagonia norte y extensión de redes viales y ferroviarias -como el tren a Chile-, sino también en la creación de nuevas aduanas que apuntan, en principio, a facilitar la importación de insumos29, pero que también funcionan en sentido inverso. Si para Vaca Muerta el Pacífico siempre estuvo cerca, el proyecto es que esté aún más cerca.

El fracking asoma como la punta de un iceberg llamado Vaca Muerta cuya deriva puede transformar profundamente el territorio, aún más de lo que está a la vista con los riesgos de contaminación de agua, aire y suelo asociados a la técnica, o la pérdida de tierras productivas. Una de las condiciones para garantizar la explotación masiva de yacimientos no convencionales es la construcción de corredores de infraestructura que optimicen la circulación de insumos, maquinarias, personas, etc., lo que se traduce en reducción de costos de producción y acorta la distancia-tiempo con los mercados globales.30 Esas condiciones no sólo hacen a la viabilidad de la extracción de hidrocarburos, sino también a la de proyectos mineros o la producción agroindustrial en gran escala. Del cuello de Vaca Muerta cuelga una campana, su tañido convoca a otros proyectos extractivos.

Notas

1 Si bien para 2006 en la provincia de Neuquén se habían perforado 40 pozos en arenas compactas y dos en lutitas, recién en 2012 se produjo el despegue, hasta llegar a los más de 1150 pozos no convencionales en producción actuales. Estadísticas de Ministerio de Energía de Neuquén hasta agosto 2016.

2 Los combustibles fósiles constituyen alrededor del 90% de las fuentes de energías primarias del país, en 1998 se registró el pico de extracción de crudo y en 2004 el de gas, desde entonces los niveles convencionales descendieron.

3 En mayo de 2012 el gobierno argentino expropió el 51% de las acciones de YPF, que se encontraban en poder de Repsol. Dos años más tarde se cerró el proceso al acordar las partes el monto de la indemnización.

4 Utilizamos alternativamente lutitas y shale.

5 Según denominación norteamericana.

6 Cabe señalar que el avance y planificación pública de los no convencionales es traccionado a nivel internacional por la Agencia de Información Energética de EEUU y que las estimaciones, tasas de retorno y rentabilidad de formaciones shale son cuestionadas. Por ejemplo, la agencia oficial polaca de Energía, redujo su potencial de shale gas a una décima parte de lo que había hipotetizado su par norteamericana; un hecho que, sumado a la baja productividad de los pozos y a la resistencia social, hizo abortar proyectos de grandes empresas como Chevron (Boletín EJES Nro. 4. Inflar hasta que explote: sobreestimación de recursos).

7 Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública de la Nación (2016). Estudios Estratégicos para el Desarrollo Territorial de la Región Vaca Muerta. Plan Estratégico Territorial. Avance III, pp. 123-124.

8 Subsecretaría de Planificación, 2016: 124.

9 La cotización interna del barril de crudo por encima de los valores internacionales, así como el incremento del precio del gas en boca de pozo y de los combustibles en el surtidor expresan la decisión de seguir apostando por los no convencionales.

10 Las advertencias sobre los impactos de la técnica en el ambiente y salud de la población fueron desestimadas por las autoridades provinciales y nacionales, que hicieron suyos los argumentos de las empresas petroleras y de servicios, caricaturizaron las críticas y catalogaron de terrorismo ambiental a la militancia de los opositores. Ver Pechen pidió educar en contra del “terrorismo ambiental” (Río Negro, 14/12/2013) y Sapag pidió “no generar terrorismo ambiental” (La Mañana Neuquén, 21/03/2014).

11 A partir de la experiencia norteamericana, Post Carbon Institute concluyó que la curva de declive productivo de los pozos no convencionales se reduce a más de la mitad luego del segundo año (Boletín EJES 4/2016, Recursos no convencionales y el problema de su corto horizonte). Por otra parte, norteamericana Exxon anunció a fines de octubre que “podría reducir sus reservas de tres mil 600 millones de barriles en el sitio de Kearl [arenas bituminosas en Canadá] y de mil millones en otros lugares en América del Norte, es decir 19 por ciento de sus reservas totales”, si concluyera que los costos financieros tornan inviables esos proyectos (El Diario, 28/10/2016).

12 Programa Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD- (2010). El riesgo de desastres en la planificación del territorio: primer avance. Programa Nacional de prevención y reducción del riesgo de desastres y desarrollo territorial. 1ra Edición. Buenos Aires. PNUD-Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública – Minplan. Ver también PNUD y Provincia del Neuquén (1998). Proyecto ARG/97/024 Emergencia Ambiental, Hidrocarburos -Compensación y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Neuquén. Resumen Ejecutivo. // Copade. Dirección General de Programas y Proyectos. Secretaría de Estado General de la Gobernación del Neuquén (2006). Plan Estratégico Territorial, Argentina 2016, Provincia del Neuquén.

13 Más allá de la consideración que actualmente tengan las autoridades de esos informes, los discursos de diversificación no fueron abandonados, aunque si cambiaron los actores. El rol protagónico lo concentran los grandes capitales, vinculados a establecimientos agropecuarios altamente tecnificados. Ver La huella petrolera y los límites a la diversificación económica neuquina, Neuquén y el eterno retorno de la diversificación y Scandizzo, H. (2016). Hidrocarburos y diversificación productiva en tiempos de Vaca Muerta. Nueva expansión de frontera del capital, en Pérez Roig, D., Scandizzo, H. y di Risio, D., Vaca Muerta, construcción de una estrategia. OPSur-Jinete Insomne. Buenos Aires.

15 En Río Negro el avance de las exploraciones y explotaciones petroleras se produce sobre el valle fértil que la catapultó como la principal provincia productora de peras y manzanas del país.

16 El más reciente fue la fuga de agua salada de un pozo, que inundó una chacra lindante con la locación, secando álamos y frutales (Río Negro, 29/10/2916). Para más información se puede consultar el libro de Martín Álvarez Mullally, Alto Valle Perforado.

17 Al respecto, la productora orgánica Jessica Lamperti, de Allen, denunció que un cliente desistió de seguir comprándole porque en la localidad se realiza fracking. Más información Río Negro, 01/11/2015.

18 Cabe recordar que en 2010 Vale firmó un convenio con YPF para garantizarse el suministro de gas (El Cronista, 07/12/2010). Desde principios de 2016 circulan rumores sobre la reactivación del proyecto minero (El Diario de La Pampa, 26/04/2016 y Los Andes, 13/09/2016).

19 Ver Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública de la Nación, 2016: 105.

20 Medios de prensa corporativos, como Revista Petroquímica, presentaron esas declaraciones como el anuncio de un mega proyecto en puerta.

23 El 24 de junio la Legislatura de esa provincia declaró bien público a las arenas silíceas, lo cual convierte al Estado en un socio estratégico de la actividad. “Lo que aún resta discutir -destacó el portal patagónico Big Sur- son las regalías que obtendrá la provincia por la extracción de sus recursos naturales, qué impactos le generará a la salud de los habitantes de Dolavon, 28 de Julio, Gaiman y Trelew; qué impacto ambiental tendrá sobre las aguas del río Chubut, qué daño generarán a las rutas el traslado de 20 camiones diarios de arena; qué valor agregado puede generarse en la zona más allá de los ’40 empleos directos’ prometidos por YPF y qué pasará cuando sólo quede un pozo. Todo esto es una incógnita pero, mientras tanto, los camiones van y vienen uniendo silenciosamente las provincias.” (Big Sur, 04/07/2016).

25 Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública de la Nación, 2016: 23.

26 Más información La Nueva, 05/05/2015.

27 Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública de la Nación (2015). Estudios Estratégicos para el Desarrollo Territorial de la Región Vaca Muerta. Segunda Etapa. Informe Final. Tomo 2. Programa de Fortalecimiento Institucional de la Subsecretaría de Planificación Territorial de la Inversión Pública. Noviembre, p. 263.

28Análisis críticos sobre el IIRSA se pueden encontrar en Raúl Zibechi (2006) y Ana Esther Ceceña, Paula Aguilar y Carlos Motto (2007)

29 Más información La AFIP creará una delegación de Aduana para Vaca Muerta (Río Negro, 31/07/2014) y Crean una aduana especial (La Nación, 19/05/2015).

30 Para profundizar este aspecto ver el artículo de Nicholas Hildyard que forma parte de esta serie de producciones sobre energía extrema.

Este artículo es parte del proyecto Energías Extremas en América Latina, de OPSur-Oilwatch Latinoamérica, y cuenta con el apoyo de Heinrich Böll Stiftung Cono Sur.