Por Observatorio Petrolero Sur, Resumen Latinoamericano— Este domingo, en el aniversario de la Independencia Argentina, el gobierno nacional inauguró el #GasoductoNestorKirchner y lo presenta como un acto de soberanía y desarrollo para el país.
El gasoducto puede impactar positivamente en la balanza comercial energética deficitaria: por caída de la importación y aumento de la exportación. Pero está asociado al fracking en Vaca Muerta y eso es un grave problema.
Los no convencionales requieren de inversiones constantes por la rápida caída de los niveles de extracción de estos pozos. Hay que hacer muchos pozos continuamente para sostener los altos niveles de extracción.
Las petroleras se llevan del país miles de millones de dólares en pagos de servicios, patentes e intereses de deuda. Las pérdidas de este rubro son similares a las que se van en la importación de energía. Vaca Muerta no trae los dólares, se los lleva.
La centralidad de Vaca Muerta en la política energética y económica le otorga a un puñado de petroleras una desmesurada capacidad de presión. Mas subsidios, transferencias, exenciones, menos regalías y retenciones, y mayores libertades para fugar divisas. Las grandes obras de infraestructura para el transporte -como este gasoducto, trenes, rutas entre otras- son financiadas por el Estado, un beneficio más para las petroleras.
El fracking en Vaca Muerta implica graves afectaciones socioambientales en las cuencas de los ríos Colorado, Neuquén y Negro. Sismos, derrames, accidentes laborales, grandes emisiones y contaminación.
Más de la mitad de lo que se consume es gas, incluso garantiza la generación de energía eléctrica. Las corporaciones proponen el gas como combustible puente hacia la transición . Para nosotros es un puente al colapso.