El primer ministro británico, David Cameron, ha prometido hoy ventajas fiscales a aquellos municipios del Reino Unido que respalden la controvertida técnica de extracción de gas conocida como “fracking”.
Según el jefe del Ejecutivo, las autoridades locales que aboguen por esa técnica, que consiste en inyectar grandes volúmenes de agua a profundidades superiores a los tres kilómetros para liberar gas, recibirán todos los intereses empresariales derivados de esos programas de extracción de gas, en lugar del habitual 50 %.
Esa fractura hidráulica o “fracking” es criticada por sus detractores por supuestamente contaminar las tierras mientras que otros la promueven por su interés económico.
Según el Gobierno británico, los programas de “fracking” generarán 74.000 puestos de trabajo y reducirán las facturas de los británicos, mientras que activistas de la organización Greenpeace han acusado al Ejecutivo de intentar “sobornar” a los ayuntamientos al proponer ventajas fiscales.
El Gobierno ha indicado que apoyar esta técnica reportaría al año a los municipios británicos 1,7 millones de libras extra (2 millones de euros) por cada lugar de “fracking”.
“Una parte central de nuestro plan económico a largo plazo es asegurarnos de que el futuro del Reino Unido vuelve a respaldar los negocios con mejores infraestructuras”, afirmó Cameron.
El líder “tory” insistió en que el “fracking””reportará más empleos y oportunidades para los ciudadanos, así como seguridad económica para el país”.
Por su parte, la industria minera de este país ya se ha comprometido a dar a las comunidades 100.000 libras (120.566 euros) por cada perforación de prueba y un 1 % más de los ingresos si se descubre esquisto en esos lugares.
Según indicó a la BBC un portavoz de la Asociación de Gobiernos Locales, que representa a los municipios en Inglaterra, el anuncio del Gobierno supone “un paso en la dirección correcta”, si bien el Ejecutivo deberá “remunerar de forma justa” a los que resulten afectados.
Ese portavoz apuntó que dados los beneficios fiscales propuestos para seguir adelante con el desarrollo de esta técnica y el impacto que las prospecciones tendrán en los municipios, “los beneficios de los ayuntamientos del ‘fracking’ deberían estar amparados por la ley, de forma que las empresas no puedan retirarlos en detrimento de los ciudadanos”.