Por Martín Di Giacomo – Fotos: Carolina Blumenkranc / Asambleas del Curru Leufu .- Con una gran adhesión de vecinxs y turistas se realizó este sábado el segundo Encuentro Plurinacional por un Mar libre de Petroleras en el balneario Las Grutas. El evento organizado por la multisectorial en defensa del golfo San Matías tuvo lugar en el marco del quinto plenario de las Asambleas de la Curru Leufu del que participaron organizaciones sociambientales de toda la provincia.
La jornada comenzó a las 16 horas con la convocatoria en el playón de la primera bajada, desde donde partió la marcha hacia la playa. Allí se hizo una intervención en la arena, acompañada por la cuerda de candombe local, antes de regresar por la peatonal. La movilización fue aplaudida y vitoreada a su paso por lxs turistas y vecinxs que adherían y se sumaban a los cánticos en contra del gobierno provincial y en defensa del mar.
“Defendemos el territorio porque somos parte, no somos sus dueños”
Cuando la multitud estuvo de nuevo en el playón de la primera se realizó la conferencia de prensa en la que se abordaron algunos ejes que atraviesan la problemática sociambiental surgida de la modificación de la ley 3308 que protegía al golfo de la contaminación por hidrocarburos y provocada por el anuncio de la construcción del mayor puerto petrolero del país al sur de Sierra Grande. Orlando Carriqueo, del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro, se refirió al rechazo de las comunidades originarias a los proyectos extractivistas en la provincia, como el que busca extraer litio o el que pretende instalar un parque eólico en la meseta de Somuncura. “Es un espacio territorial milenario, ahí está la fuerza del agua”, dijo. Además, resaltó el hostigamiento que viven las comunidades a las que se violenta continuamente su cosmovisión y sus pautas culturales. “Estamos cansados de pagar el costo del progreso de otros y de otras, esa violencia la sentimos todos los días, y se lleva vidas (…) Defendemos el territorio porque somos parte, no somos sus dueños”, afirmó Carriqueo.
“Tenemos que participar, reclamar, exigir y luchar por una democracia participativa”
La bióloga pesquera Raquel Perier, integrante de la multisectorial, explicó cómo afectaría la actividad petrolera a especies marinas como la merluza y la ballena franca austral. Hizo hincapié en la circulación cerrada de las aguas dentro del golfo, que amplificaría la actividad contaminante de un puerto petrolero con las dimensiones del proyectado por YPF en Sierra Grande. También realizó un repaso histórico de la lucha popular que en 1995 rechazó la construcción de un oleoducto al sur de Las Grutas y recordó que toda la comunidad, incluso los sectores empresariales, optaron por desarrollar la zona a partir del turismo y la pesca, actividades que han crecido de manera vertiginosa en las últimas décadas y que generan miles de puestos de trabajo en la región. Ese proceso de participación popular fue el que devino en la promulgación de la ley 3308 en 1999. “Nosotros tenemos que reclamar, exigir y luchar por una democracia participativa, que nos permita participar cuando se hacen las previas a las tomas de decisiones”, dijo en relación a la modificación exprés de la ley en septiembre del año pasado. “Tiene que ser una lucha constante la de pedir que se nos participe y se nos deje opinar antes de tomar decisiones para estos temas que nos comprometen, porque el planeta es de todos, no solamente de los poderosos”, agregó.
“Se va a ganar en la calle, luchando y junto a nuestres vecines”
Por su parte, Martín Álvarez Mullally, miembro del Observatorio Petrolero Sur, abordó algunos mitos que se difunden al momento de discutir la explotación hidrocarburífera. Afirmó que el contexto internacional favorece la exportación de crudo en este momento, pero al mismo tiempo también hay una crisis civilizatoria que se origina en la pregunta de cuánto más capitalismo es posible en el mundo. En ese sentido indicó que el crudo que se extrae de Vaca Muerta tiene un horizonte exportador de 12 años. “¿Vale la pena destruir un ambiente protegido por una década de exportaciones?”, preguntó el investigador. Respecto al argumento de la necesidad de dólares, Mullally dijo que las reglas de juego las ponen las mismas corporaciones petroleras, que fugan divisas a través de diversos mecanismos y en algunos casos ni siquiera pagan retenciones. En el golfo “los hidrocarburos solo van a estar de pasada, el impacto económico en el día a día no va a suceder acá. Hay que convencer a quienes viven el día a día del turismo: quienes alquilan una casita, venden comida en la playa y quienes disfrutan de la playa”, sostuvo. Finalmente, Mullally consideró que “este conflicto puede ganarse”, debido a la gran cantidad de organizaciones que están defendiendo al Golfo en alianza con los pueblos originarios y el movimiento sociambiental de la provincia. “Hay que tejer redes, porque no se va a ganar convenciendo ni a legisladores, ni a gobernadores, ni a empresarios, ni al gobierno nacional; se va a ganar en la calle, luchando y junto a nuestres vecines”.
“La salida tiene que ser colectiva y solidaria”
El panel “Voces en defensa del Golfo Azul” concluyó con la participación de Enrique Viale, miembro de la Asociación de Abogades Ambientalistas de la Argentina, entidad que motorizó la acción presentada ante la justicia rionegrina para declarar la inconstitucionalidad de la reforma de la ley 3308. “Las acciones judiciales no se ganan o se pierden por tener buenos argumentos o buenos abogados, y sobre todo en materia socioambiental. Se ganan cuando hay luchas en las calles, cuando se disputa el sentido común”, afirmó Viale. Además, explicó que el derecho ve a la naturaleza como una cosa: jueces, camaristas, abogados y legisladores ven a la naturaleza como una cosa susceptible de conquista y explotación de forma ilimitada. “Hay que volver a dar esa disputa de sentido: nosotros somos naturaleza, y la naturaleza no es una cosa sino es un sujeto de derecho, tiene derecho a existir, a regenerarse, a sus estructuras vitales”, indicó. El abogado también criticó la ilusión del progreso ilimitado, que se cae al constatar que el mapa de la pobreza es el mismo mapa del extractivismo. “Tenemos la obligación de encontrar una salida. Si ves todo distopía la salida es individualista y egoísta, como en las películas. La salida tiene que ser colectiva y solidaria”, concluyó.
El encuentro continuó con un festival de artistas locales y regionales que se extendió hasta la madrugada, en el que actuaron malabaristas, bailarines, clowns, músiques y acróbatas. Se escuchó folclore, rap y rock en una grilla que estuvo compuesta por Las aguas (danza y poesía)-, Alan Stev, Joudilux, Churito, Resilientes, Manifiesto Sur y Ovejas Negras, entre otros. Junto al escenario se llevó adelante una olla popular para les asistentes y el muralista local Chechén realizó estampado de remeras.