Vastas áreas de la Reserva de Caza del Kalahari Central de Botsuana (CKGR según sus siglas en inglés), hogar de los últimos cazadores bosquimanos de África, han sido abiertas a empresas internacionales para la polémica práctica del fracking o fracturación hidráulica, según una investigación para el documental The High Cost of Cheap Gas (El alto coste del gas barato) y el diario británico The Guardian.
Un mapa filtrado muestra que las concesiones de exploración fueron otorgadas para la mitad de la CKGR (de un tamaño más extenso que el de Suiza), aumentando el temor de que las tierras sean usurpadas, los niveles de agua se desplomen y se cause un daño irreparable al frágil ecosistema esencial para la supervivencia de los bosquimanos y la vida salvaje de la reserva.
El documental revela que Botsuana ha otorgado licencias lucrativas a empresas como la australiana Tlou Energy y las africanas Coal y Gas Corporation, sin consultar a los bosquimanos. Mientras el Gobierno de Botsuana niega cualquier actividad de fracking en el país, Tlou ya ha empezado a taladrar pozos exploratorios para extraer metano de las capas carboníferas en el territorio de caza tradicional de los bosquimanos.
Las revelaciones ponen al descubierto la hipocresía del presidente de Botsuana, Ian Khama, que es miembro de la junta de Conservation International. El Gobierno de Khama ha promovido con ahínco el turismo en la reserva mientras empuja a los bosquimanos fuera de sus tierras en nombre de la conservación.
“El Gobierno está haciendo todo lo que puede para destruirnos”, explica el bosquimano Jumanda Gakelebone. “Ellos han mentido en el pasado sobre la minería de diamantes y dijeron que no había minería de diamantes en la CKGR, pero ahora está funcionando una mina en la reserva. El fracking va a destruir nuestro entorno y si el entorno es destruido nuestros medios de vida también lo son”.
Los bosquimanos del Kalahari llevan sufriendo la persecución del Gobierno de Botsuana desde hace décadas. A pesar de haber ganado dos casos judiciales que les han garantizado el derecho a vivir, cazar y tener acceso al agua en la CKGR, se les fuerza a solicitar permisos restrictivos para entrar en la reserva y se les detiene sistemáticamente por cazar.
Survival International ha escrito a aquellas compañías con concesiones en la reserva y ha hecho un llamamiento al boicot turístico a Botsuana hasta que se permita a los bosquimanos vivir libremente en su tierra.
Según declaraciones del director de Survival, Stephen Corry: “Esta revelación muestra de una vez por todas que todas las expulsiones forzadas de los bosquimanos de la CKGR no tienen nada que ver con la conservación y en cambio sí con allanar el camino a las industrias extractivas para expoliar el territorio de los bosquimanos. ¿Por qué el presidente Khama continúa recibiendo premios por sus esfuerzos ‘conservacionistas’? Es un escándalo absoluto que Conservation International acepte en su junta directiva a un hombre que ha abierto la segunda reserva más grande del mundo para la vida salvaje al fracking, mientras persigue a los bosquimanos que la tienen por hogar en nombre de la conservación”.