Ricardo Villar.- Estamos asistiendo a la llegada de una de las grandes petroleras del mundo, al territorio neuquino, en donde ya tienen una avanzada. Pero no es un arribo común. Llegan con todo el poder propio de una empresa enorme, agigantado por las necesidades que el país tiene en su tecnología y capacidad financiera para extraer hidrocarburos.
Chevron viene precedida de malos antecedentes en materia de respeto por el ambiente; esto se ha difundido mucho, y provoca miedo que repita su comportamiento en suelo neuquino. No hay porqué dudar que será así. Solo un puñado de gobernantes, demasiado comprometidos en estos emprendimientos, lo que los aleja de la búsqueda del bien común, creen que la historia no se repetirá.
Pero hay otro riesgo, también respaldado por elementos contundentes. Estas grandes empresas tienen una enorme habilidad para insertarse en los gobiernos, nacionales y distritales, y lograr captar adhesiones entre sus integrantes.
Cuando lo logran, el camino se les allana, para hacer de sus proyectos, realidades concretas. Un ejemplo concreto se vive en San Juan, en donde una gran minera internacional tiene a su gobernador y otros miembros de su gabinete y parlamentarios nacionales y provinciales, como sus principales defensores, sostenes y propagandistas.
Estoy convencido que Chevron incidirá muy fuerte en la elección de los próximos gobiernos provinciales, al menos mientras dure la bonanza de sus negocios. Los que anden bien con ellos, recibirán el máximo apoyo para recuperar con creces la inversión en las gestiones posteriores. También les interesará tener parlamentarios nacionales y provinciales, que les resuelvan los problemas que la sociedad les pueda plantear.
De tal forma, las instituciones públicas se degradarán, como ocurre en muchos de los países en donde estos grupos empresarios ponen sus pies, y encuentran gobernantes necesitados de sus equipos y fondos.
Hoy veo a muchos dirigentes políticos muy enojados con Chevron, cuando años atrás aprobaron todo lo referido a negocios similares con otras petroleras. Pareciera que las mutaciones tienen más que ver con forjar una posición de fuerza para sentarse en la mesa de invitados privilegiados de las petroleras, que en una defensa firme, necesaria, valiente de los recursos comunes, de los derechos provinciales y nacionales, de la explotación racional de los recursos comunes, y de los derechos de las generaciones por venir, a recibir un ambiente sano y recursos para utilizar en sus vidas.
Presidente CC-Ari Neuquén – precandidato a diputado nacional por la lista Elegí Coraje y Transparencia B 503 de Compromiso Cívico Neuquino.