La primera semana del juicio histórico, con jurado intercultural (la mitad son mapuches), finalizó con más de quince testigos y sólo la denunciante, Verónica Pelayes, identificó a Relmu Ñamku como la responsable de la herida que sufrió y motivó la causa penal.
Durante el quinto día declararon integrantes de la comunidad Winkul Newen, que detallaron las historias de violencia (pasadas y recientes) de las petroleras para con los mapuches. Una especialista en derecho indígena afirmó que, con la avanzada petrolera y la complicidad judicial, se violaron derechos básicos delos pueblos originarios. Esta semana se conocerá la sentencia.
Violencia contra mapuches e inacción judicial
El viernes 30 de octubre fue el primer día en el que declararon testigos pedidos por la defensa de la comunidad. Comenzó Martín Maliqueo, también acusado (pordaños) y compañero de Relmu Ñamku. Detalló los incontables padecimientos de la comunidad desde que era niño (cuando las petroleras lo hacían trabajar a cambio de una gaseosa o pan) hasta 2012, momento en el que la estadounidense Apache Corporation entraba al territorio indígena, violaba derechos y provocaba derrames de hidrocarburos (que nunca remediaba).
Las contradicciones protagonizaron la semana de testimonios. La fiscal Sandra González Taboada, Pelayes y su abogado (Julián Alvarez) afirmaron reiteradas veces que la piedra que rompió el vidrio de la camioneta fue la que hirió a la auxiliar de justicia. El jueves el empleado de la petrolera, Miguel Belani, aseguró que Mauricio Rain (el tercer acusado) fue quién arrojó esa piedra. El viernes, Maliqueo señaló que fue su sobrino Maximiliano.
Violeta Velázquez, cuñada de Ñamku y hermana de Martín Maliqueo, precisó los hechos de violencia contra la comunidad, que incluyeron en el mismo 2012 golpes a ella (cuando estaba embarazada) y una golpiza a su madre, una abuela de más de 70 años. Estos hechos fueron denunciados por la comunidad y la causa fue archivada (por la misma Fiscalía que ahora los acusa).
Juana Velázquez, también cuñada de Ñamku, relató la historia de represiones que sufrió la comunidad. Y detalló que, semanas antes del hecho que se juzga, su hijo fue herido de bala por una patota enviada por la petrolera. La denuncia fue archivada por la fiscal Taboada.
Juana Velázquez reclamó justicia y explicitó que el Poder Judicial no actúa cuandolos agredidos (incluso a balazos) son los mapuches y, por una piedra, los sienta en el banquillo de los acusados y pide quince años de cárcel. La mujer relató con tanto detalle e indignación que conmovió a los asistentes.
La Fiscalía y el abogado denunciante habían sostenido que Pelayes siempre tuvo una actitud pacífica y sólo fue a dejar una notificación a la comunidad. Los abogados defensores de Ñamku, Maliqueo y Rain exhibieron un video del hecho, realizado por el abogado de la petrolera (Mariano Brillo) y que es parte de la causa.
Durante meses el video había sido mostrado por los medios provinciales, pero editado y con voces difusas. Durante el juicio se mostró de manera completa y subtitulado (para que se entienda claramente qué decían). Se observa que Ñamku y Maliqueole dicen a Pelayes que se vaya de su tierra. El subtítulo permite entender que la auxiliar de Justicia los interpela, les dice que no son mapuches y les pide que muestren los documentos de propiedad (hecho que no guarda ninguna relación con la actuación que debía realizar).
También declaró la especialista en derecho indígena y docente de la UBA, Silvina Ramírez. Remarcó que, en el caso, se vulneraron los derechos territoriales mapuches y el derecho a la consulta de las comunidades. Y precisó que los responsables son el Estado nacional y el provincial porque incumplen permanentemente la ley (dio como ejemplo la Ley 26.160, de Emergencia Comunitaria Indígena, que debiera evitar los desalojos de las comunidades hasta concluir un relevamiento en todo el territorio nacional).
Tomado del Diario del Juicio, seguilo en http://amnistia.org.ar/relmu