La producción de petróleo del país alcanzó los 32.998.115 metros cúbicos en 2012 y las perspectivas que generan las actividades de recuperación de campos marginales, la exploración en nuevas cuencas y el desarrollo de no convencionales previstas para este año, dan cuenta de un futuro con crecimiento.
“La declinación que arrastraba la producción de crudo comenzará a revertirse”, expresó el presidente del Instituto de Petróleo y Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, coincidiendo con otros expertos consultados por Télam.
El directivo puntualizó que la producción de petróleo en 2012 totalizó los 32.998.115 metros cúbicos, mientras que la de 2011 fue de 33.231.358 metros cúbicos.
“Es decir que el volumen de producción en esos años fue similar, pues una variación de menos de 1 por ciento (-0,7%) no es significativa”, explicó el especialista.
“La declinación de producción obedece a que se trabaja sobre pozos que están muy maduros, es una declinación física, pero el año pasado hubo mucho esfuerzo, mucho trabajo de campo y creo que los frutos se verán este año”, dijo el titular del IAPG.
Este comportamiento de la producción es normal en todas las cuencas del mundo. Cuando se llega a un grado de madurez determinado, la producción declina.
Según López Anadón, la aplicación de nuevas tecnologías permitirán aumentar la recuperación final de petróleo, que hoy está cercano al 30% del petróleo original ‘in situ’.
“Ya se trabaja en cómo mejorar el barrido por inyección de agua, pero estoy convencido que redoblando el esfuerzo en este tipo de proyectos, o sea desarrollando nuevas tecnologías, se podrían obtener resultados sorprendentes”, dijo el directivo.
A lo que agregó que “aquí lo importante es a futuro. Cuando uno mira los números en el caso de yacimientos muy maduros es lógico que la producción decaiga y no por cuestiones económicas sino físicas”.
Dijo que para el desarrollo de pozos no tradicionales “se requieren mayores inversiones, pues es más caro y tiene menos rentabilidad, por lo que hay que invertir más para obtener lo mismo” que en las explotaciones tradicionales.
Para el directivo, “si en la Argentina se perforan 1.000 pozos al año en reservorios convencionales, lo ideal sería perforar otro tanto en no convencionales con lo cual se duplicaría la actividad y más que se duplicaría la inversión necesaria”.
“Para lograr esos objetivos -dijo- se necesita ir afinando la tecnología, y la Argentina la tiene. Tanto YPF como otras compañías que están en el país, la tienen acá o en otros lugares del mundo y pueden traerla”.
Por su parte, el director de Geociencias del Instituto del Petróleo y Gas de la UBA, Luis Stinco, destacó que “lo más importante es que en el país se está revirtiendo esa tendencia a producir menos petróleo”.
No obstante, aclaró que “lo primero que se va a observar ahora es una especie de amesetamiento de esa producción, pero en función de inversiones de las empresas y nuevos incentivos del gobierno, se va a generar nueva exploración”.
Para compensar esa declinación consideró que “hay dos formas concretas de hacerlo, una es perforando nuevos pozos y desarrollando más proyectos de recuperación secundaria”.
En ese sentido, vaticinó que “si la cantidad de pozos a perforar se incrementa, comenzaremos a compensar esa declinación y en la medida en que se concrete la recuperación de los maduros, además de compensar se puede incrementar” la producción.
Stinco, que es geólogo, profesor del ITBA y presidente de la consultora Oleum Petra, dijo que “como en cualquier actividad comercial, frente a diferentes marcos legislativos y escenarios de negocios va a haber interesados en nueva exploración y en recuperación de pozos”.
Explicó que esas decisiones “fundamentalmente tienen que ver con cómo cierran las ecuaciones económicas que manejan los inversores”.
Agregó que “Argentina necesita energía por lo que cualquier aumento de producción tiene su consumidor, un consumidor al que no hay que convencer y eso es muy interesante porque no condiciona al mercado”.
Stinco dijo que para continuar revirtiendo la declinación este año existen “dos aspectos a considerar”.
“Uno tiene que ver con los contextos de reservorios convencionales, recuperación secundaria y los efectos en los precios de gas que favorecen a la actividad dentro de los convencionales”, precisó.
El segundo tema es “qué va a pasar con los hidrocarburos no convencionales. Para este año está previsto explorar 150 pozos, y si eso empieza a funcionar, se va a ver reflejado en más producción, en más volumen de hidrocarburos”, concluyó.
El Patagonico