La petrolera YPF, controlada por el Estado argentino tras la expropiación del 51% de las acciones a la española Repsol, y la estadounidense Chevron firmarán el próximo día 16 un acuerdo definitivo para la explotación en sociedad de parte de la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.
Así lo reveló hoy Jorge Sapag, gobernador de la provincia argentina de Neuquén (suroeste), donde se encuentra la mayor parte del gigantesco yacimiento.
El mandatario provincial precisó que el acuerdo será rubricado en Buenos Aires en un acto al que asistirá el presidente de Chevron, John Watson.
“La apuesta de YPF y Chevron es una opción importantísima para la provincia para tener más inversiones en todas las áreas de gas y petróleo; y también en producción, en regalías, en impuestos, en activación de la actividad económica”, destacó el gobernador en declaraciones a una radio local difundidas por el sitio oficial del Gobierno de Neuquén.
En mayo pasado, YPF y Chevron firmaron un acuerdo sobre los términos y condiciones comerciales para desarrollar Vaca Muerta con vistas a la suscripción de un acuerdo definitivo en julio.
La iniciativa prevé que Chevron invierta hasta 1.500 millones de dólares en el primer piloto de desarrollo masivo de petróleo no convencional en Vaca Muerta, en las áreas de Loma La Lata Norte y Loma Campana, en Neuquén.
La mayor productora de hidrocarburos de Argentina ha firmado memorandos de entendimiento con otras empresas del sector, la también estadounidense Dow y la estatal venezolana Pdvsa, con vistas a lograr acuerdos de sociedad para explorar otras áreas de Vaca Muerta.
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Acuerdo con Chevron en gateras
El gobernador de Neuquén confirmó que YPF desembolsará 1600 millones de dólares en Vaca Muerta. El acuerdo se había demorado por el embargo sobre los activos estadounidenses y por algunas exigencias que fijaron.
YPF y Chevron firmaron un primer acuerdo el 19 de diciembre del año para explotar un área de 290 km2 que comprende Loma La Lata y Loma Campana. Lo que se decidió en ese momento es armar un joint venture en el que YPF aportaría la concesión que posee en Vaca Muerta, mientras que ambas firmas compartirían los costos de explotación, además de know how y tecnología. No obstante, en ese momento no se precisó cuánto desembolsaría cada empresa. Lo que se hizo es abrir un período de negociación de cuatro meses para que las partes le dieran forma al texto final.
El embargo que sufrió Chevron demoró la negociación, pero el 15 de mayo hubo un nuevo avance cuando el CEO de YPF, Miguel Galuccio, y su par de Chevron para América latina, Ali Moshiri, firmaron un acuerdo comercial para el desarrollo del shale oil por el cual se prevé un desembolso de 1500 millones de dólares en los primeros doce meses de vigencia. Ese entendimiento es el paso previo al acuerdo definitivo que se firmaría el próximo 16 de julio.
Ya levantado el embargo sobre Chevron, lo que resta definir es el mecanismo que le permita a la petrolera desembolsar recursos en Vaca Muerta. No es una negociación sencilla, porque los estadounidenses no ahorraron exigencias al momento de asegurarse el retorno de su inversión. Según fuentes del Gobierno, pidieron exportar la gran mayoría de lo que se extraiga libre de retenciones, tener libertad para girar utilidades y poder reclamar ante un tribunal extranjero en caso de un incumplimiento contractual por parte de Argentina. Esos puntos generaron tensiones al interior del propio Gobierno entre quienes son partidarios de cerrar el acuerdo y quienes consideran que las exigencias de Chevron no lo justifican. A su vez, el diario El Cronista difundió ayer un informe interno de YPF donde destaca que las reservas de la compañía cayeron un 10 por ciento entre 2011 y 2012 por un cambio en contabilizar las reservas de Vaca Muerta, que habían sido sobreestimadas durante la conducción de Repsol.
Pese a estos problemas, la negociación con los estadounidenses finalmente aparece encaminada, aunque resta conocer la letra chica del acuerdo. Sapag afirmó ayer que “la apuesta de YPF y Chevron es una opción importantísima para la provincia para tener más inversiones en todas las áreas de gas y petróleo y también en producción, en regalías, en impuestos, en activación de la economía”. El gobernador recordó además que “la actividad hidrocarburífera incorporó en los últimos doce meses 1500 trabajadores, distribuidos en 1200 nuevos puestos de trabajo en el petróleo y otros 300 en el transporte”. “Esto es muy importante para Neuquén, porque rompe con el síndrome del agotamiento de los recursos. Siempre se nos dijo que hay reservas para seis años y ahora estamos hablando de que hay recursos para los próximos cien años. Es muy importante para la viabilidad de la provincia”, expresó.
Más allá del acuerdo con Chevron, YPF ya comenzó a incrementar la inversión en Vaca Muerta a la espera del acuerdo definitivo con la petrolera estadounidense. “YPF está haciendo una fuerte inversión en shale oil”, explicó Sapag. La firma informó en mayo que los equipos activos en no convencional subieron de 4 a 14 en cinco meses, mientras que la producción en Vaca Muerta creció de 4000 a 7000 barriles. Esa inversión se hizo con recursos propios, ya que la compañía privilegió la reinversión de utilidades, y la expectativa de Galuccio es poder multiplicarla de la mano de Chevron.