La búsqueda de la “soberanía energética” todavía dista de ser una realidad. Durante 2012, se cuadruplicó el déficit entre los combustibles que importó el país y los que exportó.
Por Martín Bidegaray
La secretaría de Energía, que registra las importaciones y exportaciones de las empresas (no están los datos de Cammesa, la empresa mayorista de suministro eléctrico controlada por el Estado) registró un salto. El déficit energético –es decir, el saldo entre exportaciones e importaciones– alcanzó los US$ 2.155 millones. En 2011, ese número había sido de US$ 547 millones.
Pese a los esfuerzos de YPF para reducir las importaciones, la compra de combustibles extranjeros creció un 23%. La secretaría de Energía muestra que el país encargó combustibles por US$ 6.339 millones durante el año pasado. En 2011, ese mismo apartado arrojaba pedidos por US$ 5.137 millones.
En 2012, las exportaciones argentinas de petróleo fueron de US$ 4.184 millones. Eso indica un retroceso del 9% en relación a 2011, cuando habían llegado a US$ 4.590 millones.
Tanto el viceministro de Economía, Axel Kicillof, como otras espadas del oficialismo culpaban a YPF por el déficit energético. Pero la estatal Enarsa encabeza el ranking de importadores: en 2012 compró 59% más que en 2011.
Enarsa depende políticamente del ministro de Planificación Julio De Vido. Tuvo nombramientos de alfiles de Kicillof en los últimas semanas. Según la secretaría de Energía, la compañía pasó de importar combustibles por US$ 2.868 millones en 2011 a adquirir afuera US$ 4.577 millones.
La compañía dirigida por Exequiel Espinoza cada vez talla más fuerte en las importaciones. En 2011, la petrolera estatal se quedó con un 55% de las importaciones de ese año. En 2012, en cambio, capturó casi tres de cada cuatro dólares destinados a las importaciones energéticas (72% del monto) A diferencia del INDEC, que releva los cambios en la balanza de pagos de todo el sector energético, la secretaría de Energía informa la actividad realizada por empresas. Así, figura Enarsa. En cambio, no están asentadas las compras realizadas a nombre de Cammesa, la mayorista estatal que administra los fondos que perciben las eléctricas.
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