En vísperas de la primera “remake” del Cluster Shale Neuquén que tuvo lugar el 23 de mayo de 2012, que nuevamente ocurrirá en el espacio DUAM por estos días, el FCDN expone una mirada crítica sobre la explotación de los hidrocarburos “no-convencionales”, así como sobre la política energética en general, contraponiendo también propuestas.
Hablar de la “cuestión del petróleo” no es hablar meramente de un recurso natural, sino del debate sobre la propiedad y usufructo de los recursos energéticos del país o, como decía Mosconi, de “la fuente del progreso moral y material de los argentinos”.
Es hora de un verdadero CAMBIO DE RUMBO SOBERANO ENLA POLÍTICA ENERGÉTICAARGENTINA. COMPLETAR LO COMENZADO Y VOLVER A UNA YPF COMOLA DE MOSCONI, sin sometimiento ni asociaciones con las expoliadoras privadas, sean nacionales o extranjeras.
1-Introducción
Después de 20 años de vaciamiento petrolero el gobierno nacional se vio premiado a re-estatizar YPF. Lo hizo demasiado tarde, y mal.
Decimos que fue tarde porque lo hizo cuando el gasto en importar energía superó a toda la recaudación que se obtiene de la retención a la exportación de cereales, el rubro de mayor ingreso para el estado. No lo hizo cuando a partir de 1998 ya era evidente la caída progresiva de producción y/o reservas de petróleo y gas.
Tarde también porque el gobierno Nacional y los de las provincias productoras –como Neuquén- decidieron no aplicar las sanciones previstas en los contratos de concesión –incluida caducidad- y se entretuvieron en otorgar prórrogas y condiciones “plus” con fe ingenua en que eso movilizaría la buena voluntad de empresas que nunca la han tenido, ni la tendrán. Entre otras cosas porque les conviene que nos vaya mal, para poder vendernos hidrocarburo importado, más los fletes, a precios internacionales.
Todavía están frescas en la memoria –y en la tinta de la prensa- las promesas y proyecciones de estos gobernantes y los “expertos” siempre bien pagos y siempre prestos a amplificar las opiniones de las gerencias de las “companies”. También es historia registrada la tenaz oposición inicial del gobernador Sapag y del Secretario General Pereyra, para la recuperación de una YPF estatal, hasta que a último momento le hicieron saludo 1 y 2 asu ex aliada estratégica Repsol, que tantas satisfacciones personales dio a ambos ([1]).
Decimos que mal porque los mismos vuelven a repetir la misma política que provocó el vaciamiento, otorgando la responsabilidad de recuperar la soberanía energética a las grandes petroleras que nos expoliaron, y que lucran con la carencia que nos dejaron.
Es claro que el problema económico actual más importante que tiene Argentina es la provisión de energía y esto afecta a toda la actividad. Desde el hogar hasta la industria. La pérdida del autoabastecimiento muestra la debilidad estratégica en el tema energético, sin embargo el gobierno nacional no está actuando para dar solución a este tema de soberanía estratégica.
Ante la situación límite y despertando sólo por la lógica económica que amenaza el “modelo”, el gobierno estatizó a YPF, empresa que sólo maneja un tercio de la industria, y que poco tiene de lo que fuera en sus épocas de oro 100% estatal y de cada argentino y argentina. Por medio de YPF estamos otra vez haciendo el gasto ([2]) para recuperar las reservas a través del Estado, es decir nuestro pecunio, pero este esfuerzo volverá a ser inútil porque no tenemos el control de la industria.
Dos tercios del negocio petrolero sigue estando en manos de petroleras privadas que se siguen llevando el grueso de la renta, y hasta ahora lo que hemos obtenido de la participación estatal enla YPFha sido un aumento de precios que ha vuelto a poner más riqueza en los bolsillos de las primeras, sin hacer nada. El costo de la energía aumentó encareciendo toda la economía nacional, erosionando la base del modelo que es la capacidad de consumo de la población y haciendo menos competitiva la industria. Ahí radica buena parte de la inflación creciente, y la amenaza de una desocupación también creciente.
Paradójicamente las consecuencias de la enajenación de nuestros recursos energéticos la padece ahora una clase política que motorizó o aplaudió las privatizaciones –entre ellos los Kirchner, los Parrili y Sapag-, pero también el pueblo dela Nación, los hayan votado o no. Esa falta de visión, esa predilección por el beneficio de corto plazo en lugar de la planificación estratégica de largo plazo nos ha puesto donde estamos todos ahora.
Sin aprender de los errores lejanos –privatizaciones- y los cercanos –prórrogas y prebendas petroleras- la recuperación del control de YPF que debió ser la punta de lanza para recuperar la soberanía energética quedó ahí, no más. Y luego más de lo mismo: aumento de la renta de las petroleras privadas, y genuflexión hasta la inmoralidad para obtener promesas vanas de “inversiones” ([3]).
Es una fantasía la afirmación del gobierno que pregona recuperar la soberanía energética con la ayuda de las grandes petroleras, y con las explotaciones no convencionales, por dos razones. Las empresas privadas tienen intereses propios opuestos al interés general, porque obtienen mayor renta cuando más escasea el recurso, lo que les permite fijar mayores precios. Además están alentadas por sus países de origen a conseguir “seguridad energética” ([4]) para las economías propias, que compiten con la nuestra, y por ello les interesa –como ya han hecho- en exportar la renta para invertirlas en sus países de origen, como también en otros países no propios pero con mayor retorno de las inversiones.
2-Sobre los riesgos de la explotación de hidrocarburos no convencionales
El gobierno nacional y su acólito provincial están “apostando todo” a la explotación de los recursos no convencionales, a pesar de su elevado riesgo económico, ambiental y energético.
Respecto del primero el mismo CEO de YPF, Miguel Galuccio, ha declarado que “Nosotros tenemos que convertir los recursos en reservas y que sean explotables. En 2013 se explorarán 113 pozos para generar una economía de escala que permita desarrollar el recurso de manera rentable. Si se logra explotar Vaca Muerta se puede pensar en un horizonte de 20 a 25 años de reserva” ([5])
Y si luego de invertir decenas de miles de millones de dólares no se logra una explotación “rentable”: ¿como quedamos, como recuperamos el dinero y tiempo perdido? Y la pregunta del millón –o más bien de miles de millones- ¿Quiénes no pierden nada? Respuesta: las mismas empresas lobbystas de siempre, que han instalado el “plan no convencionales” donde tienen poca competencia y con el cual su renta resulta mucho mayor que la explotación de convencionales. Ellas embolsarán la muy mayor parte de esos miles de MM U$D que gastará el Estado argentino. Sí, porque lo que inviertan las empresas privadas se les devolverá por otro lado, por ejemplo perdonando sus abultados pasivos ambientales, y manteniendo precios internos suficientemente altos, entre otras prebendas.
Las aclaraciones del propio CEO de YPF tienen su explicación en que la explotación no convencional de hidrocarburos todavía no es un negocio para las petroleras productoras, sólo para las empresas de servicios. Incluso la empresa rusa Gazprom opinó recientemente que la explotación de shale y tight en EEUU es una burbuja de jabón próxima a explotar, porque todas las explotaciones tienen sus números reales “en rojo”. Según la información que pudimos disponer, ninguno de los pozos fracking en Vaca Muerta a la fecha de hoy ha alcanzado los 50 m3/día, límite considerado mínimo para la rentabilidad. Con la producción y costos actuales hay estimaciones que indican para las inversiones tiempos de recuperación entre 50 y 100 años.
Claro que esto no aleja a las grandes petroleras de tomar posición de las áreas con el interés de no perder el “control energético”. Se reservan derechos sobre los recursos y presionan al gobierno por mejores condiciones manteniendo escasa su producción para vendernos combustibles a muy alto costo.
Respecto del riesgo ambiental ya es bastante difundida la posibilidad de contaminación de napas y acuíferos ([6]), del aire ([7]), la mayor producción global de CO2 ([8]) y hasta la correlación demostrada por el USGS de EEUU entre fracking y aumento de actividad sísmica (terremotos) ([9]). Por algo está prohibido en varios Estados de ese país y en Francia, Irlanda, Bulgaria, Cantabria, Inglaterra, y otros países europeos se han mantenido o se mantienen prohibiciones o moratorias de explotación. En nuestro país se ha prohibido en Concepción del Uruguay (Entre Ríos), San Carlos (Mendoza), Colón (Entre Ríos), Cinco Saltos (Río negro).
La película “Gas Land” resulta bastante ilustrativa al respecto de consecuencias del fracking no suficientemente divulgadas. Dejaremos la profundización de los detalles en mano de organizaciones ambientalistas, que muy bien lo vienen haciendo. Sólo recordaremos que somos parte del ambiente, y nuestra salud y calidad de vida – y nuestra vida misma- se ve amenazada por esta técnica que aun guarda secretos, como la composición del “cóctel” de más de 500 sustancias que se utiliza para estimular y/o mantener la fractura.
Finalmente cabe destacar que más allá de los riesgos económicos y ambientales está lo que llamaremos “la madre” del riesgo: que los hidrocarburos no convencionales sean una burbuja energética, un fiasco.
Existe la denominada “Tasa de retorno energético” (EROI en inglés) que se calcula como el cociente de la cantidad de energía total que es capaz de producir una fuente de energía y la cantidad de energía que es necesario emplear o aportar para explotar ese recurso. Un cociente menor o igual que la unidad (1≤1) indica que la energía de la fuente es menor o igual a la energía consumida. Existe más de una forma de medir el índice, incluyendo un EROI “extendido” que considera en la ecuación todo el gasto energético global para la explotación de la fuente: uso de transportes, remediación de daño ambiental, etc. Las estimaciones de EROI y más aun de EROI extendido para los hidrocarburos no convencionales arrojan valores cercanos o aun inferiores a la unidad.
Hay estudios que estiman necesario un EROI mínimo extendido de 3:1 para sostener la civilización actual, sin el derroche de consumo de la actualidad ([10]). De confirmarse las estimaciones, las no convencionales gastarán más de lo que ofrecerán, y paradójicamente acelerarían el fin de la era del petróleo.
Para el caso más favorable, los hidrocarburos no-convencionales resultan menos eficientes en términos energéticos que los convencionales, porque requieren mayor gasto de energía por cada litro o m3 de hidrocarburo extraído. Entonces producen un aumento relativo mayor aun del calentamiento global, ya insostenible según lo afirman referentes científicos de universidades independientes.
3-Es necesaria una mirada más allá de la coyuntura y el lucro empresario
La humanidad se encuentra frente al final de la corta era del petróleo. Décadas más o décadas menos comenzará a desacelerarse el círculo vicioso impulsado por una energía barata, que globalizó entre otras la práctica
La humanidad – su ciencia, su economía y mucho menos su política- no han reservado nada ni invertido lo suficiente para afrontar con un sustituto a tiempo el inevitable agotamiento de un recurso no renovable sobre el cual cabalga no sólo la dinámica comercial del mundo moderno, sino principalmente la posibilidad de alimentación de la humanidad.
En efecto, la agricultura industrial se apoya en cuatro grandes pilares: la maquinaria agrícola moderna y de transportación de alimentos; los agroquímicos; la biotecnología y los sistemas de riego. Los dos primeros están relacionados directamente con la producción de petróleo, así como en buena medida la producción de fertilizantes. Así pues, de la misma manera que la agricultura industrial ha sido un factor importante para el aumento demográfico, la ausencia de ésta al agotarse el petróleo puede suponer futuras hambrunas, crisis alimentarías y un aumento drástico en la mortandad a nivel mundial.
Ya es patente que Argentina es uno de los países que hizo peor negocio con su energía, o más bien, uno de los países que mayor negocio cedió a las empresas bendecidas con las privatizaciones espurias, desatadas de la mano del peronismo de los años 90. Para desarticular el oligopolio energético se pasó a controlar la operadora dominante, que es YPF, para controlar o al menos reencausar el mercado energético local.
Pero la visión sólo estaría alcanzando lo económico o macroeconómico, soslayando la mirada estratégica y soberana, integral y sustentable en el tiempo. Una visión de largo y amplio alcance no debe detenerse en la recuperación de una empresa, sino avanzar hasta recuperar nuestra capacidad de enfrentar los serios desafíos de un futuro que se nos hizo presente, en todas sus dimensiones y aspectos.
Ese primer paso del gobierno nacional, en dirección contraria a la que los mismos actores impulsaron hace 20 años, debió ser el primer paso de una política integral que procure la preservación y utilización racional de nuestros recursos energéticos, con miras a satisfacer no sólo las actuales necesidades energéticas sino además financiar la sustitución de las fuentes de energía hidrocarburíferas, por otras sostenibles, limpias y preferentemente renovables.-
Para la supervivencia de las generaciones venideras el petróleo y el gas deben ceder su predominio en nuestra matriz energética en favor de las energías renovables, y además financiando esa sustitución. Nos toca a nosotros necesariamente producir esto, que es un objetivo claramente incompatible con la economía de mercado. Entonces el Estado nacional debe MONOPOLIZAR TODALA ACTIVIDAD ENERGÉTICA.
Ya se conoce el impacto ambiental en la zona circundante a un yacimiento de explotación hidrocarburífera convencional. Para dimensionarlo económicamente sirve recordar que la provincia de Neuquén realizó una primera estimación durante el último gobierno del extinto Felipe Sapag. A través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo se contrató un equipo de expertos nacionales que con técnicos provinciales determinaron un “daño ambiental” del orden de US$ 1000 millones. El actual ministro de energía provincial de Neuquén estimó un pasivo de US$ 1500 millones. En la provincia de Santa Cruz se estimó un daño de US$ 3500 millones.-
Esto además señala la absoluta incapacidad –más bien venalidad- de los funcionarios estatales responsables de hacer cumplir las Leyes Nacionales Nº 17319 de Hidrocarburos; Nº 25675 General del Ambiente, y las legislaciones provinciales concordantes. Las comunidades de pueblos originarios también conocen y aportan datos muy concretos al respecto de todo esto.
Empeorando el panorama la explotación no-convencional requiere enormes volúmenes de agua dulce que se restarían a la agricultura. En este marco entendemos que la explotación de no-convencionales debe darse sólo para el caso de haber agotado toda posibilidad de explotación convencional, con una técnica y tecnología que no produzca los efectos nocivos que las actuales vienen generando. Probablemente se deba hallar otra nueva, tal vez más costosa en dinero pero menos en salud y ambiente.
Otra vez surge una necesidad y principio contraria a la lógica del mercado, que vuelve a fundamentar sin duda la necesidad del MONOPOLIO ESTATAL SOBRE TODALA ACTIVIDAD EXPLORATORIAY PRODUCTIVA DELA ENERGÍA.
Una mera regulación y contralor estatal no resultará eficaz como ya no resultó para la explotación convencional, y menos cuando la diferencia de costos entre una explotación racional y otra “de ocasión” resultará amplificada para la nueva generación de hidrocarburos. Por eso esta necesidad del MONOPOLIO INTEGRAL ESTATAL, que ya fundamentaba, pregonaba y ponía en práctica el general ingeniero Enrique Mosconi.-.
Es en todo este marco que adherimos y alentamos la consigna “VOLVAMOS A LA YPF DE MOSCONI”, adoptada por el Movimiento de Recuperación de Nuestro petróleo y demás Recursos Energéticos (que nos tiene como integrantes). La entendemos y proclamamos desde una visión que contempla e integra la necesidad de la sustitución energética así como la sustentabilidad ambiental de toda la actividad energética.
4-Corolario y propuesta final
Entendemos que los objetivos energéticos y ambientales sólo podrán lograrse conla RECUPERACIÓNSOBERANAde todas las etapas de la industria energética, que desde un monopolio estatal deberá ser desarrollada, coordinada y orientada, de forma que garantice, con participación y control de trabajadores y ciudadanos, lo siguiente:
– el autoabastecimiento de todos los tipos y formas de energía;
– la explotación racional con mínimo impacto ambiental remediable;
– la accesibilidad de cada ciudadano argentino a la energía suficiente;
– la promoción del uso racional de la energía;
– la progresiva sustitución de los hidrocarburos en la matriz energética por fuentes limpias y preferentemente renovables.
— o —
Foro Ciudadano para la Democracia del Neuquén ( FCDN)
Asoc. Civil integrante del Movimiento para la Recuperación de nuestro Petróleo y otros recursos energéticos (MRP Neuquén)
www.fcdn.com.ar – www.facebook.com/FCDNqn – foroneuquen@yahoo.com.ar
Diagonal España 169 – (8300)-Neuquén
Documento preparado para 5º aniversario del MRP Neuquén
25 de mayo de 2013
([1]) ver Diario Río Negro de fecha 05-08-2012, columna “Otra vez empetrolado”
([2]) El estado vuelve a hacer el esfuerzo con inversiones para recuperar las reservas que no repusieron las petroleras por falta de exploración.
([3])El precio que reciben las petroleras pasó de 45 dls. a 75 dls el barril de petróleo y de2 a5 y 7,5 dls el millón de BTU del gas, en corto tiempo
([4])La energía es un tema relativo a la riqueza y el poder” Hillary Clinton 2012
([5]) Nota en Diario La nación, del Domingo 17 de marzo de 2013
([6]) La EPAde EEUU encuentra componentes relacionados con el fracking en un acuífero de Wyoming. http://fracturahidraulica.wordpress.com – 26-3-2013
([7]) Aseguran que el fracking utiliza las peores prácticas – http://opsur.org.ar/2013/05/20/aseguran-que-el-fracking-utiliza-las-peores-practicas
([8])Climatic Change – DOI 10.1007/s10584-011-0061-5 – Methane and the greenhouse-gas footprint of natural gas from shale formations – Robert W. Howarth, Renee Santoro, Anthony Ingraffea
([9]) Potentially induced earthquakes in Oklahoma, USA: Links between wastewater injection and the 2011 Mw 5.7 earthquake sequence – Katie M. Keranen1, Heather M. Savage2, Geoffrey A. Abers2 and Elizabeth S. Cochran3 – http://geology.gsapubs.org
([10]) What is the Minimum EROI that a Sustainable Society Must Have? – Charles A. S. Hall *, Stephen Balogh and David J. R. Murphy – Program in Environmental Science, State University of New York – College of Environmental Science and Forestry, Syracuse NY, 13210, USA.