Ni un paso atrás.
Para recuperar la soberanía energética.
YPF 100% PÚBLICA 100% ARGENTINA
Quienes un año atrás valoramos positivamente la recuperación del 51 % de YPF, hoy nos vemos en la obligación de expresar con la misma energía y convicción, nuestro rechazo al Decreto 929/2013 sobre un nuevo Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de Hidrocarburos y al acuerdo firmado por YPF con la estadounidense Chevron. Sostenemos que se trata de un retroceso en el camino hacia la reconquista de la soberanía energética; objetivo que nuestro país debe recuperar como política de estado.
Hoy como ayer, sostenemos que la totalidad de los recursos hidrocarburíferos de la nación deben estar en manos públicas y ser propiedad de todos los/as argentino/as.
Desandar la devastación energética que sufrimos a partir de la aplicación del modelo neoliberal implementado desde los 90, implica un cambio integral de paradigma, dónde lo público debe ser puesto en el centro de la escena.
El objetivo de nuestro país, debe ser el auto abastecimiento y no la exportación. Se trata de recuperar nuestra soberanía energética y no de crear excedentes exportables, para aumentar la oferta internacional y reducir el poder de los países exportadores de petróleo. Este es un objetivo inscripto en la estrategia de Estados Unidos, no de la Argentina.
Hoy la Argentina sigue con buena parte de sus sectores estratégicos, enajenados al capital internacional. La matriz dependiente de nuestra economía no ha sido revertida. Recuperar nuestra soberanía económica es un pilar necesario en la defensa de los intereses de nuestro pueblo.
LA NUEVA YPF
El decreto 929/2013, sacado a las apuradas un día antes de firmarse el acuerdo con Chevron, demuestra que no es una norma planificada en el marco de una estrategia integral diseñada para lograr los objetivos del país. Se trata de un decreto echo a la medida del acuerdo que se iba a anunciar y sin mas objetivo que ceder frente a Chevron.
Además repite dos errores cometidos en la década del 90: permite a las empresas exportar hidrocarburos, cuando el nuestro no es un país hidrocarburífero y autoriza a girar una parte de las ganancias al exterior, dejando abierta la ventana a la desinversión que sufrimos a manos de Repsol.
La renuncia del economista Eduardo Basualdo al directorio deYPF semanas antes de este anuncio –un compañero que para nosotros representaba una garantía en el camino de la recuperación de la soberanía energética-, es indicativa del rumbo que está tomando la empresa de la mano de Miguel Galuccio un directivo afín a los intereses de las petroleras anglo estadounidenses. Este acuerdo, viene a confirmar esa afinidad.
MEDIOAMBIENTE Y PUEBLOS ORIGINARIOS
La producción hidrocarburífera, por ser una actividad riesgosa, debe regirse por los controles medioambientales más estrictos. Ese cuidado, solo puede ser garantizado por una empresa pública, que no esté presa de la necesidad de maximizar ganancias a cualquier precio. Se suma, que Chevron es un muy mal ejemplo a nivel mundial. Su currículum, incluye no solo contaminación a gran escala, lo que la llevó a perder un juicio Ecuador por un total de 19.000 millones de dólares, sino también la utilización de ejércitos mercenarios para proteger sus campos en países africanos.
Democracia, en el sentido profundo del término, implica que podamos protagonizar colectivamente, aquellas decisiones que afectarán al lugar en el que vivimos.
Por eso sostenemos que los pueblos originarios que habitan sobre el yacimiento de Vaca Muerta, tienen que participar de las decisiones que afectarán su hábitat. La Constitución Nacional y los acuerdos internacionales suscriptos por el país sobre derechos de los pueblos originarios, prevén que sean consultados. Este derecho no ha sido respetado en la firma de este acuerdo.
Por otro lado, la tecnología del fracking o fractura hidráulica, que será utilizada para explotar el yacimiento Vaca Muerta, es cuando menos objeto de debate y de duda en lo que respecta a su impacto sobre el ambiente, duda que se incrementa si el operador es una empresa extranjera como Chevron y si a su vez, parte de la producción final tiene como objeto la exportación y no la provisión para el consumo domestico.
LATINOAMERICA PRIMERO
La prioridad de los acuerdos que debe realizar YPF, es con las petroleras estatales latinoamericanas, como la venezolana PDVSA, la brasileña Petrobras y la boliviana YPFB. De ese modo, nuestras petroleras se convertirán en un eslabón más en la integración de la patria grande, objetivo geopolítico de primer orden para que nuestros países logren una soberanía plena y rompan con su condición semicolonial.
Nos preguntamos, ¿por qué no tenemos acuerdos sustantivos con PDVSA o Petrobras, cuando desde el gobierno se predica la unidad latinoamericana, y la primera medida relevante que toma la nueva YPF es introducir a la estadounidense Chevron?
Si fuera necesario establecer contratos con empresas privadas y extranjeras, estos deben ser de locación de servicios, prever transferencia tecnológica y ser acompañados por planes de investigación destinados a nuestro desarrollo de ciencia y tecnología. Además, los contratos deben ser de acceso público, no manejados con el celoso oscurantismo que rige este caso.
También nos preguntamos ¿por qué no se han denunciado los tratados bilaterales de inversión que abren la puerta a que Chevron se quede con nuestros recursos, nos contamine y luego nos gane un juicio multimillonario si queremos rescindir el contrato? y ¿por qué aún no nos retiramos del CIADI tal como lo hicieron Bolivia, Ecuador y Venezuela que nos ha hecho perder 65.000 millones de dólares en manos de empresas trasnacionales?
DEBATE DE CARA A LA SOCIEDAD
Vaca muerta no es cualquier yacimiento. Se trata del mayor campo de la historia de nuestro país y su explotación exige la implementación de una tecnología nueva que provoca enconadas discusiones en todo el mundo. Los debates sobre si debe o no ser explotada y como, deben ser promovidos hacia toda la sociedad y no realizarse en pequeños despachos de Puerto Madero.
Los hidrocarburos, son un bien estratégico que no puede quedar preso de la lógica del mercado. En ese sentido, proponemos una producción de hidrocarburos basada en las necesidades de la Argentina y de su pueblo y no en los intereses de las corporaciones.
La lógica de las soluciones parciales e improvisadas, permite el reingreso de los capitales transnacionales, que son parte del problema y no de la solución. Además, dan pie, a quienes critican al gobierno desde una óptica liberal, inversa a la nuestra, que ahora se apuran a desempolvar argumentos, sobre el supuesto fracaso del estatismo.
La soberanía energética del país solo podrá ser asegurada, desde una perspectiva estratégica, no desde medidas contradictorias e improvisadas. Esa perspectiva, exige incorporar la diversificación de la matriz energética como uno de los objetivos.
La recuperación del 51 % y el decreto 1277/2012 fueron dos importantes pasos adelante. Ser coherente con ese camino y con las luchas del pueblo argentino, exige en este momento recuperar una YPF 100% Pública y 100% Argentina.
Firmas
FeTERA – CTA
Secretaria de Derechos Humanos CGT
Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional
El Gleyzer Frente Cultural
Corriente Unidad Sur
Corriente de Unidad Sur – Hijos del Pueblo
Corriente de Unidad Sur – Chubut
PODEMOS
MONAFE – Movimiento Nacional Ferroviario
GRR – Grupo de Reflexión Rural
Camino de los Libres
Observatorio Petrolero Sur
Patria Grande
Marea Popular
Agrupación Kiki Lezcano
Corriente Popular Juana Azurduy
La Mariátegui
Movimiento Emancipador