“La prosperidad consumista del capitalismo constituye una situación excepcional en la historia de la humanidad”

En términos de la relación que puede establecerse entre el desarrollo industrial capitalista y la explotación de combustibles fósiles, mencionaste que este sistema se encuentra en una etapa terminal. ¿Qué consecuencias podría depararnos esta crisis energética?

Primero habría que señalar un elemento de percepción con respecto a la crisis: a los procesos históricos que uno vive en el presente no les suele atribuir la importancia que tienen, porque se supone que esas determinadas condiciones que uno ha conocido siempre han existido y van a existir. Así, nosotros vivimos en una sociedad en la cual predominan el automóvil, las grandes ciudades, los supermercados, los instrumentos micro-electrónicos. Y todo eso a nosotros nos parece como algo normal y natural, que siempre han existido y siempre van a estar ahí. Pero si uno mira cada uno de estos objetos en términos históricos, se da cuenta que aparecieron hace unos cuantos segundos, en términos de la historia de la humanidad. ¿Hace cuanto existe el automóvil? Hace solo un siglo y se ha generalizado en el planeta hace escasamente 20 años, después de la caída de la Unión Soviética, porque en esos territorios no había gran cantidad de automóviles, como sucedía en China y los países de Europa Oriental. Entonces, cuando hablamos de la generalización del automóvil, que tal vez es el ícono representativo del capitalismo, estamos señalando que tal hecho, en términos históricos, tiene una duración muy corta. Pero la mayor parte de la gente piensa que el automóvil siempre ha existido y que va a seguir existiendo en el futuro. En resumen, el mismo funcionamiento del sistema nos impide pensar que los fenómenos son históricos y, tarde o temprano, van a desaparecer algunas cosas y van a aparecer otras.

Además, existe otra limitación, relacionada con un modo de vida, con el capitalismo, que se presenta a sí mismo como confortable y benéfico para todos los seres humanos. Obviamente,  quienes lo disfrutan, y para quienes es confortable, no quieren abandonarlo y piensan que el capitalismo va ser eterno. En contraposición, la historia nos muestra –y por eso yo creo que el conocimiento histórico es tan importante-, que la prosperidad consumista del capitalismo constituye una situación excepcional en la historia de la humanidad. La era del petróleo representa un segundo, si la comparamos con todo lo que ha existido antes, lo mismo que las modernas ciudades con electricidad, que también son un producto contemporáneo. Para no hablar que hay muchos lugares en el mundo que ni siquiera tienen electricidad. Esas urbes están asociadas a un producto específico, al petróleo. O sea, el capitalismo contemporáneo es un sistema históricamente excepcional que ha sido posible, como algunos dicen, por una “burbuja energética”. Existió la casualidad histórica que desde la Revolución Industrial fue posible tener acceso a los grandes depósitos de energías fósiles, sacarlos y procesarlos. Y eso es lo que ha producido la moderna civilización capitalista. Con lo que no se contaba era con una limitación muy elemental, tanto que casi nadie piensa en ella, que está referida a lo que hoy se llama el Pico del Petróleo. Cuando se habla de ese asunto, todas las discusiones técnicas eluden una cuestión básica: la Tierra, como un vaso de agua, es un sistema finito, limitado, cerrado. Cerrado en materiales y en energía. Es decir, que la materia y la energía que la tierra contiene no son magnitudes infinitas. Es obvio que este vaso de agua estaba lleno, pero en la medida que yo he ido bebiendo se ha ido vaciando. Pues eso pasa con el petróleo, es una cuestión, a mi modo de ver, de sentido común. No puede existir una materia infinita, el petróleo, con reservas que nunca se acabarían, en un sistema-Tierra que materialmente es limitado. Entonces, es obvio que el petróleo se tiene que acabar algún día. Pero, como sucede a veces con las verdades científicas, éstas empiezan a ser obvias hasta cuando alguien las formuló. La gravedad la descubrió Newton a partir de la famosa manzana que se cayó de un árbol, y desde entonces nos parece de sentido común, pero antes de que lo formulara Newton nadie había pensado en eso tan elemental. Pues lo mismo sucede con lo del pico del petróleo.Fuente: canarias7.es

Al principio, cuando surgió la sociedad industrial contemporánea en los Estados Unidos, este país era el primer productor y exportador mundial de petróleo y lo fue durante varias décadas. En ese entonces en Texas, y eso aparece en películas y en libros, cualquier persona se acostaba a dormir en un campo y al otro día aparecía multimillonario porque al lado había emergido un pozo de petróleo. Este, por lo menos, es el mito que existe sobre la riqueza de Rockefeller. Desde ese momento cuando el petróleo fluía a borbotones de la Tierra se creyó que nunca se iba a acabar. Pero en la década de 1950, un geofísico que trabajaba para compañías petroleras, escribió un artículo que con el tiempo se volvió célebre, en el que por primera vez se anunciaba lo que hoy se conoce como el pico del petróleo. Y este autor, Marion King Hubbert, hizo un anuncio para el caso de los Estados Unidos cuando este país no tenía problemas de abastecimiento: que la producción de petróleo iba a llegar a un punto máximo y que luego iba a empezar a decrecer. Y él se atrevió a decir que a ese punto máximo se iba a llegar a finales de la década de 1960 o principios de la de 1970, y a esa cota máxima fue a la que él llamó el pico del petróleo. A ese pico lo representó con una gráfica en forma de campana que significa simplemente que cuando comienza la extracción del recurso, obviamente se cuenta con una gran cantidad que se extrae rápido, hasta un momento determinado en que aumenta la producción y luego se llega al pico con un momento breve de estabilidad y después se inicia una fase de caída inexorable. Esto no es solamente aplicable al petróleo, sino a cualquier recurso natural. Eso sucede con el petróleo, el carbón, el uranio, con cualquier recurso, que indistintamente llega a un momento de explotación máxima, luego de una corta estabilidad, y después a una irreversible caída.

Cuando el ingeniero mencionado hizo este anuncio, le sucedió lo que siempre les suele acontecer a las personas que señalan cosas incómodas: fue calumniado, se le consideró como un lunático, un loco de remate que hacia afirmaciones sin fundamento. Pero, justamente, con una sorprendente precisión sucedió lo que había predicho: llegó al máximo la producción de los Estados Unidos en sus propios pozos petroleros y, luego, empezó a decaer. Después la teoría del pico del petróleo se hizo extensiva a la extracción del petróleo del mundo, porque funciona con la misma lógica. Existen unas cantidades determinadas de petróleo, porque el petróleo no se reproduce, aunque ciertos propagandistas digan lo contrario (alguna vez leí un informe en un boletín del FMI de un ingeniero de los Estados Unidos que decía que el petróleo se reproducía en las capas geológicas y, por tanto, no había que preocuparse  por su agotamiento ya que sería un recurso renovable).

Me parece absolutamente claro e impecable el argumento de Hubbert: existe una cantidad limitada de petróleo, y el más fácil se sacar es el que se ha ido extrayendo, el que estaba a flor de piel, luego se ha ido profundizando en la tierra e incluso ya están escarbando en el lecho marino, y están hurgando en las rocas que se encuentran a gran profundidad y en las que quedan rastros de petróleo. Nada de esto, desde luego, soluciona el problema. Si el petróleo es un recurso limitado, como lo es, que no se reproduce, que se produjo solamente una vez por accidente hace millones de años (ese accidente no se ha vuelto a producir ni lo volverá a hacer, por eso es accidente), es obvio que se agota más rápidamente en la medida en que aumenta el consumo, con la incorporación de nuevos países al modelo energético dominante, como la China y la India, junto con el crecimiento demográfico y el establecimiento de un modelo civilizatorio que se basa en el consumo intensivo de materiales y de energía. En consecuencia, ante un aumento del consumo, existe una tendencia irreversible de disminución, como lo evidencian cifras elementales. ¿Cuánto petróleo se consume diariamente en el mundo, y cuáles son las perspectivas inmediatas de consumo? Hoy  se consumen entre 80 y 90 millones de barriles de petróleo por día en el mundo y se anuncia que en las próximas dos décadas el consumo puede aumentar hasta 120 o 125 millones de barriles al día. Este dato es significativo, si tenemos en cuenta que en algunos países, como Colombia, de vez en cuando se descubre un pozo petrolero con una capacidad de 100 millones de barriles, es decir, apenas alcanzaría para un día de consumo en el mundo. Y la mayor parte de los pozos petroleros que se descubren ahora son de esa magnitud, ya no se descubren grandes yacimientos e incluso los grandes pozos de hoy ya son “viejos”, porque son los mismos que se vienen explotando intensivamente desde hace 50/60 años. Los nuevos descubrimientos son muy modestos en términos de la producción petrolera, de 80-100 millones de barriles, cuyo petróleo alcanza solamente para un día, o menos, de consumo mundial.

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