La jornada dedicada al análisis de la fractura hidráulica que organizó el Ministerio de Medio Ambiente mostró las diferencias entre las amenazas comprobadas de esta técnica extractiva con unas oportunidades energéticas “de lotería”. Representantes de la industria, los ministerios de Medio Ambiente e Industria, el Colegio de Minas, diversas administraciones y un solo ecologista participaron en el encuentro.
Francisco Ramos fue el representante de Ecologistas en Acción encargado de exponer los riegos de la fractura hidráulica, también llamada fracking. Los impactos en aguas superficiales y subterráneas, en el suelo, en el paisaje y en la salud humana o el riesgo de movimientos sísmicos fueron algunos de los problemas enumerados por Ramos. Quiso además subrayar que “Europa no es Estados Unidos” ni desde la perspectiva geológica, ni la legal, ni en lo que se refiere a costes, por lo que esa técnica, que ya se aplica en aquel país, saldría mucho más cara en nuestro continente.
La presentación de Ramos relativizó las grandes promesas de la extracción de gases no convencionales mediante fracturación de la tierra. Las proyecciones de reservas de gases deben ser corregidas a la baja constantemente, explicó; el empleo que se crea con este sector es menor de lo prometido y además es, en muchos casos, precario y poco estable.
“El debate sobre el fracking debe estar en la calle, es la presión popular la que ha logrado que en los últimos años exista mucho más control y transparencia”. Así contestaba Ramos al representante del Colegio de Minas, Isaac Álvarez, partidario de limitar el análisis de la fractura hidráulica a “foros de ilustrados”. Álvarez quiso también minimizar el riesgo de los aditivos químicos que se inyectan en la tierra con esta técnica y apuntó además a que “no hay que obsesionarse” con la sismicidad asociada a algunos casos de fracking.
Las reservas de gases no convencionales son un billete de lotería, dijo el representante del Colegio de Minas. Un símil que el representante del Ministerio de Industria, Sergio López, empleó para subrayar que “tenemos derecho a saber si nos ha tocado al menos la pedrea” en defensa de la concesión de permisos de investigación.
“Estamos muy lejos de la concesión de autorizaciones” para el uso de la fractura hidráulica, apuntó López, subdirector general de hidrocarburos, que presentó la fractura hidráulica como gran oportunidad.
Frente a su postura, una representante del Gobierno de Cantabria, Ana García-Barredo, destacó el principio de precaución empleado para prohibir esta técnica en esa comunidad autónoma. En su presentación, despejó las dudas planteadas desde el Gobierno central sobre las competencias para decidir ese veto, teniendo en cuenta el contenido de su Estatuto de Autonomía y la jurisprudencia existente de altos tribunales.
La jornada fue clausurada por el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, que se refirió al Anteproyecto de Ley de Evaluación de Impacto Ambiental en el que se incluirá el requisito de evaluación para los proyectos de fracking.
Ecologistas en Acción lamenta que la mayor parte de los ponentes, incluido el representante de la Comisión Europea, apuesten, con más o menos precauciones, por una técnica que continúa exprimiendo el planeta hasta a última gota, sin plantearse los límites de recursos o el problema del cambio climático y con la falsa esperanza de que la tecnología siempre tendrá respuestas a los graves problemas energéticos mundiales.